Dejará de percibir una retribución como portavoz suplente en el Parlamento de Baleares y pasa al grupo de los no adscritos

La paradoja de Cardona al dejar Vox y conservar el acta de diputado: no está obligado a donar una parte de su sueldo al partido, pero cobrará menos

Otro capítulo de bajas en la formación ultraconservadora que lidera Santiago Abascal


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Las Islas Baleares han sido el seno de una crisis interna desatada en Vox recientemente, aunque desde la formación nacional lo nieguen. Todo se ha producido en el pacto de Gobierno que los de Santiago Abascal mantienen con el PP en la región encabezada por Marga Prohens, a cuenta de la libre elección de lenguas en los colegios y su apoyo a los presupuestos autonómicos.


La división creada se ha hecho más que evidente con la reciente salida de Xisco Cardona, perdiendo así la formación un escaño en el Parlamento de Baleares. “Han pagado mi lealtad con deslealtad, yo tengo principios”, han sido sus palabras. Desde la sede estatal, en la calle Bambú, 12 de Madrid, han intentado apagar el fuego y poner en valor que sigue vigente su pacto con el Partido Popular en las Islas.


Xisco Cardona


Su fidelidad a Madrid, sin ser correspondida, durante la ‘rebelión’ le ha costado un puesto en su partido. Primero, fue destituido como portavoz adjunto por el equipo regional y después, apartado a un extremo de la bancada dentro de la Cámara autonómica. Ahora, ha abandonado Vox y todos sus cargos orgánicos.


De acuerdo con las retribuciones fijadas por el Parlament para este 2023, Cardona tenía un sueldo público asignado de 63.985 euros brutos anuales, percibido en 14 pagas, por ser portavoz suplente de su grupo parlamentario, según figura en su ficha de diputado. También ha sido secretario de tres comisiones diferentes, aunque la institución autónoma no contempla ningún complemento por este tipo de cargos, como sí ocurre, por ejemplo, en el Congreso de los Diputados o el Senado u otras cámaras autonómicas.


Ahora, todo apunta a que pasará al Grupo Mixto como diputado no adscrito. Es decir, podrá seguir ingresando un salario, pero de menor cuantía: los que tengan dedicación exclusiva tienen una retribución de 58.020 euros y con parcial, pueden cobrar dietas por actos y asistencias. Además, al abandonar su formación, ya no tendrá que donar un porcentaje de su retribución a éste. Esa es la gran paradoja de Cardona, cobrará un sueldo menor (casi 6.000 euros menos), pero no estará obligado a pasar el 'cepillo' y aportar a las arcas de Vox.


No es su único cargo público, puesto que también es concejal en el Ayuntamiento de Mahón (Maó), en la isla de Menorca. Hay que recordar que no puede compatibilizar dos sueldos públicos, por lo que no cobraba del consistorio, aunque sí tiene derecho a percibir dietas de asistencia a los órganos colegiados. En las pasadas elecciones del 28 de mayo fue el candidato de Vox para la alcaldía del municipio y se quedó como único edil de la formación en un mandato que es del PSOE. En principio, ha hablado de que continuará trabajando para defender los intereses de Maó.


De la ‘iglesia’ a la política

Francisco José Cardona i Vidal nació en Mahón en 1964. Es licenciado en Filosofía y en Teología. Su trayectoria profesional la ha desempeñado en el ámbito canónico, principalmente en los tribunales eclesiásticos. Hasta el 15 de junio de 2023, cuando causó baja,  estaba trabajando como abogado del Tribunal de la Rota en causas de nulidades matrimoniales como autónomo. También ha sido sacerdote y profesor de bachillerato. A la política accedió a finales de 2022 como coordinador de Vox en Menorca en sustitución de Antoni Camps y no ocupó un cargo público hasta las pasadas elecciones autonómicas.


En su última declaración de bienes y rentas registra un depósito de 1.000 euros en el Banco Santander, así como un plan de pensiones por valor de 23.000 euros. Además, posee un Volkswagen Polo valorado en 5.000 euros y no reconoce ningún bien inmueble.


¿Hay crisis en Vox?

La de Cardona es una más en la lista de salidas que se han producido en los últimos meses en Vox. Macarena Olona abandonaba el partido hace poco más de un año y, precisamente, ha señalado a Abascal a través de las redes sociales tras el adiós del diputado balear. “Lo dicho, o acaba el tiempo de Abascal y el Clan Intereconomía o acaba el tiempo de Vox”, han sido sus palabras.


Más recientemente fue el turno de Iván Espinosa de los Monteros, un hombre fuerte para la formación populista, quien dejó su cargo como portavoz y diputado. Desde el partido se esforzaron por negar cualquier tipo de “crisis interna”. Y es que las elecciones del 23 de julio no arrojaron buenos resultados para los de Abascal, que algunos calificaron como “un descalabro”, pese a que en ciertas comunidades autónomas forman parte de sus respectivos gobiernos. Por ejemplo, en los últimos días han conseguido entrar en el Ejecutivo del Ayuntamiento de Valencia.


En el Gobierno de Extremadura de la ‘popular’ María Guardiola, Vox solo cuenta con un puesto de consejero y que, hasta hace unos días, estaba ocupado por Camino Limia, quien alegó su salida por "motivos personales". Según El Confidencial, la decisión se precipitó por "discrepancias" con la dirección nacional del partido.


Hace unas semanas, fue la propia formación quien tuvo que salir al paso en un comunicado sobre publicaciones de “ceses”, “dimisiones”, “sospechas” e “irregularidades” dentro de la cúpula. Así, ratificaron los nombres del gerente Juan José Aizcorbe y la responsable de la asesoría jurídica, Marta Castro. Y se confirmó la supresión de la mitad de vicesecretarías, hasta un total de seis.