Los partidos políticos gastaron 44,3 millones de euros en la campaña electoral del pasado 26 de junio. Así lo indica el último informe del Tribunal de Cuentas, que indica que, del total, 25,8 millones se dedicaron a los gastos ordinarios de la campaña y los otros 18,4 millones de euros fueron para pagar el envío de propaganda electoral.

Los partidos, según el informe, contaban con más de 45 millones en recursos, de los que 11,7 millones procedían de aportaciones privadas, 22,8 millones de créditos de la banca, 14 millones de los adelantos de subvenciones electorales y7,3 de aportaciones realizadas por los respectivos partidos, fundamentalmente.

Las subvenciones de gastos se redujeron en 11 millones de euros respecto de la campaña del 20 de diciembre de 2015, ya que la mayoría de partidos apostaron por contener los costes debido a la repetición de elecciones en un periodo de seis meses. A pesar de que el gasto se redujo un 20 por ciento entre las dos citas electorales, hubo partidos que elevaron el gasto, sobre todo Podemos y sus socios parlamentarios de En Comú Podem, así como Compromís y ERC.

Recortes de PP y PSOE

Los grandes partidos recortaron gastos respecto de la campaña anterior, aunque fueron PP y PSOE los que más se ajustaron el cinturón. El PP desembolsó 12,25 millones de euros, cinco menos que seis meses antes, mientras que el PSOE recortó sus pagos hasta los 11,4 millones de euros, 2,3 millones menos que el 20-D. Ambos partidos anunciaron rebajas en torno al 30 por ciento respecto a la campaña de diciembre, que más o menos se cumplieron.

Curiosamente, si se suman al PP y al PSOE sus socios (PA, UPN y Foro al PP y PSC y Nueva Canarias al PSOE), el resultado es que el PSOE invirtió algo más que el PP enla campaña del 26-J (13,28 millones frente a 13,20 millones de euros). Pese al mayor gasto, el PSOE se tuvo que conformar con lograr 84 parlamentarios, 50 menos que el partido en el Gobierno.

Unidos Podemos aumenta la subvención recibida

En concreto, la coalición Unidos Podemos ha conseguido 4,5 millones de euros en gastos electorales (2,7 millones para pagos ordinarios y 1,8 para propaganda electoral), lo que supuso un incremento de 1,7 millones de euros respecto a lo logrado en la campaña del 20-D. La cuantía es mayor incluso si también se tiene en cuenta el millón de euros que obtuvo Izquierda Unida en las elecciones de diciembre, antes de sumarse a la coalición liderada por Pablo Iglesias.

Contando a IU, el incremento del gasto fue de casi 700.000 euros. No obstante, el gasto total fue algo mayor en diciembre, ya que IU dedicó 1,2 millones al envío de propaganda electoral, pero no obtuvo subvención para cubrirlo por quedarse sin grupo parlamentario. De esta forma, la coalición es el único gran partido que logró más subvenciones el 26-J, a pesar de tener peores resultados electorales.

Ciudadanos incumplió su promesa de rebajar un 10 por ciento el gasto

Ciudadanos también redujo sus gastos aunque en menor medida. A pesar de que pidió un recorte del 50 por ciento de los gastos de todos los partidos y luego anunció una rebaja de entre el 10 y el 15 por ciento, finalmente decidió gastar 6,4 millones en la campaña del 26-J, lo que supone un recorte inferior al cinco por ciento respecto de su presupuesto del 20-D.

Por su parte, En Comú Podem, Compromís y ERC también incrementaron ligeramente su gasto en la campaña del 26-J. El socio catalán de Podemos desembolsó 794.000 euros, un 30 por ciento más que en diciembre, mientras que Compromís dedicó 844.000, un siete por ciento más. En el caso de ERC, el incremento fue de un mínimo uno por ciento, hasta los 1,53 millones de euros.

Imagen: 20 Minutos.