La importancia de la Administración Electrónica en nuestros tiempos
En sociedad avanzadas como la nuestra, parte del desarrollo social y empresarial se lo debemos a las nuevas tecnologías de la información (TIC’s). Hemos sido testigos de cómo, gracias al abaratamiento y la miniaturización de los ordenadores personales durante los últimos 30 años, nuestros hábitos de vida y comunicación interpersonal se han visto altamente modificados. En función de ellos, está apareciendo un nuevo tipo de ciudadano, el comunicador permanente, que está conectado (fundamentalmente mediante su smartphone) en tiempo real y que hace un uso muy intensivo de Internet.
En la última década, Internet se ha ido consolidando como un canal fundamental en la relación entre los ciudadanos y la Administración Pública, colocándose como el segundo canal de comunicación preferida, por detrás de contacto físico presencial. Internet ofrece la posibilidad de poseer una Administración Pública abierta las 24 horas del día, mejorando con creces la prestación de los servicios y trámites a los ciudadanos e incrementando las posibilidades de acceso a los mismos y la comodidad y rapidez en la tramitación administrativa.
Los beneficios de la utilización de la E-Administración son múltiples y de diversa índole: además de mejorar en la simple calidad de los servicios prestados, tiene un gran impacto en aspectos tan importantes como la eficiencia en el ahorro de costes, tanto para la propia Administración Pública como para las empresas que interactúan con la misma. Y no podemos olvidar que también redunda en la mejora de la transparencia y en su productividad; incluso en numerosas ocasiones favorecen la creación de nuevos nichos de negocio y ocupación.
En la situación económica actual donde uno de los objetivos prioritarios de las administraciones es la reducción y ahorro de costes, varios estudios resaltan la gran capacidad de estas tecnologías para conseguir reducciones importantes sin que ello afecte a la calidad de los servicios. Estos informes apuntan cómo la presentación de una solicitud electrónica en lugar de presencial viene a suponer una reducción del coste para las empresas del 94%. Dado que el 51% de los trámites realizados por los ciudadanos y el 82% efectuados por las empresas se hacen de forma electrónica, las investigaciones apuntan a que el uso intensivo de los 20 servicios más destacados de la Administración General del Estado supondrían un ahorro de más de 3.000 millones de euros al año.
Pero no sólo es eso, sino que el fomento de la Administración electrónica supone también una importante reducción en el impacto medioambiental, ya que conlleva una reducción del “papeleo” en los procedimientos y servicios públicos. Un ejemplo, en 2009, el Boletín Oficial del Estado decidió eliminar su versión impresa y redirigir su difusión vía Internet; pues bien, esa decisión ha supuesto a día de hoy un ahorro de 4,5 millones de kilos de papel, que equivalen a 50.000 árboles y la no emisión de 14.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Por otro lado, y como adelantábamos anteriormente, la utilización de los medios electrónicos por la Administración Pública mejora de la transparencia en la gestión pública. Una buena muestra de ello es la adaptación de procedimientos electrónicos en los servicios de contratación públicos (e-procurement). Según datos de la Comisión Europea, se calcula que las Administraciones de la Unión Europea hacen compras por el montante de 1,3 billones de euros y contactan con un total de 600.000 proveedores. Con referencia a este dato, España se encuentra en buen lugar, ya que la posibilidad de contratación vía Internet en las administraciones alcanzan el 85 %, es decir, 14 puntos porcentuales por encima de la media europea.
Riqueza y mejor gestión
Por último, podemos afirmar que la Administración Electrónica es una fuente de generación de riqueza y ocupación. Los medios electrónicos oficiales permiten poner a disposición de ciudadanos y empresas la información que recopilan, producen y custodian los poderes públicos, facilitando que la misma sea procesada y reutilizada por terceros con el objetivo de crear nueva información y nuevos servicios (Open Data). En España existe un importante número de empresas que utilizan esta información para su actividad empresarial diaria. La información usada por las mismas es fundamentalmente de tipo geográfico, económico, sociodemográfico o estadístico. El último estudio referente a este tipo de empresas calcula el volumen de su actividad empresarial entre 550 y 650 millones de euros.
En este sentido, la Diputación de Alicante, encabezada por el joven diputado de Modernización, Adrián Ballester, hizo público la semana pasada una importante apuesta de la entidad provincial en materia de Administración Electrónica. Bajo el nombre de Moderniza 6.0, la Diputación alicantina se enfrenta al gran desafío de adaptar toda la actividad de gestión administrativa de los municipios con una población menor de 20.000 habitantes a las enormes posibilidades que ofrece la tecnología a la hora de prestar mejores servicios de forma más eficaz y eficiente.
En definitiva, más allá del papel incuestionable que las nuevas tecnologías tendrán para el futuro económico y desarrollo competitivo de nuestro país, las Administraciones Públicas deben caminar al ritmo que le marque la ciudadanía. Las TIC’S llevan ya décadas realizando una importante labor de transformación social. Hoy en día somos una sociedad más informada, con mejor acceso al conocimiento y con una mayor facilidad de comunicación social.
Las Administraciones Públicas tienen el reto de intentar no ralentizar este creciente desarrollo social y empresarial de nuestra ciudadanía. Tenemos las herramientas y los profesionales para conseguirlo, tan sólo nos es necesaria la voluntad política de nuestros representantes.
Os ofrecemos un vídeo ilustrativo, rescatado en la red, sobre las ideas que hemos comentado en el artículo.