29 asociaciones y organismos profesionales han participado en la “Lucha contra las campañas de desinformación en el ámbito de la seguridad nacional: propuestas de la sociedad civil”

​Se presenta un libro que propone la “alfabetización mediática” como asignatura en los colegios e institutos para combatir la desinformación

Iniciativa impulsada por la sociedad civil y el Departamento de Seguridad Nacional cuyo responsable tiene rango de director general y cobró casi 105.000 euros brutos en 2021


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Hasta 29 asociaciones y organismos profesionales han pedido hoy “transparencia, prevención, formación, coordinación y hasta la creación de una asignatura específica en todos los niveles educativos, desde primaria hasta bachillerato para combatir la desinformación. Lo han hecho este martes en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), en la capital de España durante la presentación del libro “Lucha contra las campañas de desinformación en el ámbito de la seguridad nacional: propuestas de la sociedad civil”. Puedes descargarte el libro a través de este enlace de la web de la APM. En el acto de presentación de la publicación, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, que ha intervenido en un vídeo, ha resaltado que "sin información no tendría sentido ir a votar, no tendría sentido la democracia, que es un sistema que basa su funcionamiento en ciudadanos informados", según ha recogido Europa Press.


Libro desinformación

Invitación a la presentación del libro.


Según la presentación, el libro es es el resultado de una iniciativa de cooperación público-privada impulsada por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) a finales del año 2020, con el objetivo de reunir a expertos de la sociedad civil pertenecientes a sectores implicados en el ámbito de la lucha contra la desinformación y a representantes de la Administración Pública competente, en un entorno colaborativo orientado a generar el máximo conocimiento sobre el desafío que suponen las campañas de desinformación en el ámbito de la Seguridad Nacional.


Según su página web, el DSN es el órgano de asesoramiento al presidente del Gobierno en materia de Seguridad Nacional. Mantiene y asegura el adecuado funcionamiento del Centro de Situación del Departamento de Seguridad Nacional para el ejercicio de las funciones de seguimiento y gestión de crisis, así como las comunicaciones especiales de la Presidencia del Gobierno. El libro está prologado por Miguel Ángel Ballesteros Martín, director del Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno. Según el Portal de la Transparencia de la Administración General del Estado, cobró 104.953 euros brutos en 2021.


La iniciativa de escribir esta obra se materializó con la convocatoria de participación por parte del DSN de expertos destacados de la sociedad civil, de reconocido prestigio y trayectoria, pertenecientes a distintos colectivos implicados: principales asociaciones de medios de comunicación y periodistas, verificadores, mundo académico, centros de pensamiento, organizaciones sociales y plataformas digitales.


Esta iniciativa de colaboración público privada, promovida por el Departamento de Seguridad Nacional, se enmarca en la estrategia de la Unión Europea para hacer frente a las campañas de desinformación, que se recoge tanto en el Plan de Acción contra la desinformación, de diciembre de 2018, como en el Plan de Acción para la Democracia Europea, de diciembre de 2020.


Para Ballesteros, “las campañas de desinformación constituyen una grave amenaza para la seguridad nacional. En los estudios prospectivos llevados a cabo en análisis de riesgos, las campañas de desinformación figuran entre los factores que presentan una tendencia a empeorar a corto y medio plazo. La Estrategia de Seguridad Nacional 2021 - “un proyecto compartido” incluye este fenómeno en el diagnóstico del panorama de amenazas para la seguridad nacional, por el amplio potencial que presenta para generar confusión informativa y desconfianza en las instituciones, así como para minar la cohesión social”.


El libro presentado este martes tiene 300 páginas y se puede descargar en formato PDF. A continuación, reproducimos parte de su resumen ejecutivo:


CAPÍTULO 1: “La desinformación: una amenaza a la democracia”

Las campañas de desinformación, debido a su potencial para corromper el debate público, erosionar la confianza en las instituciones, manipular a la opinión pública y condicionar la política exterior, representan una amenaza para las sociedades democráticas. De hecho, es una de las estrategias a las que recurren habitualmente las potencias extranjeras hostiles en operaciones de injerencia para socavar el buen funcionamiento de las instituciones. Para permitir identificar y poder combatir la desinformación es importante disponer de una definición precisa.


