La fiesta de las Fallas de Valencia dan paso a la primavera y con ello el buen tiempo y la temporada de fuegos artificiales que se prolonga durante todo el verano y otoño en miles de municipios que celebran sus fiestas patronales y ferias. Y surge el dilema. ¿Qué podemos hacer con nuestras mascotas, en caso de que estas se aterren por el despliegue de tanta festividad? Es importante protegerlos y en este artículo veremos qué opciones tenemos para que no sufran innecesariamente. Por suerte, existen empresas con experiencia y conocimientos, como saliutas.it que colaborarán con este proceso y nos ayudarán a elegir los dispositivos más seguros para nuestras mascotas.

Los cohetes y la pirotecnia no sólo provocan estrés en nuestros animales, sino también que reaccionen de forma exagerada. Algunos pueden morder, otros incluso pueden escapar. La sensibilidad de sus oídos favorece este tipo de conductas no deseadas. Muchos incluso pueden terminar con vómitos, taquicardia e incluso causar muerte súbita. Para evitar estos finales fatídicos, nosotros junto con saliutas.lt hemos elaborado una lista de consejos para que puedas protegerlos.

Asimismo, vale aclarar que los fuegos no solo afectan a los animales. Estos pueden aturdir a personas con autismo, a nuestros adultos mayores y a pacientes terminales con distintas enfermedades y variantes oncológicas. Los sonidos fuertes o inesperados sucumben a este tipo de pacientes y producen efectos parecidos a los que sufren nuestras mascotas.

Pirotecnia silenciosa: La industria también nos ayuda

Las peticiones de los defensores de los animales buscan brindar una solución a la problemática y desterrar este contratiempo para siempre. Ya hace un tiempo, que en respuesta a esta queja, se viene desarrollando la idea de pirotecnia silenciosa. Los sensibles oídos de las mascotas podrían reformular su relación con los fuegos, si esto llega a confirmarse.

Esta idea de silenciar a los fuegos y cohetes puede resultar como la opción definitiva para cambiar el paradigma de esta problemática tan preocupante. Esta pirotecnia ofrece cualidades muy parecidas a la tradicional. Viene en distintos colores y con diversos formatos. La diferencia reside en que no explotan, sino que flotan en el aire hasta que desaparecen. Puede ser considerada como una simulación del fuego artificial clásico, pero sin tanta espectacularidad.

Los pasos que hay que tener en cuenta

Así como muchas personas optan por inclinarse por concienciar sobre este tema, otros siguen prefiriendo el ruido excesivo y la contaminación de nuestro medio ambiente. Es por eso que el primer paso sería preparar un lugar seguro para nuestras mascotas. En este sentido, es crucial contar con un refugio, donde estos se sientan cómodos y tranquilos. Allí podrán esconderse mientras nosotros los mimamos y calmamos. Es importante que haya buena circulación de aire y que puedan tener a mano tanto comida como agua.

También podemos destacar la ambientación de nuestro refugio. Podemos hacer énfasis en la importancia de la musicalidad para nuestras mascotas. La música es una herramienta que puede salvarnos en una situación como esta. Los perritos le prestan atención a la música y a los sonidos. Si logramos anteponer otro tipo de sonoridad, por sobre la pirotecnia, ellos podrán calmarse y guiarse por nuestra elección. El “dog channel” o los programas de naturaleza, pueden ser una gran opción.

Pasearlos puede ayudar a que nuestras mascotas desquiten su estrés. Tanto antes, como después de la hora pactada para los fuegos, sacarlos a dar una vuelta por el barrio, calmará las ansias de nuestros animalitos. Luego de su paseo, deberíamos encerrarlos en la casa. Con la conmoción del ruido, muchos terminan escapándose o golpeándose con elementos que encuentren en el camino. Es por eso que también recomendamos ponerles su collar con chapita, por si llegan a perderse en el momento.

La distracción, como ya vimos con lo musical, es un agente muy poderoso. Hacerlos jugar con alguna pelota o juguete, promueve a que no se enfoquen en el ruido. Durante este momento, también es vital que usemos nuestro cuerpo para calmarlos. Los mimos, las caricias, nuestra voz, también colaboran con todo el proceso. La comida, las golosinas, los premios comestibles, son todos instrumentos a tener en cuenta.

Si la situación se llega a complicar de más, es importante no desesperar. Debes demostrarle calma a tu animal, sirviendo con el ejemplo. Relájate y llévalo a un veterinario o refugio. Los especialistas pueden recetar algún medicamento o calmante. Un profesional, siempre podrá evaluar los pasos a seguir de forma correcta y sincera.

Es de suma importancia que nuestros animalitos se mantengan dentro de la casa. Hacemos énfasis en este punto para recordarte que las terrazas, los patios, las azoteas o los balcones, son lugares sumamente peligrosos para nuestros amigos. Al ruido de la pirotecnia se le suman los gritos de la gente, la música y un resto de contaminación sonora que probablemente haga enloquecer a tu mascota.

La importancia de no desesperar

Aún teniendo todo esto en cuenta, debemos comprender también que las circunstancias de este tipo de eventualidades, ha cambiado drásticamente en los últimos años. No solo se han desarrollado procesos muchísimo más seguros, sino que los avances tecnológicos tienen en cuenta las demandas populares. Desde la utilización de un botón o de un controlador vía bluetooth, para evitar quemaduras graves o accidentes innecesarios, hasta las explosiones y el ruido innecesario, se han ido modificando los formatos y los modelos de fuegos artificiales, con tal de cuidarnos a todos.

Si revisamos la historia, veremos que tanto los fabricantes, como las legislaciones o la concienciación social no estaban del lado de nuestras mascotas, tan solo algunos años atrás. Eso se ha ido modificando drásticamente. Hoy en día, podemos visualizar y comprender claramente que existe un síntoma común de colectividad y protección sobre los animales y nosotros mismos, que antes parecía imposible de imaginar. Esta ayuda seguirá evolucionando. Solo debemos aportar nuestro granito de arena y estar atentos a cualquier eventualidad que pueda llegar a surgir.