Irene hubiera tenido muy fácil tener lo que ellos llaman una salida política. A mí me ofrecieron una salida política para Irene, algo bonito, una embajada. Una salida que la sacara de España y que hiciera que deje de dar problemas. Cuando me lo propusieron, yo os lo digo honestamente, me eché a llorar, porque me dio mucha rabia, según Ione Belarra

La salida de los miembros de Podemos del Gobierno de Pedro Sánchez no fue para nada amigable. Por un lado, las risas irónicas de Irene Montero desde su bancada en el debate de investidura. Por otro, las acusaciones de despido al partido de Yolanda Díaz, líder de Sumar, quien acabó controlando cinco carteras en el Ejecutivo. Ya antes, la formación morada se había quedado sin portavoces en el Congreso de los Diputados.

Así cesaba la ministra de Igualdad después de 46 meses en el cargo y más de 298.000 euros* brutos de sueldo público a sus espaldas. También lo hacía su compañera Ione Belarra en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y actual secretaria general del partido. Ambas están inmersas ahora en las listas de las elecciones europeas, al igual que en 2014, el comienzo meteórico de Pablo Iglesias y su hundimiento siete años después. No obstante, la salida política de Montero en vez de encabezar la lista europea de Podemos, podría haber sido otra y con unos emolumentos muy superiores. Así lo confirmó Belarra este lunes en el acto de presentación de la candidatura a las elecciones europeas. Concretamente, un cargo como embajadora. Aunque Belarra no ha mencionado el destino, algunas fuentes apuntan a que era en Chile, a más de 10.000 kilómetros de territorio español. Ese fue el ofrecimiento desde el Gobierno de coalición. Precisamente, algunos exministros como Miquel Iceta o Héctor Gómez han ocupado embajadas sin sir tener una carrera diplomática.

Para la líder de Podemos, esta propuesta tenía como objetivo “sacar a Montero de la política, y de España, para dejar de dar problemas”. Después se ha conocido que fue la propia Yolanda Díaz la que planteó la salida. Con todo, estaríamos en las mismas: colocar a un político, en este caso un exministro en una embajada sin la formación adecuada.

En el último año como ministra, Montero tenía un sueldo público fijado de 79.415 euros, según los Presupuestos Generales del Estado de 2023. Son unos 6.600 mensuales. Como embajadora, habría cobrado más. La retribución completa de este tipo de altos cargos tiene presente factores como la lejanía, la seguridad, el clima o nivel de vida de cada destino. Es decir, no cobra lo mismo el embajador de España en Lisboa que el de Irak o el de Tokio. La forma de calcular estos salarios la publicamos hace unos años en este digital, a partir de unas fórmulas que facilitó el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Ahora, conocemos lo que aparece en el Portal de la Transparencia de la Administración General del Estado. En 2021, hasta 21 embajadores cobraban más de 200.000 euros.

Rafael Garranzo es el actual embajador de España en Chile, y así seguirá por el momento por la negativa de Montero, desde el mes de octubre de 2021. En ese mismo año, solo en diciembre cobró 16.318 euros con 12 trienios incluidos y percibió 47.794 euros con también 12 trienios de enero a agosto de 2022. La cantidad de 2023 aún no es pública y habrá que esperar al primer trimestre del año actual o incluso más tiempo en caso de las retribuciones de los embajadores. Él es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Además de haber estado destinado en las embajadas de España en Guatemala, Italia, Chile y Estados Unidos, y como embajador en Nicaragua, entre otros cargos de su trayectoria.

Su predecesor fue Enrique Ojeda, durante el Gobierno de Marino Rajoy. Él ingresó 178.381 euros con ocho trienios por el año completo en 2020. En ese año, no sabemos por qué, Transparencia sí que dio a conocer la cifra completa, en otros años no ha incluido los factores de seguridad, lejanía, clima o carestía de la vida. Actualmente, el presidente de Chile es Gabriel Boric y conoce a Montero ya que asistió a su toma de posesión en marzo de 2022.

La figura del embajador: requisitos y funciones

Para ser embajador hay que cumplir una serie de requisitos como tener un título universitario y superar la oposición de acceso al cuerpo diplomático, que convoca el Ministerio de Asuntos Exteriores de forma anual. Tras superar este último paso, los candidatos tendrán que realizar un curso en la Escuela Diplomática de seis meses.

Las funciones de una misión diplomática consisten principalmente en ocupar un papel de representación del Estado acreditante ante el Estado receptor, proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales, dentro de los límites permitidos por el Derecho Internacional, y negociar con el Gobierno del Estado receptor. También enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al Gobierno del Estado acreditante o fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre ambos.

De esta manera, el papel que desempeña una embajada debe ajustarse a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas relativos a la igualdad soberana de los Estados, al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y al fomento de las relaciones de amistad, prescindiendo de sus diferencias de carácter constitucional y social.

Por último, no debes confundir embajada y consulado. La primera está destinada a las relaciones entre Estados. El segundo tiene como competencias atender a los compatriotas en un país extranjero, entre otras. En 2022 publicamos los problemas salariales del personal laboral de varios consulados de España en Reino Unido.

*En una primera versión de la noticia publicamos la cifra de 294.000 euros. El 8 de febrero, Transparencia actualizó las retribuciones de Igualdad de 2023 y corregimos al alza.