Termina la legislatura, pero siguen los privilegios para los representantes del pueblo. Oficialmente, las Cortes están disueltas desde esta semana hasta mediados de enero, pero no por ello dejarán de cobrar los parlamentarios. Tanto los diputados como los senadores que forman parte de la Diputación Permanente mantienen su sueldo íntegro hasta que se constituyan las nuevas Cámaras.

Y los demás tampoco tendrán problemas económicos, ya que ambos tienen derecho a recibir una indemnización de transición. La de los senadores es de más de 8.300 euros brutos en un solo pago, a razón de 154 euros diarios desde este martes hasta el día anterior a las elecciones generales.

En el caso de los diputados, la cantidad no es fija, sino que supone un pago de su nómina correspondiente a 56 días, es decir, prácticamente recibirán el importe de dos mensualidades. Ambas Cámaras se han comprometido a publicar qué parlamentarios solicitan la indemnización de transición y el importe que les corresponde.

Indemnización por cese

Además, los diputados y senadores que no sean reelegidos en las próximas elecciones tienen derecho a recibir la llamada indemnización por cese si acumula más de dos años de mandato. La Mesa del Congreso estableció en 2008 que esta prestación sería de una mensualidad de la asignación constitucional (que actualmente es de 2.813 euros al mes) por cada año de mandato o fracción superior a seis meses. Como máximo se puede cobrar durante 24 mensualidades, lo que significa que pueden cobrar hasta 67.512 euros cada uno.

Esta indemnización es incompatible con cualquier otro salario público, por lo que sólo tendrán derecho a recibirla quienes no desempeñen otro puesto al dejar el Congreso o el Senado.

Además, las Cortes continúan pagando un complemento a la pensión de los ex parlamentarios para asegurarles la pensión máxima. Esto supone un gasto de algo más de un millón de euros al año para las Cámaras.

Fuente de la fotografía. Vista parcial de la fachada del Congreso de los Diputados. Madrid.