Recientemente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado el enésimo aviso con el que da a conocer un problema más con el Ibuprofeno. Dos de los genéricos más consumidos en nuestro país, concretamente el Pensa y el Arginina Normon, están experimentando graves problemas en lo que respecta al suministro.

Teniendo en cuenta lo necesario que es este medicamento para muchos ciudadanos, supone un duro revés, aunque no es la primera vez que se produce una situación de este tipo. Lo cierto es que la AEMPS, asociada directamente al Ministerio de Sanidad, a lo largo del último lustro ha emitido varios avisos como el que acabamos de describir.

Las roturas de stock de este y otros medicamentos genéricos son el pan de cada día de las farmacias de todo el país. Pero, ¿a qué es debido? Suele creerse que, cuando tiene lugar un escenario como este, el motivo reside en el aumento del sueldo que cobran los ciudadanos.

El mayor SMI no es un factor determinante

Recientemente, el Gobierno ha aprobado una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Así pues, es innegable que muchísimas personas que cobran el sueldo mínimo pasan a tener una mayor disponibilidad en términos monetarios. ¿Es este el motivo real del desabastecimiento de medicamentos genéricos? Ni mucho menos.

El SMI ha pasado de 1.080 a 1.134 euros brutos al mes, 14 pagas anuales. Es decir, hablamos de un aumento de tan solo 54 euros. Sin embargo, una Encuesta de Presupuestos Familiares realizada en el año 2016 por el Instituto Nacional de Estadística reveló que los españoles, de media, se gastan 76,3 euros no solo en medicamentos genéricos, sino también en productos de farmacia en general.

Como puedes ver, la influencia del incremento del SMI en la adquisición de medicamentos genéricos cuyo coste es bajísimo es prácticamente nula. Entonces, ¿qué es lo que está dando pie a que se produzcan cada dos por tres las temidas roturas de stock?

Precios cada vez más bajos 

Día tras día, son centenares de miles los españoles que recurren a un establecimiento físico o a una farmacia online de confianza para adquirir medicamentos. A diferencia de lo que sucede con el resto de productos a los que la inflación ha pasado una grave factura en forma de un aumento considerable de sus precios, con los genéricos lleva años sucediendo todo lo contrario.

El 1 de noviembre del pasado año, el Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García, anunció que revisarían a la baja los precios. El objetivo era claro: ahorrar una gran cantidad de dinero, lo cual llevan años consiguiendo. Y es que esta no es la primera reducción que lleva a cabo el Gobierno. Las cifras que barajan en el Ministerio de Sanidad son realmente buenas para las arcas del Estado. En concreto, calculan que el hecho de que muchos medicamentos genéricos pasen a costar menos dinero, derivará en un estratosférico ahorro de casi 218 millones de euros.

Para un ciudadano al que le ha subido el SMI, pagar 3,70 euros por el Ibuprofeno o abonar un total de 3,33 euros no le supone una gran diferencia, ya que tal vez adquiera una caja cada año. Pero, ¿qué sucede con un laboratorio que fabrica multitud de estos comprimidos a diario?

La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles ha vuelto a poner el grito en el cielo, dando a conocer una situación que consideran injusta: desde hace 41 años, a pesar de que el valor del dinero no ha hecho más que crecer -así como los sueldos de los ciudadanos-, todas las revisiones han sido a la baja, con lo negativo que ello acarrea para este tipo de empresas.

No es la única entidad que ha mostrado su descontento ante otra reducción de precios de las muchas que se han llevado a cabo en los últimos años. A la lista hay que sumar a la Asociación Española de Medicamentos Genéricos. En este caso, la AESEG se ha pronunciado diciendo que el escenario actual está provocando tensión en el sector. Y no es para menos, puesto que los umbrales económicos son tan reducidos que, según esta asociación, no es seguro que puedan seguir fabricando los medicamentos genéricos en un futuro.

¿Recuerdas que antes hemos hablado del Ibuprofeno? El listado va mucho más allá, abarcando también las alternativas biosimilares de la conocida bajo el nombre de teriparatida -fundamental a la hora de tratar la osteoporosis-, amén de algunos anticoagulantes que se administran por vía oral. Así lo indican los expertos de la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares.

A pesar del desabastecimiento que tiene lugar cada cierto tiempo y que previsiblemente irá a más con el paso de los años, todo parece indicar que el Gobierno continuará revisando los precios a la baja. Para los ciudadanos que ahora cobran un mayor SMI es una buena noticia, pero a los laboratorios se les está tensando demasiado la cuerda y es probable que termine rompiéndose.