Lectura de extremos: ¿Qué tienen en común una licenciada en Periodismo que regenta una armería y un licenciado en Historia que ha sido carretillero? Pues un acta de diputado y una nómina que equivale a más de seis veces el SMI. Es lo que ha ocurrido este domingo en la cita electoral del País Vasco. Empate técnico en Álava entre Vox y Sumar. Les separan 20 papeletas. Los ultraconservadores han obtenido el respaldo de 5.623 votantes y los de Sumar, 5.603. Un escaño y un sueldo público garantizado como máximo durante cuatro años, además de poder optar a subvenciones de la Cámara autonómica y a asesores. Eso sí, los dos parlamentarios irán al Grupo Mixto. ¿Se turnarán el cargo de portavoz?

Las elecciones en el País Vasco ya son historia y sus resultados no han dejado indiferente a nadie. Es uno de los primeros retos políticos de este 2024, en el que aún quedan por celebrar los comicios catalanes y europeos. En Euskadi parece que todo seguirá igual: el PNV gobernará con el PSE-EE. Un pacto que se viene dando desde 2016, pero esta vez con un nuevo lehendakari, Imanol Pradales, pues Iñigo Urkullu no optó a la reelección con los nacionalistas después de haber cobrado casi 1,2 millones en más de 11 años. ¿Conseguirá labrar el mismo camino su sucesor? Por el momento, la retribución para el puesto de máximo mandatario es de 113.278 euros brutos anuales.

Martínez Griseleña y Hernández Hidalgo.

Sin embargo, la sorpresa de la noche de recuento de papeletas la dio EH Bildu, que con Pello Otxandiano a la cabeza, obtuvo seis escaños más que en las anteriores elecciones: un total de 27 en el Parlamento Vasco. El mismo número que el PNV, aunque estos lograron unos 28.000 votos más. Una ecuación fácil: más representación, más parlamentarios y más sueldos públicos para el partido. En la actualidad, un diputado raso tiene una asignación de 5.879 euros en 14 pagas.

Para el resto de las formaciones que han conseguido escaño por la mínima ha sido crucial la obtención de votos en alguna de las tres provincias vascas (Vizcaya, Vitoria y Álava) dependiendo del sistema electoral que puede beneficiar o perjudicar a una formación. Así, en la otra cara de la moneda, Podemos continúa con su declive en la mayoría de los territorios del país y pierde la representación con la candidatura encabezada, de nuevo, por Miren Gorrotxategi. El otro partido de la izquierda es Sumar, quien ha salvado los muebles con la consecución de un solo escaño para la Cámara autonómica. Y no, no será su líder Alba García Martín quien ocupe este puesto, pues ella concurría por Vizcaya y el partido de Yolanda Díaz solo ha ganado el diputado por Álava con 5.603 votos. En principio, el representante será Jon Hernández Hidalgo. Por ejemplo, si se erige como portavoz de su grupo parlamentario, cobrará una remuneración de 6.919 euros. 

Según la página web del Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK), Hidalgo nació en Irún en 1978. Es el actual secretario general del partido. De su formación académica cabe destacar que es licenciado en Historia y especialista en patrimonio cultural. Fue responsable de formación de Gazte Komunistak-Juventudes Comunistas entre 2006 y 2008 y secretario de Movimiento Republicano y Mª Hª del PCE-EPK entre 2010 y 2013. Ha trabajado como carretillero del sector de transporte de mercancías por carretera entre 2000 y 2009 y sindicalista en CC.OO. entre ese año y 2016 en el sector del transporte. Es miembro del Parlamento Vasco desde 2016 en la coalición Elkarrekin Podemos-IU. Por lo tanto, esta será su tercera legislatura en la política remunerada. Estaba cobrando casi 78.000 euros brutos anuales, aunque está obligado a donar una parte al partido.

Con esta situación, está por conocer cuál será el futuro de García Martín en la política. En las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, fue candidata a concejala en el Ayuntamiento de Bilbao con Ana Viñals como cabeza de lista, aunque tampoco tuvo suerte. Antes de esto, trabajó en Podemos Euskadi como técnica de acción institucional en 2021. En este caso, según una oferta de contratación publicada por la formación para su secretaría, su sueldo ha rondado los 30.900 euros al año. Estas han sido sus únicas experiencias políticas. Es licenciada en Psicología y ha desarrollado parte de su trayectoria profesional en diversas asociaciones y fundaciones.

Vox sigue presente

Como Sumar, Vox también ha obtenido un solo escaño, aunque en su caso sí será ocupado por su líder Amaia Martínez gracias a los 6.523 votos que ha acumulado en Álava. De esta forma, la candidata de la formación de extrema derecha ha conservado el puesto en el que se encontraba hasta la fecha. Era portavoz del Grupo Mixto-Vox en el Parlamento Vasco desde agosto de 2020 por lo que hasta ahora contaba con una asignación de 6.919 euros mensuales, aunque las retribuciones han ido cambiando durante los años de la última legislatura, tal y como están recogidas en el Portal de Transparencia de la Cámara autonómica.

El 6 de agosto de 2020 fue elegida portavoz, momento en el que la asignación para este cargo era de 6.333 euros. Por esos cinco meses, cobró unos 31.665 euros. Entre 2021 y 2022, ingresó unos 177.324 euros. Después, tuvo un sueldo de unos 91.756 euros durante 2023, año en el que la remuneración del Parlamento ascendió a 6.554 euros en 14 pagas. Según cálculos de este digital, siempre aproximados, la diputada de Vox, ha ingresado más de 300.000 euros brutos en la legislatura pasada.

María Amaia Martínez Griseleña nació en Vitoria (Álava) en 1968. Es licenciada en Ciencias de la Información. Es periodista, aunque ha desarrollado buena parte de su trayectoria en el ámbito del comercio, al haber regentado una armería junto a su marido. En política entró de la mano de Vox, por lo que su carrera en este ámbito es escasa. Lleva unos cuatro años cobrando sueldos públicos con cargo electo.

Presidente de la cámara

Tras las elecciones del 21-A en territorio vasco, el Parlamento aún tiene que constituirse con sus máximos altos cargos. En términos de sueldos públicos, quien ocupe la presidencia del órgano cobrará 8.131 euros cada mes, hasta ahora lo hacía Bakartxo Tejeria y podría repetir en el puesto. Por su parte, los vicepresidentes y los secretarios percibirán 6.919 euros, la misma cantidad que la de los portavoces de los grupos parlamentarios, como hemos comentado anteriormente.

Además, el régimen económico de la Cámara permite a los parlamentarios la posibilidad de solicitar la “remuneración de transición por fin de legislatura”, si han causado baja por este motivo. No obstante, solo la pueden percibir si no están cobrando otra retribución pública o privada, durante el período en el que se extienda la misma. La Mesa ha fijado esta remuneración en una cuantía de 14.697 euros, equivalente al sueldo de 75 días de un parlamentario.