El Ministerio de Hacienda recibe el segundo premio de la ONU sobre acceso electrónico de los ciudadanos

Diez claves para aplicar políticas de participación ciudadana

La ciudadanía deseosa de poder participar más activamente en la toma de decisiones exige a los poderes públicos mejores y nuevos canales de participación ciudadana. Os detallamos diez claves a modo de consejo para que las los representantes políticos “no mueran en el intento”.

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Participación ciudadana
Abrir la ventana a la participación ciudadana conlleva
aceptar fuertes críticas.

La ciudadanía deseosa de poder participar más activamente en la toma de decisiones exige a los poderes públicos mejores y nuevos canales de participación ciudadana. Os detallamos diez claves a modo de consejo para que los representantes políticos “no mueran en el intento”. Si quien lee este artículo ejerce un cargo público le recomendamos su lectura.


CONSEJO Nº 1 “PÓNGASE EN EL LUGAR DE LOS CIUDADANOS”

Sea empático y trate a los ciudadanos con respeto

En primer lugar, la institución pública ha de preguntarse ¿por qué los ciudadanos estarían deseosos de ser informados o de contribuir? Cuando los gobiernos y sus representantes no asumen el punto de vista de los ciudadanos, pueden tener expectativas irreales sobre sus respuestas. De allí que, a menudo, surge un sentimiento de decepción. Por otra parte, si los representantes públicos adoptan una actitud condescendiente hacia los ciudadanos, las relaciones con ellos se pueden tornar más difíciles, en lugar de mejorarse. Esto significa adaptar su lenguaje y su actitud hacia el público y hacer que la interacción instituciones públicas-ciudadano sea atractiva e interesante, cordial, honesta y sin condescendencia.


CONSEJO Nº 2 “CONSIDERE EL TEMA CON SERIEDAD Y FORMALISMO”

Llenar el municipio de kilos de folletos, panfletos y carteles no sirve para reforzar las relaciones entre la administración municipal y los ciudadanos

Para obtener buenos resultados en la aplicación de instrumentos o herramientas de participación ciudadana, las instituciones públicas deben preparar detalladamente las actividades de información, consulta y participación activa. Reforzar las relaciones entre instituciones públicas y ciudadanos, representa todo un trabajo -un trabajo interesante, incluso apasionante- que debe tomarse con seriedad.


CONSEJO Nº 3 “ADOPTE UNA POLÍTICA (HERRAMIENTAS Y MEDIOS) COHERENTE”

Tenga en cuenta que el fortalecimiento de las relaciones público-ciudadana es, ni más ni menos, una política en sí misma

Es un apoyo útil para la toma de decisiones del gobierno y para el proceso democrático. No sustituye la responsabilidad gubernamental en materia de toma de decisiones. No constituye una alternativa a las instituciones ni a los procedimientos formales de la democracia representativa, tales como los debates en el parlamento y las elecciones. Por el contrario, representa un importante complemento y se puede utilizar ampliamente como tal. Es por ello que las instituciones públicas deben de ser conscientes de que lo importante es el tipo de política que se implementa.


CONSEJO Nº 4 “SEA CREATIVO E IMAGINATIVO”

No existe solución o patrón a la medida para cada una de las  dificultades

Las relaciones instituciones públicas-ciudadanos varían de un municipio a otro. Es por eso que las instituciones públicas deben concebir sus actividades en función de sus situaciones y problemas y demostrar creatividad e innovación. Todo es más fácil, por ejemplo, si se hace uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ya que ofrecen oportunidades nuevas y apasionantes. Aunque, por el contrario, es importante que se tenga en cuenta que las instituciones están gravemente equivocadas si piensan que van a encontrar en las TIC la respuesta inmediata a todos sus restos y problemas.


CONSEJO Nº 5 “MEDIE, JUZQUE Y ARBITRE LOS CONFLICTOS DE INTERÉS”

Admita y controle el reto político de la diversidad de opiniones

¿Qué sucede cuando las Administraciones Públicas reciben aportaciones desde varias fuentes aportaciones contradictorias? Entonces, ¿a quién obedecer o seguir? La respuesta está en que las instituciones públicas descubran que, quizás, deben hacer todo a la vez: tienen que tomar decisiones y demostrar iniciativa, así como estar atentas al público. Tienen que tomar en cuenta intereses difusos y organizados, arbitrar entre los intereses existentes, tomando en consideración simultáneamente la continuidad y el cambio.


