No lo busques porque no lo vas a encontrar. Tampoco está disponible un teléfono de contacto ni una dirección de correo electrónico en la página web del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para solicitar información sobre lo que cobran los altos cargos de este organismo adscrito al Ministerio de Defensa. Hablamos del sueldo público una directora con rango de secretaria de Estado y de un secretario general.

Resulta que estos días, el CNI es noticia porque han salido a la luz los casos de teléfonos móviles intervenidos a medio centenar de políticos catalanes independentistas a través del programa espía Pegasus entre 2017 y 2020 que gestiona el propio Centro. Algunos partidos de la oposición ya están pidiendo la cabeza de la directora, Paz Esteban, o de la misma titular del ministerio, Margarita Robles, quien durante la toma de posesión de Esteban como secretaria de Estado directora del CNI el 10 de febrero de 2020 decía:

“Todo el mundo debe saber que hay un control judicial y un control parlamentario que nos permite estar más tranquilos y que nos aseguran que se cumplen y se respetan las normas y los procedimientos”.

“Es muy importante que el CNI no se vea como el instrumento de un Gobierno o en clave partidista. El Centro, como lo son las Fuerzas Armadas son de todos los españoles y nadie tiene el derecho a sembrar la más mínima duda sobre la actuación e intervención de esos 3.000 hombres y mujeres del CNI”.

Es un extracto del discurso de Robles durante la toma de posesión de Esteban como secretaria de Estado directora del (CNI) el 10 de febrero de 2020. Desde julio de 2019, Esteban era secretaria general directora interina del Centro, en sustitución del general Félix Sanz, que pasó a la reserva.

Paz Esteban (CNI).

Según Robles, Esteban “es el ejemplo de una servidora del Estado, de una mujer que lleva más de 30 años trabajando en el Centro, que ha dado su vida por él, y que lo ha hecho de una manera eficaz, seria, responsable y callada. Éste es un hito más en su carrera de servicio a España y a los españoles”. Robles destacó que este nombramiento también era un “reconocimiento a los 3.000 hombres y mujeres que trabajan o han trabajado para la institución y que lo hacen “de una manera anónima sin ser reconocidos”, según un comunicado del propio ministerio.

La titular de Defensa ha reconocido que “le duele” las críticas, calumnias e injurias que se hacen contra el CNI. “Criticar y atribuir determinadas denuncias es muy fácil, porque nadie del centro les va a contradecir por ese deber de reserva, secreta y discrecionalidad”. Son valores que están en las antípodas de lo que una institución pública debería ser: transparente y con espíritu de rendición de cuentas, aunque en estos casos, siempre acaba imperando aquello de la “seguridad nacional”. Sin ir más lejos, el Consejo de Ministros aprobó este martes una reforma sobre el funcionamiento y la estructura de la Casa Real. La pregunta es ¿está en la agenda de La Moncloa aportar más luz y taquígrafos sobre los empleados del CNI?

Información solicitada por VOX

A finales de marzo, PSOE y Unidas Podemos evitaron que el Gobierno facilitara una información solicitada por VOX sobre los sueldos de los directivos del CNI. El partido que lidera Santiago Abascal registró una pregunta dirigida al Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre las retribuciones de los “cargos del CNI” en 2021 y si se les aplicó la subida del 0,9% aprobada para los funcionarios en 2021. Al final se rechazó tramitar esta pregunta argumentando que esta información solo se facilita en el seno de la Comisión de Secretos Oficiales. El problema es que esta comisión lleva tres años sin reunirse por lo que el CNI sigue esquivando el control de la Cámara Baja.

La directora del CNI tiene rango de secretaria de Estado y, según el BOE, este cargo cobró 14.224 euros brutos de sueldo en 2021; 23.121 euros de complemento de destino y 36.077 euros de complemento específico. Además, dos pagas extraordinarias de 2.645 euros cada una. En total, 78.713 euros.

Por ejemplo, la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, percibió 131.146 euros el año pasado, según el Portal de la Transparencia de la Administración General del Estado. En esa cantidad están incluidos 13 trienios de antigüedad por su condición de funcionaria y el complemento de productividad, que, según cálculos efectuados por este digital, y comparando otros cargos con idéntico rango, podría rondar los 40.000 euros. 

Este plus salarial lo concede el titular del departamento, la ministra de Defensa, Margarita Robles, siempre que haya recursos disponibles. Robles no disfruta de este complemento, ni de pagas extraordinarias. El año pasado ingresó 89.789 euros, incluidos 13 trienios. De lo que no hay duda es que todos los secretarios de Estado o altos cargos con este mismo rango que aparecen en el Portal de la Transparencia cobran más de 100.000 euros anuales, algunos de ellos, más de 120.000 euros sin ser funcionarios. Tampoco hay duda de que todos perciben el complemento de productividad, que es variable.

“Grado de secreto”

El CNI tiene presencia en España y también fuera de nuestras fronteras, en aquellos Estados en los que nuestro país tiene intereses políticos, económicos o vinculados a la seguridad, según explica la página web del ente.

Las actividades del CNI, su organización y estructura interna, los medios y procedimientos, su personal, sus instalaciones, bases y centros de datos, las fuentes de información, así como las informaciones o datos que puedan conducir al conocimiento de las anteriores materias, constituyen información clasificada con el grado de secreto.

Los objetivos del Centro son definidos por el Gobierno y aprobados anualmente por el Consejo de Ministros, y se plasman en la Directiva de Inteligencia. El CNI actuará bajo los principios de eficacia, especialización y coordinación, de acuerdo con los objetivos de Inteligencia definidos por el Gobierno.

Por lo tanto, la información sobre las retribuciones de los altos cargos, sus declaraciones de bienes y rentas o incompatibilidades no se hacen públicas.

Filosofía y Letras

Paz Esteban López nació en Madrid en 1958. Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. En 1983 ingresó en el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID). Fue analista y también jefa de departamento. En 2004, ya en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), fue nombrada responsable del órgano de coordinación de la Dirección de Inteligencia.

En 2006 ocupó la 2ª jefatura de la Unidad de Planificación, cuyo mando ejerció más tarde. Dos años más tarde fue nombrada jefa de la Sección de Estrategia y Planes en el Gabinete Técnico del secretario de Estado director del CNI. En 2010 ocupó el cargo de directora del Gabinete Técnico del secretario de Estado director del CNI. En junio de 2017 fue nombrada secretaria general del CNI.

El otro alto cargo del CNI es el de secretario general. Lo ocupa desde febrero de 2020 Arturo Relanzón Sánchez-Gabriel. Este ingresó en el CESID en 1989 y procede de las Fuerzas Armadas.