Es nuestro deseo convertir a Suelos Públicos en un instrumento de uso cotidiano fiable para políticos, periodistas y lectores informados
Un político libre, un sueldo transparente
Sueldos Públicos
(SP) es el nombre de una realidad; transparencia y libertad, sus
apellidos. Este proyecto periodístico nacional más que nacer hoy, lleva
naciendo ya varias semanas. Poco a poco, con mucho esfuerzo e ilusión y
sin deudas.
Sueldos Públicos
(SP) es el nombre de una realidad; transparencia y libertad, sus
apellidos. Este proyecto periodístico nacional más que nacer hoy, lleva
naciendo ya varias semanas. Poco a poco, con mucho esfuerzo e ilusión y
sin deudas. Lo primero, aspirar siempre a hacer un trabajo bien hecho,
o al menos, sin engaños. Lo segundo, ser lo más honesto
posible, con nuestra conciencia, con el espíritu de la idea original y
con los valores aprendidos durante nuestra educación y formación. Lo
tercero, respetar al lector, asumir el código deontológico periodístico
y hacer de SP una sencilla y valiosa herramienta de consulta con afán
de servicio público.
Tras un periodo de incubación de muchos meses y pese a que la base de datos funciona a medio gas, decidimos salir al ruedo de la prensa digital ofreciendo al ciudadano, navegante de la red, un tipo de información muy concreta: los sueldos de los cargos públicos electos de nuestro país, la información que arrojan esos datos estadísticos comparados, casos de corrupción y el diseño e implementación de las políticas públicas que merezcan nuestro aplauso por ser ejemplo de buena gestión.
Es nuestro deseo contar las cosas siempre con veracidad, citando fuentes o remitiendo a ellas y convertir a SP en un instrumento de de uso cotidiano fiable, mas no infalible, para políticos, periodistas y lectores informados. Solo aspiramos a que con un par de clics el contribuyente conozca de manera sucinta y lo más exacta posible lo que gana el alcalde de su ciudad, el diputado de su provincia o un ministro. Es cierto que muchas administraciones ya son transparentes, pero, desgraciadamente, otras siguen siendo opacas y esconden los datos de los sueldos públicos. De ahí la ingente tarea de introducir todos los sueldos de los alcaldes y concejales de los más de ocho mil municipios de nuestro país. Por el momento, nos hemos fijado un objetivo más modesto y nos centraremos en las poblaciones de más de 50.000 habitantes. A la vez que completamos esa vastísima base de datos, SP invita a todos los políticos de España a que, de manera voluntaria, sean nuestros propios colaboradores y nos digan lo que cobran, las dietas que reciben y hagan así un ejercicio de transparencia y democracia participativa sin precedentes.
Si usted detecta alguna sección más vacía de contenido que otras, es, sencillamente, porque las administraciones públicas no son tan amables como dicen ser y han dejado la transparencia y los comportamientos democráticos embalados en una caja en el sótano. El derecho de sufragio universal concede a los ciudadanos la capacidad para elegir a nuestros representantes y nos permite echarles en cara que con nuestro esfuerzo pagamos su sueldo.
Eso sí, no somos perfectos, lo sabemos, y por eso, probablemente el lector detecte inexactitudes en la base de datos, cifras erróneas o desfasadas y hasta números incorrectos. Vaya por delante nuestras disculpas. No hay dejadez, ni mala fe, ni voluntad de criminalizar a los políticos. Somos conscientes de nuestras limitaciones. Que por ahora son muchas.
Este es un proyecto humilde, con afán de servicio público. Por eso mismo, si las deficiencias democráticas en España no fueran tan escandalosas, es obligación de la Administración Pública informar, de oficio, y sin trabas, de los sueldos de nuestros políticos. No siempre es así. Y por eso surge esta página. Para mejorar la calidad de nuestra democracia, mejorar los parámetros de transparencia y buena gobernanza y para, en definitiva, hablar más de presupuesto y gestión de políticas públicas y menos de sueldos disparatados, dietas astronómicas o casos de corrupción.
