El Gobierno contrata a dos consultoras privadas para que analicen la salud de los bancos españoles
Los dos análisis privados evaluarán, por una parte, la resistencia del sistema a un fuerte deterioro adicional de la coyuntura económica (primera etapa) y, por otra, los sistemas internos de las entidades para clasificar, provisionar y medir los riesgos de sus carteras (segunda etapa). Ambos ejercicios están interrelacionados y se llevan a cabo bajo la coordinación del Banco de España.
Según fuentes de La Moncloa, las dos etapas del ejercicio de valoración independiente del sistema
bancario español progresan de acuerdo con los objetivos, fases y calendarios
previstos. Para la primera etapa del ejercicio se contrató a las consultoras Oliver
Wyman y Roland Berger, a quienes se ha encomendado identificar las necesidades
de capital que experimentaría el sistema frente a dos tipos de escenarios: Un
escenario base, reflejo de la situación que sería a fecha de hoy más probable;
y un escenario estresado donde se asume una coyuntura económica y una caída en
los precios de los activos inmobiliarios significativamente peores, con objeto
de calibrar la resistencia del sistema ante hipotéticos desarrollos negativos
extremos.
Los escenarios que se toman como referencia están en línea con los utilizados
por el FMI en la prueba de resistencia realizada en el marco del Programa de
Evaluación del Sector Financiero (FSAP, por sus siglas en inglés). La decisión
al respecto fue adoptada de forma conjunta por el Ministerio de Economía y
Competitividad y el Banco de España, una vez escuchados los miembros del Comité
Asesor, entre los que se encuentran representantes del BCE, de los Bancos
Centrales de Francia y Holanda y del FMI.
Este primer ejercicio consistirá en medir la incidencia de un hipotético deterioro de la situación económica sobre el conjunto de la cartera crediticia de las entidades, es decir, no sólo de la cartera inmobiliaria, sino también de los créditos a empresas y a particulares. La base será la información sobre los estados contables y regulatorios enviados por las entidades al Banco de España, así como cualquier otra disponible sobre las carteras crediticias de las entidades, su segmentación y calidad. La metodología de trabajo utilizará los modelos, estimaciones e hipótesis de las propias consultoras. En definitiva, se identificará la capacidad de resistencia de los bancos españoles, frente a un fuerte deterioro adicional de su cartera, en un escenario económico muy adverso.
Los resultados de estos trabajos deberán ser entregados por las firmas
consultoras a más tardar el próximo 21 de junio. Con dichos ejercicios se
obtendrán unos órdenes de magnitud de las necesidades agregadas del sistema
para hacer frente al escenario estresado y los grupos de entidades que son más
vulnerables a tal escenario.
Se obtendrán, por tanto, dos estimaciones independientes, ya que las consultoras realizan sus trabajos sin relación entre sí, utilizando sus propias metodologías y modelos. De esta forma, el resultado del ejercicio se plasmará en un rango de referencia.
Cuatro auditorías para la segunda etapa
También se han iniciado los trabajos de la segunda etapa del ejercicio de
valoración, que es de más larga duración. Estos trabajos los están llevando a
cabo las cuatro mayores firmas auditoras en España, Deloitte, PwC, Ernst &
Young y KPMG, distribuyéndose entre los 14 grupos bancarios en cuestión, sin
que ninguna de ellas pueda revisar entidades que haya auditado en los últimos
ejercicios.
El ejercicio consiste en la realización de un análisis individualizado y detallado de las carteras crediticias de dichas entidades, en el que se valorarán, entre otras cuestiones, la clasificación y los niveles de provisión de sus carteras crediticias. Los resultados de estos trabajos deberán estar disponibles el próximo 31 de julio. El Banco de España analizará la información fruto de estos trabajos y comprobará y exigirá, en su caso, las correspondientes necesidades de capital y/o provisiones de las entidades.