La cantidad depende de si eres alférez, alférez de fragata, sargento o soldado/marinero

​Esto es lo que cobra un reservista voluntario en el Ejército Español de indemnización diaria

La página web del Ministerio de Defensa detalla que la “indemnización” está calculada sobre el SMI diario



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La convocatoria parcial de 300.000 reservistas rusos para luchar en el este de Ucrania sigue dejando muchas incógnitas encima de la mesa que no se han resuelto. Una de ellas, como ya te explicamos hace unos días, es la falta de datos actualizados sobre los ingresos de Putin o su portavoz en el Kremlin, Dmitry Peskov. Otro es, comparando, qué recursos disponen las Fuerzas Armadas de España para hacer un llamamiento de esa magnitud. 


Por lo pronto, tan solo dos días antes del inicio de la invasión rusa en el Donbás, José Miguel Quesada González escribió un extenso artículo en Global-Strategy.org sobre la “Implantación fallida de los reservistas voluntarios en España. Una visión presupuestaria (2004-2021)”. Quesada es ingeniero superior industrial y capitán reservista del Ejército de Tierra español. Es máster universitario en Historia Militar de España y doctor en Paz y Seguridad Internacional:

“Llegada la recuperación, no sólo ninguno de los gobiernos ha vuelto a recordar la ambición inicial de contar con diez mil reservistas voluntarios, sino que la bajísima dotación presupuestaria y la escasa atención prestada está llevando esta capacidad militar suplementaria a la intrascendencia o, quizá, a la desaparición”.


Reservistas


Según la página web del Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles, los aspirantes a la obtención de la condición de reservista voluntario percibirán una indemnización calculada sobre el salario mínimo interprofesional diario. Esto afecta a los que tienen su estancia en los centros de formación, o en unidades, centros y organismos del Ministerio de Defensa, para la realización de la formación militar básica y específica, así como los reservistas voluntarios que sean activados para la realización de períodos de instrucción y adiestramiento o asistir a cursos de formación y perfeccionamiento.


El BOE explica que para 2022:

 “El salario mínimo para cualesquiera actividades en la agricultura, en la industria y en los servicios, sin distinción de sexo ni edad de los trabajadores, queda fijado en 33,33 euros/día o 1.000 euros/mes, según el salario esté fijado por días o por meses. En el salario mínimo se computa únicamente la retribución en dinero, sin que el salario en especie pueda, en ningún caso, dar lugar a la minoración de la cuantía íntegra en dinero de aquel. Este salario se entiende referido a la jornada legal de trabajo en cada actividad, sin incluir en el caso del salario diario la parte proporcional de los domingos y festivos. Si se realizase jornada inferior se percibirá a prorrata. Para la aplicación en cómputo anual del salario mínimo se tendrán en cuenta las reglas sobre compensación que se establecen en los artículos siguientes”.


  • Por lo tanto, y siempre según Defensa, para el personal aspirante para acceder al empleo de alférez (RV) o alférez de fragata (RV): tres veces dicho salario. Es decir, 100 euros brutos al día (99,9). Por lo tanto, son unos 3.000 euros brutos mensuales, sin contar los domingos y festivos.


  • Para el personal aspirante para acceder al empleo de sargento (RV): dos veces y medio dicho salario. Es decir, 83 euros diarios (83,3). Unos 2.500 euros al mes, sin contar los domingos y festivos.


  • Para el personal aspirante para acceder al empleo de soldado (RV)/marinero (RV): el doble de dicho salario. Es decir, casi 67 euros por jornada (66,6). Unos 2.000 euros, sin contar los domingos y festivos.


El personal reservista voluntario, durante el período de activación para prestar servicio, percibirá las retribuciones fijadas para los militares profesionales con empleo equivalente. Para los de tropa y marinería, las retribuciones serán las correspondientes a los militares profesionales, de empleo equivalente, con una relación de servicios de carácter temporal y que no tengan suscrito un compromiso de larga duración.


Durante el tiempo que estés activado en las Fuerzas Armadas como Reservista Voluntario, el Ministerio de Defensa le pagará una indemnización o un sueldo según el tipo de activación.


Ventajas

La web explica que “dependiendo de tu formación y de las titulaciones mínimas que poseas, puedes acceder como alférez reservista voluntario (Primer ciclo de carrera, licenciatura, diplomatura o grado), sargento reservista voluntario (Bachiller, FP o equivalente) o soldado/marinero reservista voluntario (EGB, 2º de la ESO o equivalente).


El tiempo que uno haya pasado como reservista voluntario será mérito para acceso a las plazas de la Enseñanza Militar de Formación y en los procesos de selección para funcionarios o personal laboral de las Administraciones Públicas.


