Entrevistamos a Mario Conde, de Sociedad Civil y Democracia

'Hay órganos del Estado que se han transformado en lugares para que los políticos cobren un dinero'

Muchos jóvenes de veinte años, con capacidad de voto, solo conocen a Mario Conde porque sale de tertuliano en un debate televisivo y ha escrito libros. Pocos recuerdan que presidió el Banco Español de Crédito (Banesto) con 39 años.

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Mario Conde
Conde llegó a presidir Banesto con 39 años.
Como si se tratara de recuperar un proyecto inacabado. Mario Conde lo va a intentar de nuevo. La política es su sitio. Como si el paso por la prisión fuera una experiencia enriquecedora más en la vida de una persona. Llegó a ser la imagen de la ‘beautiful people’ española en los 80 y principios de los 90. Sacó matrícula de honor en todas las asignaturas de Derecho excepto un sobresaliente. Salir en los medios, escribir libros, tener una empresa, volver a sus aficiones...Todo está medido. Los leones de San Jerónimo le esperan.

Lo cierto es que poner en marcha Sociedad Civil y Democracia no va a ser fácil. No preside el partido, pero aspirar a ser el candidato en 2015. Quedan tres años y medio por delante para crecer hasta las próximas elecciones generales, darse a conocer, elaborar una estrategia y redactar un programa electoral. SCD tiene, al menos, la ventaja de ver cómo le ha ido a UPyD. Es la experiencia más reciente de una formación nacional que aspira a ser un alternativa al PP, al PSOE y a los nacionalistas.


Muchos jóvenes de veinte años, con capacidad de voto, solo conocen a Mario Conde porque sale de tertuliano en un debate televisivo y es escritor. Pocos recuerdan que presidió el Banco Español de Crédito (Banesto) con 39 años y que, según las malas lenguas, su intención de meterse en política fue abortada desde las dos fuerzas mayoritarias de este país. Es cierto que los padres de estos muchachos les habrán contado detalles sobre cómo acabó Conde entre rejas y cómo tuvo que vender gran parte de su enorme patrimonio para conseguir pagar una astronómica fianza. Hoy, entrar en la página web de Los Carrizos, su marca comercial de aceite de oliva y el nombre de la finca agrícola sevillana, es la mejor carta de presentación para un político que ni vive del partido, ni 'pasta' en lo público y eso que fue número uno de su promoción cuando llegó a ser abogado del Estado.


Seguro que convencer a la juventud va a ser clave para el éxito de esta nueva aventura. Eso sí, por lo pronto, el partido ya tiene su propia fundación, por si se puede rascar algo de financiación pública, como hacen todos los partidos. Se llama Fundación Civil.


Cuando todavía queda más de un mes para el Congreso del 6 de octubre y con las expectativas de asistencia desbordadas, Sueldos Públicos se ha interesado en conocer la opinión de Conde sobre algunos aspectos del salario de los políticos, el gasto público, el ahorro y la transparencia.

¿Qué opinión tiene de los privilegios de algunos cargos electos?


En general, la clase política con el paso del tiempo se ha ido construyendo un estatuto jurídico privilegiado, diferente al del resto de los ciudadanos. Y eso carece de todo sentido. Los políticos, administradores públicos, debería ser personas al servicio de la sociedad y parece que es la sociedad la que se encuentra a su servicio. Es tarea urgente derogar esos privilegios para que la relación políticos/sociedad civil recupere su verdadero carácter 

¿Qué le parece que más de 60 diputados cobren la indemnización del Congreso cuando tienen vivienda en Madrid? ¿Si su partido obtuviera representación parlamentaria, eliminaría la indemnización?


Eso es una irregularidad, pero puede llegar a ser muy seria. Se trata de dinero público que se abona para una finalidad concreta. SI esa finalidad no es real, no tiene soporte jurídico la entrega. Por supuesto que no concederíamos indemnizaciones de este tipo porque no tienen sentido ni económico ni jurídico.


Un cargo, un sueldo ¿Le parece justo?

Lo que me parece intolerable es que se engañe a la ciudadanía ocultando que algunos políticos cobran dinero público por varios conceptos. Estas artimañas forman parte de ese estatuto jurídico privilegiado. Hay órganos del Estado que se han transformado en lugares para que los políticos cobren un dinero. Esta situación es insostenible en todo momento y máxime en la actualidad, cuando le gente está sufriendo las consecuencias de una crisis debida, cuando menos en parte, a los propios políticos

¿Cree que los salarios de los cargos de la Administración central son bajos respecto de los de algunos alcaldes o presidentes autonómicos? ¿Cómo lo ve?