Si usted, lector, se considera partidario de la máxima intervención pública en los asuntos cotidianos de nuestras vidas, es posible que el toque liberal de este proyecto le chirríe. Ahora bien, ya sea usted fascista, comunista, conservador, anarquista, socialista o ateo, su bolsillo no entiende de ideologías y SP defenderá los intereses de los ciudadanos ante los poderes públicos. Quizá, solo por esto, vale la pena la andadura.
Tras un periodo de incubación de muchos meses y pese a que la base de datos funciona a medio gas, decidimos salir al ruedo de la prensa digital ofreciendo al ciudadano, navegante de la red, un tipo de información muy concreta: los sueldos de los cargos públicos electos de nuestro país, la información que arrojan esos datos estadísticos comparados, casos de corrupción y el diseño e implementación de las políticas públicas que merezcan nuestro aplauso por ser ejemplo de buena gestión.
Es nuestro deseo contar las cosas siempre con veracidad, citando fuentes o remitiendo a ellas y convertir a SP en un instrumento de de uso cotidiano fiable, mas no infalible, para políticos, periodistas y lectores informados. Solo aspiramos a que con un par de clics el contribuyente conozca de manera sucinta y lo más exacta posible lo que gana el alcalde de su ciudad, el diputado de su provincia o un ministro. Es cierto que muchas administraciones ya son transparentes, pero, desgraciadamente, otras siguen siendo opacas y esconden los datos de los sueldos públicos. De ahí la ingente tarea de introducir todos los sueldos de los alcaldes y concejales de los más de ocho mil municipios de nuestro país. Por el momento, nos hemos fijado un objetivo más modesto y nos centraremos en las poblaciones de más de 50.000 habitantes. A la vez que completamos esa vastísima base de datos, SP invita a todos los políticos de España a que, de manera voluntaria, sean nuestros propios colaboradores y nos digan lo que cobran, las dietas que reciben y hagan así un ejercicio de transparencia y democracia participativa sin precedentes.
Si usted detecta alguna sección más vacía de contenido que otras, es, sencillamente, porque las administraciones públicas no son tan amables como dicen ser y han dejado la transparencia y los comportamientos democráticos embalados en una caja en el sótano. El derecho de sufragio universal concede a los ciudadanos la capacidad para elegir a nuestros representantes y nos permite echarles en cara que con nuestro esfuerzo pagamos su sueldo.
Eso sí, no somos perfectos, lo sabemos, y por eso, probablemente el lector detecte inexactitudes en la base de datos, cifras erróneas o desfasadas y hasta números incorrectos. Vaya por delante nuestras disculpas. No hay dejadez, ni mala fe, ni voluntad de criminalizar a los políticos. Somos conscientes de nuestras limitaciones. Que por ahora son muchas.
Este es un proyecto humilde, con afán de servicio público. Por eso mismo, si las deficiencias democráticas en España no fueran tan escandalosas, es obligación de la Administración Pública informar, de oficio, y sin trabas, de los sueldos de nuestros políticos. No siempre es así. Y por eso surge esta página. Para mejorar la calidad de nuestra democracia, mejorar los parámetros de transparencia y buena gobernanza y para, en definitiva, hablar más de presupuesto y gestión de políticas públicas y menos de sueldos disparatados, dietas astronómicas o casos de corrupción.
Si usted, lector, se considera partidario de la máxima intervención pública en los asuntos cotidianos de nuestras vidas, es posible que el toque liberal de este proyecto le chirríe. Ahora bien, ya sea usted fascista, comunista, conservador, anarquista, socialista o ateo, su bolsillo no entiende de ideologías y SP defenderá los intereses de los ciudadanos ante los poderes públicos. Quizá, solo por esto, vale la pena la andadura.
Queremos ensalzar las virtudes de la profesión de político, como vocación y servicio público, pero hoy en día, sufrimos innumerables ejemplos de cargos electos que llevan más de 20 o 30 años seguidos pastando del presupuesto. Eso, permítanmelo, no puede ser. Queremos, en todo caso, buenos políticos, bien pagados y libres, con sueldos razonables, por supuesto, y transparentes. Con todo, solicito su colaboración.