En este capítulo los autores se remiten a la definición del Comité de Expertos de Alto Nivel de la Unión Europea, que describe la desinformación como «la información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para inducir a error deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público».


CAPÍTULO 2: “Propuestas de regulación ante la desinformación”

La regulación de este fenómeno es extraordinariamente compleja y sensible, por cuanto se ven afectados elementos básicos del sistema democrático como son las libertades informativas de los ciudadanos, redes, plataformas y medios de comunicación. En este sentido, toda regulación española ha de partir de las importantes acciones y regulaciones que se vienen desarrollando desde la Unión Europea. En este capítulo se tiene muy cuenta la intensa labor de las plataformas y se valora el papel de los medios y verificadores, respecto de los que se apuntan posibles líneas de regulación. Se se proponen mejoras para la regulación institucional y orgánica en el ámbito de la lucha contra la desinformación, en la línea de una necesaria transparencia e integración de la sociedad civil. También se recogen propuestas de mejora relativas a las amenazas internacionales, a la ciberdefensa y a la cooperación con la UE. En el ámbito electoral, siguiendo recientes pronunciamientos del Tribunal Supremo, se brindan posibles mejoras, entre ellas, respecto de las competencias de la Junta Electoral, la publicidad electoral o en el ámbito más concreto de la protección de datos para las plataformas.


CAPÍTULO 3: “La alfabetización mediática, herramienta clave en la lucha contra la desinformación”

En un mundo cada vez más digitalizado, la alfabetización mediática desempeña un papel clave para contrarrestar el fenómeno de la desinformación, que, si bien no distingue por edad, ni estrato social, afecta particularmente a los grupos más vulnerables, como las personas en riesgo de exclusión social o quienes no tienen formación en competencias digitales. La alfabetización mediática e informacional es clave para que las personas puedan desarrollar su capacidad crítica y emitir juicios equilibrados a partir de la información que reciben. Los expertos participantes en este capítulo consideran imprescindible incluir la alfabetización mediática como una asignatura específica en el currículum académico en todos los niveles educativos. Es necesario dotar a los alumnos, en todos los niveles, de conocimientos sobre la repercusión de los mensajes para detectar, impedir su difusión y, en su caso, eliminar los discursos de odio y promover una cultura de encuentro, convivencia y paz.


Dentro de los objetivos estratégicos se insiste: la educación mediática debe incluirse como asignatura específica en el currículum académico de Primaria, Secundaria y Bachillerato. En línea con el Plan Integral de Cultura de la Seguridad Nacional, se debe concienciar a los ciudadanos sobre la trascendencia del acceso a una información a través de campañas de información a nivel estatal. En estas campañas educativas e informativas se debería contar con las organizaciones profesionales y con un grupo de supervisión permanente


CAPÍTULO 4: “Propuestas para combatir las campañas de desinformación en procesos electorales”

Las campañas de desinformación suponen una grave amenaza para los procesos electorales. Su peligro radica en su posible influencia en los resultados de unas elecciones y, sobre todo, en sus efectos estructurales como la polarización de la sociedad o la desconfianza y deslegitimación de los procesos e instituciones democráticas. La lucha contra la desinformación en las elecciones exige el trabajo coordinado de la sociedad civil y los servidores públicos del Estado a través de tres pilares esenciales: la información y transparencia, la formación o alfabetización mediática y la prevención. Se incluyen también recomendaciones sobre ciberseguridad destinadas a combatir la desinformación. La evolución de la tecnología y de nuestra propia sociedad exige una revisión constante de la materia. Por ello, una de las conclusiones incide en la necesidad de disponer de un foro estable de encuentro, contacto, comunicación y trabajo que permita enfrentarse a cada proceso electoral desde una perspectiva integral.


