El Gobierno contesta a una pregunta escrita en el Senado sobre un aparato en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas

​AENA tiene 95 aviones abandonados desde 2014 y un presidente que cobra 180.000 euros brutos anuales

El operador aéreo cifra en casi siete millones de euros el mantenimiento que, en ocasiones, no se ha cobrado todavía a las empresas propietarias


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Estamos inmersos ya en época festiva con la llegada de las navidades y además de las compras en los diferentes comercios, también es un período para viajar, especialmente los recorridos con avión. Aquí entran en juego los aeropuertos españoles que acogen entradas y salidas, pero también son el lugar en el que se acumulan aviones abandonados. Por supuesto, esto implica un coste y una deuda para la gestión de la empresa pública AENA.


Los datos referentes a la cuestión estaban ocultos, hasta que el senador Fabián Chinea, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), ha preguntado por un avión en concreto, el EC-KRV ubicado en Adolfo Suárez Madrid Barajas desde el año 2010. El Gobierno ha respondido que, al contar con propietario, “no puede ser vendida ni cedida, encontrándose en este momento embargada”. Algo similar a lo que ocurrió en 2018 con una pregunta de un senador de Compromís por el gasto de AENA en un proceso de selección.


Avión AENA

Uno de los aviones aparcados, sin usar (ASAE).


El protocolo que se plantea ante la existencia de una aeronave abandonada, excepto en los casos en los que la misma esté inmersa en algún procedimiento de carácter legal (embargo, concurso de acreedores, proceso judicial, etc.), AENA, en primer lugar, trata de localizar al propietario para que retire la aeronave y, en el caso de que estas gestiones resulten infructuosas, se inician los trámites para promover la declaración legal de abandono.


Aviones ‘aparcados’

No es ni uno ni dos. Hasta 95 aviones en 2014. Y todos por diferentes circunstancias, pero parados en las terminales de varios territorios de España y que supone una deuda de 6’86 millones por tarifas aeroportuarias que no se han cobrado.


En el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, además de la aeronave mencionada anteriormente, también se encuentran otras siete en proceso de pública subasta por abandono legal. Podría suponer un período de más de un año. Mientras tanto, entre ellos la suma de deuda de unos 351.000 euros. Otro de los grandes aeródromos de nuestro país es el de Barcelona-El Prat en el que se encuentran cuatro aviones abandonados, del que tres pertenecen a empresas que han entrado en concurso de acreedores. De ellos, hasta junio de 2014 la deuda con AENA ascendía a más de 1’2 millones de euros.


En otros casos, los aeropuertos tienen la potestad e intención de vender o ceder ciertas aeronaves a asociaciones, museos u otras entidades, pero también han acumulado deudas. También cabe la posibilidad de que algunas vayan para desguace.


Hasta los aeropuertos con bajo tráfico acumulan aviones abandonados, como es el caso de Madrid-Cuatro Vientos, que en 2022 tuvo 2.221 pasajeros. Pese a ello, en 2014 acumulaba siete aviones sin movimiento, pertenecientes a empresas y particulares. Ninguno estaba en proceso judicial, ni la propia área podía hacer nada. Las deudas, cada uno por su cuenta, estaban sobre los 2.000 euros.


El sindicato ASAE no entiende el por qué se ocultaban desde 2014 estos datos si son públicos. Hace exactamente cuatro años, en diciembre de 2019 y a pocos meses del Gran Confinamiento por la pandemia de la Covid-19, AENA hizo pública una situación similar con el tema de los aviones aparcados. Entonces contabilizó 71 y la terminal de Manises Valencia, con 24 y la de Madrid Cuatro-Vientos, con 19 eran las instalaciones con más naves en desuso. Incluso, se decía que en 2014 había 99 aviones abandonados en los aeropuertos españoles, según una respuesta escrita del Ejecutivo a una pregunta parlamentaria del senador socialista, Domingo Fuentes Curbelo. Pero la respuesta al Senador Chinea es de 95. Hay un baile de cifras que se explica porque entran y salen de la lista nuevos abandonos constantemente, según fuentes sindicales consultadas por este digital.


La pregunta de un senador

Fabián Chinea Correa nació en Valle Gran Rey (Santa Cruz de Tenerife) en 1992. Es licenciado en Derecho y cuenta con el Máster de acceso a la Abogacía. Lleva cuatro años cobrando sueldos públicos en política, desde que en 2019 resultara elegido senador en las Cortes Generales por la Isla de la Gomera. Así se ha mantenido hasta la actualidad en la que es su tercera legislatura consecutiva.


En la Cámara Alta percibe la asignación constitucional para todos los senadores de 3.189 euros al mes. Además, es portavoz de su grupo Izquierda Confederal, por lo que también ingresa un complemento de 3.028 euros. En total, 6.217 euros. Por otra parte, también cobra la indemnización, exenta de tributación, de 2.047 euros por ser de una circunscripción distinta a Madrid. 14 pagas anuales. Hace casi tres años nos hicimos eco de su salario: casi 6.300 euros brutos como senador y portavoz adjunto de grupo, además de portavoz de comisión y otros 1.920 euros libres de impuestos.


Los sueldos de los encargados del sector

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene las competencias sobre ENAIRE, la empresa designada por el Estado para el suministro de los servicios de tránsito aéreo en las fases de ruta y aproximación, y que tiene el 51% de AENA. Actualmente, el departamento ministerial está encabezado por Óscar Puente, que tiene un sueldo fijado en 79.415 euros brutos anuales, según los Presupuestos Generales del Estado para 2023. Fue nombrado a finales de noviembre. Cobra unos 6.600 euros al mes, pero para 2024 se prevé un incremento salarial.


Desde julio de 2018, Maurici Lucena es presidente AENA. El año pasado cobró una retribución fija de 118.993 euros; una complementaria formada por un complemento de puesto de 47.597 euros y un complemento variable de 13.320 euros. Así, asciende a unos 180.000 euros. Por su parte, el director general de Aeropuertos y también vicepresidente segundo, Francisco Javier Marín San Andrés, en el puesto desde octubre de 2020, percibió un fijo de 96.194 euros, un complemento de puesto de 22.852 euros y un complemento variable de 27.783 euros. Son casi 147.000 euros


Por otra parte, los consejeros no ejecutivos, hasta 11, se embolsan una dieta de un máximo de 11.994 euros anuales en concepto de asistencia a las reuniones del consejo. Son datos publicados por la sección de Transparencia de la empresa.


En otro caso, Enrique Maurer es el director general de ENAIRE desde el pasado mes de junio. Antes, ocupaba el cargo Ángel Luis Arias, quien en 2022 tuvo un sueldo de 186.933 euros, cifra en la que se incluyen diez trienios equivalentes a la cantidad de 7.043 euros, según detalla la propia entidad. Un salario que habrá ‘heredado’ su sucesor.


El presidente de la entidad no percibe remuneración del organismo, pues sus retribuciones son las previstas en su condición de secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda. Así, David Lucas ingresó 122.939 euros el año pasado.