Ni una Proposición No de Ley (PNL) de la oposición en las Cortes Valencianas pidiendo la dimisión del director de la Agencia Valenciana Antifraude (Avaf), ni las duras críticas del PSPV-PSOE y Compromís cuando se le nombró sirven para modificar la postura del PP. Incluso ni un artículo dominical durísimo del director de un medio de comunicación digital regional va a conseguir que Eduardo Beut pierda su nómina en una institución en la que cobra más que el propio president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. 

En teoría, la Avaf nació tras décadas ominosas de corrupción de los ‘populares’ y venía a aportar un aire fresco de calidad democrática, transparencia, rendición de cuentas y fiscalización a las instituciones de la Comunitat Valenciana. Ni en la festividad de todos los valencianos (castellonenses y alicantinos, como suele remarcar Mazón), el 9 d´Octubre ha servido para limar asperezas y menos con las declaraciones del partido valencianista.

Cartel de este año.

Tras seis años con Joan Llinares al frente de la Agencia, parece que el supuesto consenso, si alguna vez lo hubo, ha saltado por los aires. Beut ha entrado como un elefante en una cacharrería, con destituciones, (entra dentro de lo normal), pero también derogando el Código ético y de conducta de Antifrau, así como el Comité Ético encargado de velar por su cumplimiento. Esta decisión ha generado preocupación entre expertos y trabajadores de la Agencia, ya que se consideraba un mecanismo clave para garantizar la transparencia y la integridad en las administraciones públicas valencianas.

El Código ético, que fue aprobado en 2022 bajo la dirección de Llinares, establecía pautas de comportamiento orientadas a garantizar la independencia, objetividad e imparcialidad de la Avaf. Según el preámbulo del documento, la Agencia debía ser un referente de integridad pública, y su propósito era “impregnar nuestra misión de servicio público de la cultura de la integridad”. Este Código regulaba aspectos como los conflictos de interés, la igualdad y la confidencialidad, y había sido elaborado con la participación de los empleados de la entidad.

La eliminación del Código y del Comité Ético ha suscitado críticas por parte de figuras como María Luisa Cuerda, expresidenta del Comité Ético, quien informó a Les Corts sobre la gravedad de la situación. Cuerda advirtió que el Comité estaba investigando denuncias que podrían haber supuesto “graves infracciones” del Código ético. La eliminación del Comité ha generado preocupación en torno a la confidencialidad de los denunciantes, quienes habían confiado en que sus identidades serían protegidas. Hay una norma traspuesta de la UE sobre este tema y que puedes ampliar en este enlace.

Beut ha justificado su decisión aludiendo a la supuesta duplicidad con el código ético que, según él, está en proceso de elaboración por las Cortes Valencianas. Sin embargo, se ha comprobado que esta afirmación es falsa, ya que la institución no está desarrollando ningún código ético en la actualidad tal y como ha publicado Valencia Plaza tras consultar este asunto con la Cámara autonómica. Una trola.

La decisión de Beut ha sido respaldada por los sindicatos, a quienes se ha prometido una equiparación salarial del personal de la Agencia con el de las Cortes. Tal y como señalaba este domingo el director del mencionado digital, Javier Alfonso, lo más grave es la fraudulenta justificación que el nuevo director expuso en la resolución por la que fulminaba el Código ético, donde aseguraba que tomaba esta decisión para evitar duplicidades, ya que la Agencia va a adherirse “al código ético o de conducta que se está elaborando por las Corts Valencianes”. 

Afirma la Avaf que Beut tomó esta decisión con el visto bueno de los sindicatos, a los que se ha prometido una equiparación salarial del personal de la Agencia con el del parlamento valenciano. El propio Beut se ha subido el sueldo a 97.693 euros brutos anuales*, cobra más que Mazón, más que un ministro y más que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Llinares percibía el salario equivalente al de un director general de la Generalitat. En 2018, Sueldos Públicos le entrevistó, con un cuestionario por escrito vía correo electrónico. Entonces cobraba unos 56.000 euros.

Además, Beut ha realizado cambios en el personal de la Avaf. Ha cesado Teresa Clemente, directora adjunta de la entidad, y Gustavo Segura, director de Análisis e Investigación. Segura había sido propuesto para presidir la Agencia por diversas asociaciones contra la corrupción y su despido ha generado controversia, ya que uno de los motivos del cese, según Beut, fue el “desvío inusual” de recursos hacia la colaboración con la Fiscalía, en particular, en la elaboración de peritajes judiciales clave para casos de corrupción como el caso Erial.

La destitución de Segura ha generado sospechas debido a su implicación en la acusación contra el expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, un amigo personal de Beut. Aunque el nuevo director ha pedido disculpas a la Fiscalía Anticorrupción, prometiendo mantener la colaboración con la Justicia, la maniobra ha sido interpretada como un intento de debilitar las investigaciones de la Agencia.

La eliminación del Código ético y los despidos en la Avaf han levantado dudas sobre el futuro de la entidad y su capacidad para combatir la corrupción en la Comunidad Valenciana, especialmente bajo el nuevo gobierno de Mazón. Beut, elegido para el cargo por el Partido Popular y Vox, tendrá que demostrar su compromiso con la integridad de la Agencia en medio de la polémica por su controvertida llegada al puesto.

Compromís

La negociación para la renovación de los órganos estatutarios valencianos se ha complicado aún más después de que Compromís impusiera nuevas condiciones este martes. El grupo parlamentario ha exigido la destitución Beut como condición para desbloquear el proceso, que incluye la renovación de varios integrantes que llevan años en funciones.

Compromís acusa a Beut de haber iniciado “el desmantelamiento de la agencia” y de socavar su independencia. En una proposición no de ley (PNL) presentada el pasado 4 de octubre, denuncian que las acciones de Beut están en contradicción con el espíritu con el que fue creada la entidad. Entre las críticas, destacan la derogación del código ético de conducta y la disolución del Comité Ético, una decisión publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el 30 de septiembre. El director, nombrado en julio con el apoyo de PP y Vox, justificó la medida argumentando que la agencia se acogería al futuro código ético de Les Corts, aunque, según Compromís, dicho código no está en proceso de elaboración. La PNL también subraya que, además de las reformas estructurales, Beut ha destituido a varios responsables clave en la lucha contra la corrupción y se enfrenta a una denuncia por infracciones graves.

La diputada de Compromís Isaura Navarro, autora de la PNL, recordó que la ley de creación de la Agencia Antifraude permite el cese de su director si este incurre en una “negligencia notoria y grave” en sus funciones, condición que, a su juicio, Beut ha cumplido. Navarro ha instado a Les Corts a iniciar el proceso para cesarlo.

El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha señalado que la destitución de Beut es una “línea roja” para que su grupo participe en las negociaciones sobre la renovación de los órganos estatutarios. “No negociaremos con personas que no creen en estos órganos. No participaremos en la renovación mientras no se cese al director de la Agencia Antifraude”, declaró Baldoví, subrayando que la elección del nuevo director debe seguir los criterios de mayorías cualificadas anteriores, es decir, con el respaldo de tres quintos de Les Corts. El PP lo cambió para poder nombrar a Beut con mayoría absoluta.

*Según la página web de Antifrau, el sueldo del director es de 65.679 euros; por trienios ingresa 7.204 euros; y un complemento personal de alto cargo de 24.809 euros.