El reservista tendrá Tarjeta de Identidad, que reflejará su condición y empleo, al adquirir la condición de reservista, y cuando esté activado usará el mismo uniforme que los militares en Servicio Activo del Ejército, Armada o Cuerpo Común en que se le encuadre, con un distintivo específico de Reservista Voluntario. Después de haber sido reservista voluntario y haber finalizado el compromiso adquirido se obtendrá el título de oficial , suboficial o soldado/marinero reservista honorífico.


Mantendrá una especial vinculación con las Fuerzas Armadas y quedará adscrito con carácter honorífico a la Unidad, Centro u Organismo donde hubieras servido y podrás asistir a los actos y ceremonias propias de ellas. El Estado corre a cargo de los gastos de desplazamiento siempre que sea activado. Formará parte de todas aquellas asociaciones de Reservistas organizadas conforme a la Ley.


Compromisos

El reservista puede elegir el Ejército, Armada o Cuerpo común con el que desea colaborar y el período de tiempo al que quiere extender dicha colaboración, en función de la disponibilidad y el grado de compromiso que quiera asumir. Esto supone mantener el compromiso de tres años, siendo posible firmar nuevos compromisos, siempre que no se superen las siguientes edades: Oficiales y Suboficiales: No alcanzar la edad máxima de 58 años; Tropa y Marinería: No alcanzar la edad máxima de 55 años.


Estar activado es ejercer el derecho reservista voluntario. Los reservistas voluntarios podrán permanecer, como máximo, en la situación de activado los períodos de tiempo que a continuación se expresan: Para participar en programas de formación continuada, treinta días al año; Para prestar servicio, el que a tal efecto se fije cuando sea aprobada la activación.


Esto puede incluir misiones en el extranjero que a tal efecto se fije en la autorización del Gobierno para la incorporación de reservistas voluntarios.


Conclusiones de Quesada

Quesada recoge sus conclusiones al final del análisis mencionado al inicio de este artículo: falta de interés, falta de presupuesto y abandono:

El planeamiento inicial ya era muy limitado. La reserva militar española, y su exponente principal, los reservistas voluntarios, fue configurada para responder a la profesionalización de las Fuerzas Armadas y el nuevo entorno estratégico surgido tras el fin de la Guerra Fría, duramente perfilado por los atentados del 11-S. En los primeros años de existencia se pensó en tener suficientes reservistas como para alcanzar el 8,5 por ciento —quizá el 17— de los efectivos profesionales, cantidad que ya era muy pequeña en comparación con el 37 por ciento de Francia —país cercano desde el punto de vista castrense y, en particular, de la organización de la reserva—, o el 30 por ciento de Reino Unido.


Las expectativas no se han cumplido, ni siquiera en la mejor época. A pesar de haberse propuesto un objetivo tan pobre, los esfuerzos realizados en la fase de crecimiento, entre los años 2004 y 2010 sólo permitieron llegar a 5.493 miembros, un 4,3 por ciento de los profesionales en activo. No hay duda de que no contaron con el apoyo económico debido porque, en el mejor de los ejercicios —2006—, el Ministerio invirtió en ellos el 0,15 por ciento de todo su presupuesto. Es la cuarta parte de lo invertido por los franceses, siendo el presupuesto español mucho menor que el suyo.


La causa raíz no fue nunca la falta de dotación. Es cierto que ésta, siendo muy baja, se desplomó al llegar la crisis económica. Pero el montante invertido en la reserva no sólo fue descendiendo en términos absolutos, sino también relativos, llegando al mínimo absoluto del 0,024% en los años 2014 y 2015.

Aunque la recuperación fuera un hecho en España desde 2017, no se ha intentado su sostenimiento, ni vegetativo, ni económico. Las convocatorias de plazas no cubren ni siquiera las bajas y el presupuesto actual es menor al 0,08 por ciento del gasto militar, una octava parte de la fracción francesa equivalente. Por lo tanto, esta capacidad militar sigue tan en recesión como en la época de la crisis económica severa, con lo que se considera probada la hipótesis de la investigación. 


España no ve en los reservistas un recurso imprescindible para atacar las amenazas surgidas en los últimos veinte años, como sucede con otros países europeos. Cuando llegó la crisis, lejos de reducir su número y presupuesto, Reino Unido y Francia los potenciaron para cambiar recursos permanentes por temporales, abaratando así los gastos de personal sin menoscabo de la operatividad. Desafortunadamente, España realizó en el momento de su implantación una tímida apuesta por los reservistas voluntarios para, a la primera dificultad, dejarlos caer. Se ha reflexionado sobre el modelo, pero lo más importante, garantizar el crecimiento y una dotación económica mínima, no acaba de llegar.


Quesada González, José Miguel (2022), «Implantación fallida de los reservistas voluntarios en España. Una visión presupuestaria (2004-2021)», Global Strategy Report, No 7/2022. (Las negritas no son del autor).