Para protestar por la "incalculable" deuda del Consistorio

Los trabajadores del Ayuntamiento de Madrid vestirán de luto todos los viernes

Los sindicatos señalan que Botella y su equipo "quieren responsabilizar a los trabajadores del Ayuntamiento de un agujero de más de 7.000 millones de euros, del cual los únicos culpables son los gestores de la Administración de este Ayuntamiento durante los últimos nueve años".

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Las organizaciones sindicales con representación en el Ayuntamiento de Madrid han informado de que se ha acordado, por iniciativa de los propios trabajadores del Consistorio, vestir de luto todos los viernes, para mostrar la "repulsa, indignación y disgusto" por la situación de las arcas municipales.

Según los sindicatos, esta situación es consecuencia de la "incalculable" deuda del Consistorio que se ha generado por la "pésima gestión" de los gobiernos municipales, primero de Alberto Ruiz-Gallardón y después de Ana Botella, "que han venido desarrollando con derroche y despilfarro en detrimento de los servicios públicos".

En un comunicado, han señalado que ahora, Botella y su equipo "quieren responsabilizar a los trabajadores del Ayuntamiento de un agujero de más de 7.000 millones de euros, del cual los únicos culpables son los gestores de la Administración de este Ayuntamiento durante los últimos nueve años".

A juicio de las organizaciones sindicales, a esta situación se ha llegado debido al gran número de altos cargos que han introducido en el Ayuntamiento de Madrid "y que siguen entrando descaradamente pese a la crisis, cuyos sueldos superan en gran parte al de los ministros y hasta al del propio presidente del Gobierno".

A esto, han añadido "los desmanes y derroches materializados en obras suntuosas, alquileres millonarios de despachos y oficinas, palacios al servicio de sus propios caprichos y beneficio, teléfonos móviles, coches oficiales, mayordomos personales, entre otras cosas".

Desde la unidad sindical quieren llamar la atención de la población para comunicar que tanto los recortes como la subida de impuestos "no van orientados a subsanar la crisis sino a satisfacer las necesidades, caprichos y mantenimiento del estatus de la clase poderosa".