Así funciona una fundación: La mitad de la subvención, en gastos de personal
Sabíamos que los partidos políticos crean fundaciones para rascar más subvenciones. También conoces el nido de corrupción que supone un parte de las centenares de empresas públicas que existen a nivel autonómico y local.
Sabíamos que los partidos políticos crean fundaciones para rascar más subvenciones. También conoces el nido de corrupción que supone un parte de las centenares de empresas públicas que existen a nivel autonómico y local. Somos conscientes de que, con la crisis, muchos gobiernos han reducido plantillas, se han quitado de encima enchufados aunque luego han sido colocados, han reducido costes y optimizado recursos. Hasta ahí, todo más o menos bien. Pero...
Te mostramos un ejemplo de lo que es crear y mantener un chiringuito con la excusa de conservar el patrimonio y lo que tú quieras. Resulta que la Fundación Jaume II el Just (Jaime II el Justo) tiene una subvención, según las cuentas de la Generalitat Valenciana de 595.580 euros en 2016. Si consultamos el Tomo V, Sección 09, Entidad 120 de los Presupuestos autonómicos para el año que viene llegamos a la conclusión de que la partida de personal ha aumentado un 3,36%. La plantilla nos costará 296.460 euros. La mitad, en pocas palabras.
¿Y qué narices hace esta fundación? Sueldos Públicos ha consultado la página web y también ha llamado por teléfono a las oficinas que tienen en Valencia. Nos explican que el grueso del presupuesto se destina a "mantener y conservar el patrimonio". Es una finca de 60.000 metros cuadrados, en la que está situado el Monasterio de Santa María de la Valldigna rodeado de campos de cítricos, en la comarca de La Safor, provincia de Valencia. Aunque se destinen 90.000 euros a actividades, como nos han reconocido, el dinero se esfuma en vigilantes y en personal de mantenimiento. Además, percibirá un aporte económico de 65.000 euros por ingresos propios. En total, las cuentas de 2016 serán de unos 660.000 euros.
Si consultamos la hemeroteca y nos remitimos a 2008, descubrimos que en ese año, la entidad arrastraba una deuda de nueve millones de euros -no con otras empresas, sino como agujero público- y redujo su presupuesto un 90%. La nefasta gestión fue cosa de Vicente Burgos, exgerente, colocado a dedo por el Gobierno del PP en 2003.
Resulta que hemos sacado este tema porque la síndica del Grupo Parlamentario Ciudadanos en las Cortes Valencianas, Carolina Punset, ha destacado esta semana que “la sociedad ha dicho "basta ya" al despilfarro, a los chiringuitos políticos y a que las instituciones estén al servicio de los partidos" y ha subrayado que “el dinero público es sagrado". Al respecto, ha explicado que el primer paso hacia la solución es “saber lo que hay”, ya que "la Sindicatura de Comptes ha advertido que hay muchos organismos que generan dudas en cuanto a que no existan duplicidades o gastos superfluos”". Ciudadanos, en un Comunicado, señala que Punset ha puesto como ejemplo "la Fundación Jaume II El Just, que destina 500.000 euros de los 660.000 de presupuesto a sus gastos de funcionamiento".
Se da la circunstancia de que las instalaciones y espacios del Monasterio han sido utilizadas con frecuencia para actos del PP. Cuando la Coalición Compromís ha solicitado formalmente el uso de ese inmueble, patrimonio de todos, el Gobierno, entonces ‘popular’, siempre les ha negado el uso.
Fines de la fundación
La fundación tendrá como objeto y fines esenciales de su actuación la recuperación, potenciación, puesta en uso y divulgación del patrimonio histórico valenciano, particularmente del Monasterio de Santa María de la Valldigna, fundado por el monarca Jaume II el Just, así como la organización de una serie de actividades culturales que coinciden en el tiempo con una importante fecha, el 700 Aniversario de la Fundación de la Valldigna en 1998.
También se promoverán todo tipo de actuaciones en el patrimonio artístico valenciano, divulgando la figura del monarca Jaume II, eje vertebrador de la Comunidad Valenciana, por cuanto durante su gobierno se produce la incorporación definitiva de Alicante al Reino de Valencia. Dichos objetivos se enumeran con carácter simplemente enunciativo y no limitativo, estando pues legitimada la Fundación para realizar cualesquiera actos o actividades relacionados con la finalidad cultural que impulsa su creación.
Según la última reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, el monasterio se consagra como “templo espiritual de todos los valencianos”.
Programación y Patronato
Si pinchas en el enlace observarás cómo el grueso de las actividades están destinadas a visitas guiadas, animación, teatro, muy enfocado para colegios y niños, con precios de 3 a 4,5 euros. Esta fuente de ingresos se une a la explotación agraria de los cítricos cultivados en la finca. Pero parece que los números siguen sin cuadrar.
Los órganos de la Fundación son el Patronato y el Consejo Rector. La página web no tiene activado ese enlace para conocer los nombres y apellidos de las personas que dirigen el ente. El presidente, nos aclaran, siempre es el conseller vinculado al área de Cultura, en este caso, Vicent Marzà. Nadie de los órganos cobra sueldos públicos.
Fuente de la fotografía. Vista parcial del monasterio.