Desde el inicio de la actual legislatura del Gobierno central, Cataluña se ha convertido en el foco de distintos acuerdos en temas políticos. Primero, lo fue con el asunto de la amnistía con Junts de por medio y ahora ha llegado el pacto fiscal. Un pacto con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que tiene por objetivo la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Fue el ganador de las elecciones catalanas, pero el tiempo corría hacia una repetición electoral si no consolidaba su mayoría. 

Está cerca de percibir un sueldo de 137.506 euros brutos anuales, que ahora ingresa Pere Aragonés. En 2021, Illa propuso rebajar el salario del president un 30% equiparando la retribución al sueldo del lehendakari. Entonces el president cobraba unos 153.000 euros, antes de que Aragonés le meteria la tijera y Urkullu unos 105.000. Actualmente, el presidente del País Vasco Imanol Pradales percibe más de 113.000 euros anuales. 

Una de las medidas del acuerdo entre el gobierno autonómico y el nacional es la financiación singular de la región catalana. De esta forma, entre otras cosas, la Generalitat será la que gestione, recaude, liquide e inspeccione, a través de su Agencia Tributaria (ATC), todos los impuestos soportados en Cataluña. Por ello, cobra protagonismo esta entidad pública creada en enero de 2008. 

Eduard Vilà, en una imagen de archivo de 2018.

Esta agencia tiene como director a Eduard Vilà desde 2016. Lleva dos mandatos consecutivos en este cargo que es de libre designación, aunque lo que está por ver es si con la previsible entrada de Illa al Ejecutivo, continuará o será sustituido. La retribución fijada actualmente para el máximo mandatario de la ATC es de 97.192 euros anuales, según el Portal de Transparencia de la Generalitat. Tiene una remuneración más alta que la del propio presidente Pedro Sánchez y es que la catalana es una de las administraciones con los sueldos públicos más elevados. 

Tiene rango de director general y “es nombrado y cesado libremente por el Gobierno, a propuesta del consejero o consejera de Economía y Finanzas”, según la legislación consolidada del ente publicada en el BOE. En la actualidad, está adherido al departamento de Economía y Hacienda, que encabeza Natàlia Mas, quien cobra 121.952 euros. 

Sector público y tributario

Eduard Vilà Marhuenda nació en 1965 en Barcelona. Es licenciado en Derecho. En su trayectoria profesional ha trabajado en la Administración desde el año 1992 dentro del ámbito tributario en distintos puestos como abogado liquidador y como responsable de informes de Asesoría Jurídica. También ha sido jefe de la Inspección de Servicios, del Servicio de Gestión Tributaria en la Delegación Territorial de Barcelona y de adjunto en la dirección de la ATC. 

En su última declaración de bienes y rentas, registra un piso urbano en propiedad adquirido en 2016 con un valor catastral de 480.000 euros y también cuenta con un vehículo Audi A6 valorado en 3.190 euros. Dispone de una cuenta en Bankinter con un saldo de 74.000 euros y otra en el BBVA de 20.000 euros, además de un plan de pensiones de 21.000 euros. Por otro lado, tiene dos préstamos concedidos: uno hipotecario con una amortización pendiente de 188.533 euros y otro personal del que le quedan por pagar 12.200 euros. 

Recaudación, plantilla y gobierno

Durante 2023, la Agencia Tributaria de Cataluña tuvo una recaudación líquida de los impuestos gestionados de 4.705 millones de euros, otros 308 millones de recaudación de la deuda en ejecutiva y un importe de 1.461 millones recaudados telemáticamente. Además, ha descubierto un fraude total de 2.081 millones de euros entre 2015 y 2023 gracias a su Plan de prevención y reducción del fraude fiscal. 

La ATC contaba el pasado año con 852 trabajadores, 269 gestores tributarios y 23 inspectores. Esta plantilla está formada por un 70% de mujeres y un 30% de hombres. Según Tributs de Catalunya, para acceder al cuerpo técnico de gestión tributaria hay que estar en posesión de un título universitario oficial de grado, diplomatura universitaria, ingeniería técnica, arquitectura técnica, equivalente o superior, y del nivel C1 de lengua catalana; y, para acceder al cuerpo superior de inspección tributaria, se requiere estar en posesión de un título universitario oficial de grado, licenciatura, ingeniería, arquitectura o doctorado, y del nivel C1 de lengua catalana. Usualmente, la entidad abre procesos selectivos de personal. Uno de sus objetivos es aumentar y consolidar su plantilla cada año. 

Sus órganos de gobierno, además del citado director, son la presidenta Marta Espasa como secretaria de Hacienda, cargo por el que cobra lo mismo que Vilà. También lo son la Junta de Gobierno formada por ella, los vocales natos del Departamento de Economía, otros vocales nombrados por la consellera, así como una Secretaría; y el Comité Ejecutivo presidido por el director de la Agencia e integrado por los jefes de área y por los delegados territoriales que se determinen por reglamento.