Carles Puigdemont considera que sigue siendo el president legítimo de la Generalitat de Cataluña y que la aplicación del artículo 155 de la Constitución no le afecta. Cesó en el cargo a finales de octubre, pero el digital catalán El Nacional le sigue llamando “el president Carles Puigdemont”. Al ser destituido, junto con todo su gobierno, dejará de cobrar 139.585 euros brutos que tenía asignado este año de sueldos público. No lo cobrará en su totalidad. Al igual que los consellers, que cobrarán la parte proporcional de unos 111.000 euros cada uno.

Como no acepta su destitución, Puigdemont, según este digital, entiende que no se le puede aplicar la condición de expresidente y por lo tanto, renuncia al sueldo, a la oficina con personal en nómina y a un chófer con vehículo. Es un ahorro considerable para las arcas públicas ya que el responsable de la oficina de los expresidents Mas y Montilla cobra 99.337 euros brutos al año, según el Portal de Transparencia del gobierno autonómico.

Puigdemont ha tomado esta decisión después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le diera este martes un plazo de diez días hábiles para decidir si solicitaba acogerse al Estatuto de expresidentes de la Generalitat y cobrar así la pensión que le correspondería, que estaría en torno a los 112.000 euros al año, una cantidad equivalente al 80% de su sueldo antes de ser cesado que podría cobrar durante los cuatro próximos años.

La ley catalana también establece que, cuando los expresidentes llegan a la edad de 65 años, tienen derecho a recibir una pensión vitalicia igual al 60% de la retribución que tenían cuando ejercían el cargo. Unos 84.000 euros anuales. Mariano Rajoy cobra 79.756 euros como presidente del Gobierno este año. Sin embargo, y a pesar de que el expresident ha renunciado durante toda su legislatura al sueldo de diputado, -no se puede cobrar dos sueldos públicos a la vez- sí se dará de alta para cobrar la asignación básica de los parlamentarios, 2.871 euros brutos mensuales, que le corresponde durante los meses que transcurran hasta la constitución del próximo Parlament, que tendrá lugar con toda probabilidad en el mes de enero.

"El Estado continúa siendo una máquina de humillar instituciones y ciudadanos", comentó Puigdemont, que se dirigió expresamente al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para recomendarle que dedique su tiempo "a recuperar el dinero perdonado del rescate bancario".

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Desmontando parte del pesebre de sueldos públicos del gobierno catalán.

Imagen. Agencia EFE (Toni Albir).