Imagínate que, de un día para otro, algunos datos de la nómina que te ingresan todos los meses son diferentes a los habituales. El que paga ha cambiado de nombre. Pero no porque un inversor privado o una multinacional haya comprado la compañía. Imagina que es la Administración Pública la que convierte tu sueldo privado en un sueldo público y nadie de la plantilla tiene detalles de la operación. Solo sabes que un político ha salido ante los medios de comunicación para decir que la decisión sería buena para ti, para tus compañeros y para el resto de la sociedad.

Pues la empresa privada es el Hospital General de Catalunya (HGC) y el político de turno es el consejero catalán de Salud, Toni Comín. Según el Portal de Transparencia de la Generalitat, su sueldo, que es público, asciende este año a 109.663 euros brutos. Son 14 pagas de unos 7.800 euros. No lo cobrará todo este año pero por muy poco. Fue nombrado consejero a mitad de enero. Imagina lo que puede ingresar en diciembre entre la nómina y la paga extra: Más de 15.000 euros. Recuerda que un ministro cobra este año algo más de 69.600 euros y el presidente del Gobierno casi 79.000 euros brutos.

¿Qué ha pasado? Pues que este viernes, Comín ha anunciado una oferta de nacionalización del Hospital General de Catalunya, que pertenece al grupo Quirónsalud. ¿Por cuánto? 50 millones de euros. La empresa privada argumenta que no ha recibido la propuesta formal sobre este asunto y encima señala que la cifra planteada por el consejero no alcanza ni para pagar la masa salarial que asciende a 61 millones de euros. Es decir, o es un farol, o hay asuntos políticos internos con puñaladas incluidas con otros partidos o a Comín le han asesorado muy mal. No te olvides, además, de la delicada situación económica de las cuentas de la Generalitat, intervenida de facto por la Administración General del Estado. A día de hoy, es poco probable que el Ejecutivo de Carles Puigdemont, que este año cobra 136.834 euros brutos porque ha renunciado a una paga extra, tenga liquidez para afrontar ese gasto.

“Es una solución buena para la empresa, buena para los pacientes, buena para los trabajadores y para la consejería. Todo el mundo sale ganando”, ha afirmado Comín en el acto de presentación de la campaña de vacunación de 2016. Por lo pronto, ahora es tiempo de negociar con Quirónsalud aunque las intenciones son evidentes: comprar el hospital a precio de saldo para que pase a formar parte de la red pública de hospitales de Cataluña.

Según Crónica Global, detrás de este anuncio hay maniobras entre Esquerra Republicana de Catalunya contra Convergència Democràtica de Catalunya y los facultativos del centro opinan que la propuesta no es seria porque “la consejería no tiene músculo financiero para financiar la operación”.

Apuntes biográficos

Antoni Comín i Oliveres nació en Barcelona en 1971. Es licenciado en Filosofía y Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Imparte docencia en ESADE, es miembro de varias fundaciones y colabora en medios de comunicación. Entre 2003 y 2006 fue diputado autonómico con el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Fue militante entre junio de 2011 y marzo de 2014. Se dio de baja e impulsó la asociación Socialisme, Catalunya i Llibertat. 

En 2015 se presentó a los comicios autonómicos con la candidatura independentista Junts pel Sí. Desde el 14 de enero es consejero de Sanidad con el Gobierno de Carles Puigdemont.Desconocemos la experiencia laboral o la formación académica de Comín en áreas de Ciencias de la Salud.

Imagen: Ara.