¿Has visto a algún político hacer networking de verdad? Es posible que lo hagan pero con otra finalidad. En política “hay que hacerse amigo del que hace las listas electorales” como dice un conocido exministro. Pero eso no es networking. Eso es hacer la pelota para medrar y conseguir un cargo y un sueldo público.

Hay una nueva manera de hacer networking. Se llama Meetwork. Es una herramienta formada por empresarios y emprendedores que pueden ayudarte a alcanzar los objetivos que te has propuesto. La palabra networking viene del inglés. Literalmente significa ‘red de trabajo’, pero, en sentido amplio, supone ampliar tu red de contactos profesionales, comerciales y personales. Es una manera de evitar la técnica de venta conocida como ‘puerta fría’ y que arrastra experiencias desagradables tanto de comerciales como de clientes.

La base de un buen networking con Meetwork es la confianza: conocer, confiar, ayudar, compartir y crecer. A través de las reuniones, afterworks, simposiums, formaciones y encuentros personales, tienes la posibilidad de aumentar tu visibilidad ante el resto de invitados. Así, mejoras tu marca personal y empresarial. La clave está es compartir información, lanzar peticiones concretas para llegar a un cliente y recibir una posible referencia de calidad que te lleve hasta esa persona. Por lo tanto, antes y después de cada reunión hay un trabajo y un compromiso. No se viene a almorzar.

Otra de las ventajas de invertir parte de tu sueldo para que crezca el negocio es la oportunidad que te ofrece el networking para ampliar tu red de contactos entre firmas que ya operan con otros países o que están en proceso de expansión.

¿Qué necesito para ser un buen meetworker?

En esta vida, las cosas cuestan mucho de conseguir. Esfuerzo, dedicación, sacrificio y recompensa son palabras que suenan todos los días. Si quieres rentabilizar tu experiencia Meetwork deberás respetar la puntualidad de las reuniones; cuidar tu actitud con los demás compañeros; ayudar sin esperar nada a cambio; escuchar antes de dar una respuesta precipitada; hablar en positivo con el objetivo de resaltar las cualidades del resto de miembros del grupo; asistir a las reuniones, solicita tutorías si lo precisas y acudir a las jornadas de formación. Si eres una persona tóxica y negativa, lo mejor es que no vengas.