“Si soy elegido, no los congelaré, sino que bajaré los sueldos del presidente y de sus ministros en un 30 por ciento”. Prometió reducirlo si llegaba al Elíseo en 2012. El presidente de Francia cobra 14.910 euros brutos al mes. Fue una de las promesas del socialista François Hollande durante la campaña electoral de aquel año. Lo volvemos a recordar ahora que nuestro ‘vecino’ vuelve a estar en guerra décadas después de la independencia de Argelia. Derrotado Nicolas Sarcozy, en el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno, que por aquel entonces encabezaba el primer ministro, Jena-Marc Ayrault, se acordó rebajar un 30 por ciento los sueldos públicos del presidente de la República y del resto de ministros. El presidente del Gobierno de España cobra 78.185 euros brutos al año en 12 pagas de 6.515 euros. El año que viene será casi 79.000. 

Según informó el Elíseo en un comunicado en esas fechas, el salario del presidente y el del primer ministro pasaría de 21.300 euros brutos al mes a 14.910 euros. Eso deja el salario de Hollande en casi 179.000 euros anuales (12 pagas). La edición digital del diario El País ha informado este miércoles que son 178.000. Por lo tanto, el actual primer ministro, Manuel Valls, también cobra esos 14.910 euros brutos mensuales. Por su parte, el salario de los ministros quedó fijado en 9.940 euros. Con anterioridad cobraban 14.200.

El cambio, como explicó el portavoz gubernamental en su momento, precisó de una modificación de la Ley de Finanzas que no se aprobaría hasta pasadas las elecciones legislativas de junio de ese año, 2012, pero que tendrían carácter retroactivo desde el 15 de mayo.

En su momento, se dio la circunstancia de que los nuevos ministros de Hollande estaban cobrando un sueldo menor que los miembros del anterior Gobierno que seguían cobrando del Estado, al menos durante seis meses más.

Pese a esta rebaja salarial, la oposición cargó contra Ayrault y calificó la medida de ‘demagogia’ ya que el nuevo Gobierno tenía 14 miembros más y eso suponía un aumento del 65 por ciento de altos cargos que el anterior gabinete.

Además, el diario Le Monde, según explicó la Agencia EFE, desveló el contenido de un código deontológico dirigido a evitar el conflicto de intereses entre los miembros del nuevo ejecutivo que se estrenaban en el cargo. El texto incluye la renuncia a puestos ejecutivos locales que tuvieran antes de ascender al cargo, el rechazo de invitaciones privadas y regalos cuyo valor sea superior a los 150 euros, o la elección del tren como medio prioritario en viajes inferiores a tres horas.