El sueldo de la directora de la OMS, Margaret Chan, es de 171.000 euros al año

Rajoy desoye a la OMS al recortar el gasto sanitario incluso con subida de impuestos

La decisión del Gobierno de Rajoy de recortar en 7.000 millones de euros el gasto en sanidad choca, a todas luces, con las directrices de la Organización Mundial de la Salud que defiende más impuestos en tabaco, alcohol y alimentos insanos y más gasto inteligente para frenar el despilfarro.

|
La decisión del Gobierno de Rajoy de recortar en 7.000 millones de euros el gasto en sanidad choca, a todas luces, con las directrices de la Organización Mundial de la Salud que defiende más impuestos en tabaco, alcohol y alimentos insanos y más gasto inteligente para frenar el despilfarro.

En 2010, la OMS ya advirtió que, para hacer frente a la creciente factura sanitaria que asfixia a los gobiernos, no es válido recortar las prestaciones médicas ya que la tercera edad cada vez es más numerosa en los países desarrollados y también en las potencias emergentes. Según la directora de la OMS, Margaret Chan, se puede y se debe aumentar el presupuesto en sanidad ya que los países cuentan con cierto margen, incluso para reformar el sistema impositivo. Pero la clave, dijo, está en mejorar la eficiencia: “Entre el 20 y el 40 por ciento del gasto sanitario mundial se pierde por la ineficiencia de los sistemas de salud”. En el punto de mira se sitúa el excesivo gasto en fármacos caros, la mala utilización de los sistemas hospitalarios y el exceso de pruebas médicas.

El sueldo de Chan es de 171.000 euros al año. Se incorporó a la OMS en 2003 y desde  entonces ha sido funcionaria importante de la agencia para la gripe pandémica y directora general asistente para enfermedades contagiosas. A finales de 2011, perdieron su puesto de trabajo 300 de los 2.400 empleados que tiene la Organización en la sede de Ginebra. La OMS maneja un presupuesto de 3.959 euros para este año y el que viene.

El Gobierno de Mariano Rajoy hace oídos sordos a las recomendaciones de la OMS porque aumenta los impuestos, pero a la vez, reduce el gasto sanitario.