CONSEJO Nº 6 “MOTIVE E INVOLUCRE A SUS COLABORADORES”

Adopte una actitud abierta y participativa, tanto dentro como fuera de la Administración pública

Si las instituciones públicas piden a los ciudadanos hacer aportaciones importantes en la elaboración de una política, pueden también utilizar sus recursos internos para este mismo fin. La participación de los funcionarios o de agentes externos contratados para ello, así como de los ciudadanos, no significa que se renuncie al derecho de tomar decisiones. Significa tomar decisiones siguiendo caminos diferentes. Algunos miembros de la jerarquía interna de la institución pública pueden temer que la información y la participación a gran escala de los funcionarios públicos provoquen una mayor carga de trabajo y esfuerzos adicionales. En cambio, está demostrado que poco a poco se impregnan de una cultura interna de apertura, transparencia y compromiso que favorece, al fin y al cabo, el fortalecimiento de las relaciones entre instituciones públicas y ciudadanos.


CONSEJO Nº 7 “CUMPLA SUS PROMESAS Y COMPROMISOS”

El engaño y las manipulaciones se volverán contra usted. El éxito vendrá de la mano de la confianza

Si las instituciones públicas quieren fortalecer y/o aumentar sus relaciones con los ciudadanos, deben cumplir sus promesas. Fingir informar plenamente a los ciudadanos, pedirles su opinión, invitarles de manera activa a participar en la elaboración de una política sin hacerlo verdaderamente, no podrá sino decepcionar a los ciudadanos y volver más difícil su participación futura. Aunque se posean las mejores intenciones, las instituciones públicas pueden entramparse en promesas no cumplidas y ciudadanos decepcionados, ya sea debido a interrupción de iniciativas por falta de medios, o porque los responsables no han valorado correctamente lo que está en juego.


CONSEJO Nº 8 “TENGA MUY EN CUENTA EL FACTOR TIEMPO”

Se necesita de mucho tiempo si se quiere fortalecer las relaciones entre las instituciones públicas y la ciudadanía

Informar, consultar, motivar, sensibilizar o promover la participación son actividades que exigen tiempo y para las cuales no existe atajo. Digamos franca y llanamente las cosas: los ciudadanos no van a confiar más en la administración pública simplemente porque ésta empezó a involucrarlos en la preparación de una medida nueva. Asimismo, los ciudadanos no están en condiciones de participar en un proceso de toma de decisiones si no han tenido tiempo de familiarizarse con lo que está en juego y de elaborar sus propias propuestas.


CONSEJO Nº 9  “ACOSTÚMBRESE A RECIBIR FUERTES CRÍTICAS"

El debate, la crítica y la diversidad de opiniones forman parte de la democracia

Consultar o hacer partícipes a los ciudadanos en la toma de decisiones rara vez es síntoma de plebiscito o aplauso al gobierno de turno. En particular, si los ciudadanos han tenido pocas oportunidades de expresarse, pueden aprovechar esta primera oportunidad para manifestar su ira, desengaño o frustración. Lo mejor en estos casos es prepararse para descubrir que las ideas de los ciudadanos no coinciden exactamente con las suyas: después de todo, el objetivo perseguido es recoger las ideas de los ciudadanos.


CONSEJO Nº 10 “NO SE LO PIENSE, ¡ACTÚE AHORA!”

Más vale prevenir que curar

Tome la iniciativa y aproveche todas las oportunidades. No espere que su gobierno enfrente dificultades y esté obligado a reaccionar. Trate de impedir la aparición de problemas vinculados a una mala relación con los ciudadanos, no espere para actuar cuando estalle una crisis. Es fácil para los poderes públicos conservar la confianza de los ciudadanos, pero muy difícil recuperarla cuando se ha perdido.


Aún así, estamos viendo como los representantes políticos de nuestro país cada vez son más sensibles a este tema. Por poner un ejemplo, esta misma semana el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha sido galardonado con el segundo premio de las Naciones Unidas (ONU) en la categoría 'Mejorando la prestación de los servicios públicos' por su proyecto de participación ciudadana 'Acceso electrónico completo de los ciudadanos a los servicios públicos'. Según ha informado el Ministerio de Hacienda en un comunicado el proyecto busca "explicar los pasos para transformar la Administración General del Estado en una Administración Electrónica del Siglo XXI".