Necesitamos una administración pública eficiente e independiente al servicio de los ciudadanos. Eso pasa por tener cuerpos funcionariales eficientes, independientes y retribuidos adecuadamente. La retribución de los políticos debe ajustarse a los criterios de eficiencia y racionalidad, en abstracto y en comparación con lo que perciben otras personas al servicio de la Administración

¿Piensa que la futura Ley de Transparencia aportará algo de luz a la gestión pública o es mera propaganda del Gobierno?

La Ley anunciada no nos gustó nada. Presentamos una serie de propuestas de mejora. No hicieron ni caso. Actualmente, en su versión aprobada por el Gobierno, creemos que no añade nada y que es mera propaganda política.


¿Qué ofrece su partido en materia de transparencia?

La transparencia es necesaria, pero el asunto es más profundo. Queremos cambiar el modo y manera de ejercer el poder sobre la sociedad y eso incluye transparencia pero muchas cosas más.  


Dígame tres medidas inmediatas para ahorrar que el Gobierno actual no ha hecho.

La medida más inmediata pendiente es abordar la reforma en profundidad del modelo territorial del Estado. Me refiero a las Comunidades Autónomas. Todos sabemos que es un modelo ineficiente e insoportable económicamente. Pero los intereses políticos de partido impiden abordarlo en profundidad. Mientras esto no se aborde, las medidas no serán suficientes y se cargarán sobre las clases medias de manera injusta.

¿Cómo calificaría nuestra democracia? ¿Podría decir una palabra definitoria?

En realidad estamos ante una partitocracia dominada por dos partidos de ámbito nacional y dos -sobre todo- nacionalistas, que han generado una clase política que ha diseñado un sistema del que forma parte el sistema financiero y ciertos medios de comunicación social. Eso hace que la democracia sea más una palabra que una realidad, al menos en la dimensión que debería tener- La democracia reclama un soporte moral. Si eso falla -como falla- todo el edificio se resiente. Por eso el objetivo es caminar hacia un sistema de derechos y libertades reales para la sociedad civil y los individuos que la componen. Queremos una democracia de ciudadanos, no solo de partidos.


¿Liberal, socialdemócrata, democristiano? ¿Cómo se posiciona ideológicamente SCD?

A mi no me interesan las etiquetas. Eso pertenece al pasado. Me importan las ideas. Defiendo unas ideas que expongo con claridad. En el Congreso del 6 de Octubre se definirá la Ponencia Política del partido. Ahí se recogerán sus ideas fundamentales. Unos las etiquetarán de un modo y otros de manera diversas. Pero las ideas son lo que cuenta, lo que importa.

Junto con Izquierda Unida, con un modelo de Estado diferente y UPyD, su partido apunta a que habrá más voces en un futuro en el Parlamento que contrarresten las fuerzas tradicionales y los nacionalismos. ¿Cree que el bipartidismo nacional se ha acabado?

No es fácil acabar con el bipartidismos porque han establecido leyes para dificultar mucho el acceso de otros grupos. Pero la sociedad comienza a ser consciente de que esto limita realmente las libertades y disfraza la democracia. Un Parlamento más plural solo reflejará la verdadera pluralidad social. Esperemos conseguirlo por el bien de la sociedad civil. Hay que desterrar dos viejos axiomas: el del voto útil y del del mal menor. Gracias a ellos, entre otras cosas, hemos llegado hasta aquí.

¿Deben bajarse el sueldo la alcaldesa de Madrid, el alcalde de Barcelona, la alcaldesa de Valencia o el de Bilbao? Todos ellos cobran entre 90.000 y más de 100.000 euros, más que el sueldo de presidente de Gobierno. ¿Cómo abordaría su partido este asunto?

No se trata solo de casos concretos, sino de una verdadera reforma de la Administración Pública, derivada de un nuevo modo de entender el ejercicio del poder y de las relaciones entre la sociedad (que crea riqueza) y el Estado y sus funcionarios. Es una reforma que afecta a las funciones del Estado, a lo que se llama la Agenda del Estado, lo que debe hacer y no hacer, y a sus estructura, tanto central como territorial. En fin, una labor intensa pero decisiva.

Fuente de la fotografía.