Grecia recorta, de nuevo, los sueldos públicos en más de 1.700 millones
El primer ministro, Antonis Samaras, expuso hoy oficialmente ante su gobierno el nuevo ajuste fiscal por 11.500 millones de euros para el bienio 2013-2014, que implica aún mayores costos sociales, impuesto por la "troika", la tríada integrada por el Banco Central Europeo, el FMI y la Unión Europea, con el objetivo de que Atenas pueda acceder a otro tramo de ayudas financieras.
Las medidas enunciadas por Samaras comprenden una reducción drástrica de salarios y pensiones, de subsidios para la asistencia sanitaria y aumentos de las tarifas de transportes públicos.
Según informa infonews.com, la lista de la reducción del gasto público será analizada el lunes, y consensuada, por Samaras (de Nueva Democracia, conservador) y los líderes de sus aliados en la coalición de gobierno, el socialista Evangelos Venizelos, del Pasok, y Fotis Kouvelis, de Izquierda Democrática.
El nuevo
ajuste fiscal aplicará un recorte de 4.600 millones de euros a las pensiones
estatales, 1.320 millones en salarios del sector público, 1.450 millones de
recortes en salud y 517 millones en los gastos de defensa. Otros 399 millones
serán por la supresión definitiva de los dos sueldos anuales complementarios, como hemos mencionado anteriormente.
A su vez, la controvertida puesta en disponibilidad, hacia 2014, de unos 30.000 a 35.000 empleados estatales, que recibirán el 75% de su salarios para quedarse en sus casas hasta que se jubilen, le ahorrará al estado griego 167 millones de euros.
Además, por primera vez se reduce un 12 por ciento los salarios de diplomáticos, militares, magistrados, médicos y otras categorías denominadas "especiales", cuyos ingresos no habían sido tocados hasta ahora.
Las reducciones serán retroactivas a partir del primero de julio pasado y se congelarán todos los ascensos de grado militares y policiales, con un ahorro de 165 millones de euros.
Al término de la presentación de hoy, Samaras reiteró lo dicho el jueves al Comité Político de su partido, en cuanto a que este nuevo ajuste fiscal "será doloroso pero es inevitable para que Grecia recupere credibilidad. Pero también será el último porque la sociedad griega no puede soportar más tales medidas de austeridad".
Los anuncios de Samaras generaron una reacción inmediata de policías, bomberos y militares de la Guardia Costera, que proclamaron una acción sindical que comenzó hoy mismo en el centro de Atenas.