“Hoy los militantes del Partit Demòcrata hemos celebrado un congreso nacional en el que hemos hecho una valoración del actual momento político en Cataluña, la actividad que hemos llevado a cabo en los últimos años como proyecto político y nuestros resultados electorales. También hemos tratado cuáles son los escenarios de futuro más plausibles para nuestra organización, teniendo siempre en cuenta nuestros ideales y objetivos políticos.

Nuestro Congreso ha decidido por una amplia mayoría de poner un punto y final como Partit Demòcrata, y en consecuencia dejar paro y no continuar nuestra actividad política” (…) 28 de octubre de 2023.

¿Te has pensado qué ocurre cuando se disuelve un partido político? ¿Cómo se liquida el patrimonio, las deudas y la masa salarial de los empleados?  ¿Qué hacemos con las cuotas de los afiliados que se han cobrado hasta el último mes o la parte del sueldo que han donado los cargos públicos ¿Se lo devolvemos? Tenemos el ejemplo reciente de UPyD, que se disolvió en diciembre de 2020, aunque el grueso de la plantilla de empleados fue despedido en 2015 tras aplicar un ERE colectivo como ya te contamos en esta noticia.

Hace dos días, el Congreso Nacional del Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT) ha decidido por amplia mayoría poner punto final a su actividad política, que empezó hace siete años. Precisamente, se fundó bajo las bases de la antigua Convergència Democràtica de la región en 2016 como un proyecto de centro y nacionalista, así como adaptado a las corrientes independentistas de los últimos años.

La portada de la página web del PDeCAT.

Los resultados electorales del partido liderado por David Bonvehí han sido uno de los puntos que han abocado esta situación y es que, en las pasadas elecciones del 23 de julio, tan solo reunieron 31.600 votos, un porcentaje de un 0’9%. No consiguieron representación en el Congreso de los Diputados, ni tampoco la tenían actualmente en el Parlament autonómico. Sin embargo, en su carta de despedida también apuntan a lo que supuso la aparición de Junts per Catalunya de Carles Puigdemont. “Después de las elecciones de 2019, los liderazgos políticos institucionales vinculados al partido no creen que el Partido Demòcrata sea la herramienta del futuro, e inician una distancia evidente impulsando otro proyecto político, al cual también se apunta parte de la militancia”, han explicado.

¿Cómo eran sus cuentas?

Las cuentas de una formación política nos dan muchas pistas sobre la salud financiera. Así, nos dan pistas sobre su patrimonio, las deudas, los tipos de ingresos, cuánto recaudan por cuotas de afiliados o de donaciones o cuánto pagan de alquileres o de gastos de personal. Otro ejemplo reciente es la hecatombe a la que se enfrentó Ciudadanos hace dos años con una pérdida súbita de subvenciones por los pésimos resultados electorales. Si hablamos de esta partida, en 2021, fecha de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña, PDeCAT percibió una cantidad de poco más de un millón de euros. No es el único ingreso y así se refleja en su presupuesto de ese mismo año, el último publicado en la sección de transparencia de su página web. Por subvenciones públicas recibieron 1,2 millones de euros, una cifra similar a la de donaciones.

Por otra parte, las cuotas de ‘asociados’ (no afiliados) contribuyeron con 440.000 euros y las aportaciones recurrentes y de grupos políticos sumaron 270.000 y 330.000 euros, respectivamente. También existen los ingresos procedentes del inmovilizado material, de 1.000 euros, y por prestación de bienes y servicios, 125.500 euros. En total, un presupuesto de casi 4’8 millones de euros, frente a la misma cifra de gastos. En esta última partida, se incluyen los gastos de personal que rozan los 2’6 millones de euros (captura inferior). Un coste llamativo puesto que supone casi un 54% (53,7) del presupuesto total. Además de 531.000 euros en honorarios de profesionales independientes. Si comparamos, en el mismo ejercicio, el Partido Popular destinó cerca de 14,8 millones a gastos de personal de un total de casi 81 millones de presupuesto. Supone el 17,4%, tres veces menos que el partido catalán.

Así, plantilla del PDeCAT se compone (se componía), primero, de la Dirección Ejecutiva Nacional. En ella, hay (había) 15 puestos, cada uno de ellos como secretario de diferentes ámbitos. También existe la presidencia, consejos y otras comisiones creadas. Sus sueldos no son publicados por el partido.

Las personas vinculadas al partido

Socios y cargos. Dos denominaciones que contribuyen con sus aportaciones económicas a la formación política de la que son parte. Los primeros otorgan una cifra, no publicada, destinada al sostenimiento económico del partido. El importe de esta la fija el Consejo Nacional, a iniciativa de la Dirección Ejecutiva Nacional, a propuesta del responsable de Finanzas. El impago durante 12 meses conlleva la baja del asociado.

Como también ocurre en otros partidos, los cargos públicos “que obtengan una remuneración como consecuencia de resultar elegidos en cualquier contienda electoral” tienen la obligación de hacer aportaciones económicas. Lo mismo ocurre en el caso de los que sean nombrados personal eventual o por ocupar cargos similares en instituciones privadas, según el Reglamento del PDeCAT. Este importe se realiza en función de los ingresos que perciban por el puesto.

La vida política de sus cargos

En tiempos del independentismo catalán, los partidos de esta región y sus cargos han vivido causas políticas diversas. En 2017, tras celebrarse el referéndum del 1 de octubre, los diputados del PDeCAT se ausentaron en varios plenos y comisiones del Congreso. Hay que recordar que las formaciones también reciben subvenciones por su presencia en las Cortes Generales.

En ese momento, había ocho parlamentarios y seis asesores, cuyo empleo quedó en riesgo y, de esta forma, sus sueldos en un período en el que la asignación constitucional básica era de 2.842 euros brutos mensuales, además de posibles complementos y la indemnización por ser de una circunscripción distinta a Madrid de 1.842 euros libres de impuestos. Es decir, salarios que podían llegar a más de 3.000 euros al mes, más la indemnización.

En la actualidad, todavía existen cargos políticos del partido en ayuntamientos e instituciones y seguirán trabajando en sus municipios, tal y como ha comunicado la formación. Es así gracias a la plataforma Ara Pacte Local, liderada por PDeCAT y que en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo consiguió 13 alcaldías como la de Mateu Comalrena en el Ayuntamiento de Gallifa (Barcelona), en el que cuenta con un sueldo de 33.505 euros anuales o Gerard Bajona en La Coma i la Pedra (Lleida), en el que se le retribuye 1.500 euros mensuales netos al 75% de régimen de dedicación.

Además, cuentan con unos 200 concejales y representación en varios consejos comarcales y en la Diputación de Lleida. En esta última institución con Maria Rosa Pujol como cuarta vicepresidenta y diputada de las Escuelas Especiales y con una retribución de 76.476 euros al año.