CAPÍTULO 5: “Principios para una estrategia contra la desinformación”

La desinformación, a granel o empaquetada en campañas, ha sido identificada como una amenaza que plantea riesgos, tanto a escala nacional como internacional, y cuya estrategia de neutralización requiere la definición de principios para el empleo de nuevas capacidades, que rebasan las que caracterizan los instrumentos convencionales hasta ahora disponibles. En este capítulo se trata de evaluar la gravedad de los daños que pueden causar las distintas modalidades de desinformación y de describir las medidas que, en aras de contrarrestarlas, ya están adoptando terceros países y agentes no estatales.


Recomendaciones sobre coordinación de la sociedad civil

  • Creación de una base de datos o repositorio de acceso público sobre contenidos desinformativos de índole electoral.


  • Coordinar y activar proyectos colaborativos de verificación durante procesos electorales. Se plantea explorar y consolidar iniciativas que integren a academia, verificadores, organizaciones de la sociedad civil, agencias de noticias, medios digitales, periódicos, radios, televisiones o medios especializados para verificar el discurso público y político en campaña electoral, y que cuenten con la colaboración de las plataformas sociales.


  • Desarrollar mecanismos de alfabetización sobre las campañas electorales. La educación cívica es el antídoto contra la desinformación. Por ello, el grupo de trabajo para la monitorización electoral, que se propone crear, asesorará en la elaboración de contenidos de alfabetización dirigidos a los electores para que les ayuden a identificar y verificar contenidos falsos en internet. Esta iniciativa irá dirigida a toda la población y podrá ser emitida en espacios similares a los que actualmente se reserva a la propaganda electoral en los principales medios de comunicación social y en las principales plataformas digitales.


  • Proponer el uso de serious games para impulsar la alfabetización en materia electoral y la identificación de desinformación de modo que se pueda alcanzar a colectivos que no participan aún de los procesos electorales (adolescentes) y que utilizan un lenguaje y unas narrativas audiovisuales diferentes.

Conclusiones

La Comisión de la UE ha señalado que “la democracia no puede darse por sentada. Necesita ser cuidada y protegida de forma activa” y que “el mantenimiento de la democracia exige una actuación más decidida para proteger los procesos electorales, conservar el debate abierto democrático y actualizar las salvaguardias a la luz de las nuevas realidades digitales” (Plan de Acción para la Democracia Europea de diciembre de 2020). La lucha contra la desinformación en procesos electorales exige el trabajo coordinado de todos y requiere involucrar de manera principal a la sociedad civil a través de tres pilares esenciales como son la transparencia, la educación y la prevención. Las herramientas para conseguirlo son diversas y en el presente trabajo se ha incluido un nutrido catálogo.


Se trata de medidas que van más allá del momento en el que se convoca un proceso electoral y que se extienden en el tiempo con la finalidad de construir un entorno en el que la desinformación tenga un escaso margen de maniobra. En ese sentido, el Grupo ha hecho especial hincapié en la necesidad de reforzar la información institucional y de ofrecer la mayor la transparencia posible en todos los aspectos relacionados con el proceso electoral. Sin embargo, la evolución de la tecnología y de nuestra propia sociedad exige una revisión constante de la materia.


Por ello, quizá, una de las conclusiones más relevantes de los trabajos realizados sea la necesidad de disponer de un foro estable de contacto, comunicación y trabajo que permita enfrentarse a cada proceso electoral. De este modo, el grupo de trabajo ha decidido formalizar su carácter permanente, y sus integrantes se han comprometido a volver a encontrarse de manera recurrente para analizar si es necesario adoptar nuevas miradas y nuevas medidas en futuros procesos electorales y, por qué no, para evaluar la implementación de las recomendaciones y propuestas realizadas.


La obra coral tiene un coordinador de sociedad civil: Félix Arteaga Martín, del Real Instituto Elcano) y un coordinador institucional: Departamento de Seguridad Nacional.