La promesa de bajarse el sueldo fue una de las más repetidas por los llamados alcaldes del cambio en la campaña de las municipales de 2015. Incluso, muchos de ellos presumieron de ir a cobrar un “sueldo normal” frente a los privilegios de los alcaldes al mando. Pero, ¿qué queda de estas promesas dos años después de llegar al gobierno de varias grandes ciudades? ¿Han cumplido lo que dijeron?

En Madrid, el Reglamento Económico de los altos cargos de Ahora Madrid fijaba en 48.398 euros el sueldo anual bruto de la alcaldesa de la Villa de Madrid. Dos años después, el Portal de Transparencia del Ayuntamiento de Madrid confiesa que Manuela Carmena sigue cobrando lo mismo que su predecesora Ana Botella. Este año, serán 101.000 euros brutos sus retribuciones, es decir, lo que cobraba su predecesora más la subida del 1% del último año.

Ahora Madrid llegó a preparar una propuesta para rebajar el salario a todos los concejales pero nunca la llevó a Pleno ya que, según dicen, tenían constancia de que no iba a prosperar. Así, decidió mantener los salarios como estaban pero donar la diferencia entre los límites que fijaba el partido y el salario real a varias asociaciones. Algunos de sus concejales donan parte de su salario a los partidos a los que pertenecen: Izquierda Unida, Podemos o Equo son algunos de los destinatarios.

El caso de Ada Colau en Barcelona es similar: prometió limitarse el sueldo a 2.200 euros netos al mes (unos 44.000 euros brutos al año), pero su salario es de 100.000 euros brutos al año, el máximo legal, aunque ligeramente por debajo del de su predecesor Xavier Trías. No obstante, BCN en Comú sí llegó a llevar a Pleno una propuesta para rebajar los salarios de todo el ayuntamiento, pero la oposición no la aprobó. Así, Colau también dona la cantidad excedente de su límite salarial a diversas asociaciones.

Rebajas del 20 y del 25 por ciento en Valencia y Zaragoza, respectivamente

En Valencia, Joan Ribó se redujo el sueldo un 20 por ciento respecto a lo que cobraba Rita Barberá. El político de Compromís cobra actualmente 82.602 euros y, además, ha renunciado a las dietas que podrían corresponderle por representar al ayuntamiento. Barberá, por ejemplo, sí cobraba por acudir a las reuniones del consejo de administración del Puerto de Valencia. Ribó dona 677 euros al mes a su partido.

Pedro Santisteve prometió, incluso ante notario, que fue donde se firmó el Código ético de su partido, Zaragoza en Común, que no iba a cobrar más de 3,5 veces el salario mínimo, es decir, también unos 45.000 euros al año. Zaragoza en Común propuso una rebaja salarial del 25 por ciento, lo que ha dejado el sueldo de Santisteve en 75.750 euros brutos al año, 30.000 más de lo que había prometido. La diferencia entre ambas cifras la dona.

Por su parte, José María González, "Kichi", alcalde de Cádiz, decidió no cobrar como alcalde sino como diputado provincial, ya que ostenta los dos cargos. Como diputado provincial le corresponde un sueldo de 60.934 euros al año, que está muy por encima de los 3 salarios mínimos que prometió. La diferencia entre una y otra cifra la dona. Su predecesora, Teófila Martínez, cobraba como diputada nacional, por lo que tampoco percibía un salario del Ayuntamiento de Cádiz.

Finalmente, Xulio Ferreiro, alcalde de A Coruña, prometió cobrar como máximo 40.000 euros y percibe exactamente esos 40.000 euros al año tras rebajarse el sueldo en torno a 25.000 euros frente a su predecesor, Carlos Negreira, del PP.

De esta forma, sólo dos de los llamados alcaldes del cambio, Ribó y Ferreiro, cumplen a rajatabla lo que prometieron. Colau no tuvo el respaldo del Pleno ya que no sólo incluía la rebaja de la alcaldesa sino también del resto de concejales. En el caso de Zaragoza, la rebaja se ha producido, aunque ha sido menor de la anunciada. Y Carmena y "Kichi" no han aplicado ninguna rebaja respecto a los anteriores mandatarios.

Imagen: La Vanguardia (Emilia Gutiérrez) Colau y Carmena.