Todos conocen al popular juego de cartas donde la meta es llegar a 21 antes que tu oponente. Hoy en día podemos jugar este juego, pues hay muchas páginas que nos permiten probar al blackjack gratis desde nuestro hogar. Sin embargo, su origen es mucho más antiguo y, desde sus inicios, ha servido como un factor contribuyente a las economías locales. Hoy te contaremos el porqué.

Historia

La historia migratoria del blackjack es un registro revelador de muchos acontecimientos significativos que han dado forma a la cultura occidental contemporánea, desde la Revolución Francesa hasta el Imperio Británico, actual Reino Unido.

Hay pocos pasatiempos que se hayan mantenido durante tantos siglos y en tantos lugares diferentes. Los principios fundamentales del blackjack, incluso frente a las numerosas modificaciones de los casinos de internet, se han mantenido relativamente constantes desde que se utilizaba para pasar el tiempo durante los siglos XV y XVI.

Hay varios países que se disputan el título de inventor de este juego de cartas, que originalmente se jugaba en pequeños tableros de madera. En el siglo XV ya se jugaba en Italia al "Treinta y uno", que tenía una energía similar a la del 21. La primera descripción confirmada de este juego no pretendía elogiar su excelencia, sino que apareció en un sermón incendiario pronunciado por San Bernardino de Siena en 1440.

El francés François Rabelais escribió sobre el juego en 1546 en su relato "Gargantúa y Pantagruel". Unos años más tarde se publicó la "Novela de Rinconete y Cortadillo" de Miguel de Cervantes. En la novela ya se le llamaba "veintuna", una forma muy conocida en Francia. El célebre escritor de Alcalá de Henares, que hace honor a la picaresca española, no sólo habla del juego, sino que instruye a los lectores sobre cómo hacer trampas. Posteriormente, el 21, como muchas otras cosas, comienza a transitar después de la Revolución Francesa.

La fiebre del oro

La cuestión es que este juego llegó al "nuevo mundo", y encontró su camino en la tierra de las posibilidades. La fiebre del oro en California fue una situación ideal para que el 21 se profesionalizara en juegos organizados en los primitivos casinos, que eran salones.

En el siglo XIX, cuando los colonos franceses llegaron a Estados Unidos y empezaron a influir en Luisiana, hay pruebas de que en torno a 1823 se utilizaba el término "21" en la ciudad de Nueva Orleans, lo que tiene sentido porque era el centro de la cultura francesa americana de la época, algo muy notorio hasta la actualidad  pues aún se celebran festividades como el Mardi Gras.

Eleanore Dumont, más conocida como Madame Moustache, fue una de las pioneras del juego blackjack en Estados Unidos. Dumont, cuya procedencia se desconoce y que puede ser o no francesa, trabajó como crupier en Los Ángeles (California), pero acabó fijando su propio establecimiento en Nevada City, llamado "Vingt-et-Un" (21 en francés). Sin embargo, los días en el negocio del juego se acaban cuando se acaba el oro en Nevada.

En aquellos años de prosperidad, las salas de casino se expandían y la competencia llevaba a algunas de ellas a aumentar los incentivos para atraer a más jugadores. Cuando un jugador consigue un total de 21 con una J (jota) de tréboles o picas (negra) y un as de picas, la carta más alta de la baraja, se le paga 10 veces su apuesta. Como resultado, se acuñó la frase blackjack, que se ha mantenido en Norteamérica y en muchos lugares del mundo.

El juego era clandestino en Estados Unidos, ya que estaba prohibido. En 1931 se autorizó el juego en Nevada y estallaron los casinos de Las Vegas, lo que aún hoy continúa y lo convierte en uno de los destinos más populares del mundo.

Casinos virtuales

En la década de los 90, con la llegada de internet, aparecieron los casinos en línea, trayendo consigo la versión digitalizada del blackjack, la cual se convirtió en uno de los juegos más populares por lejos.

¿Cuál es la función del blackjack desde una perspectiva económica?

Desde que el juego fue introducido en Estados Unidos, influyendo significativamente en la popularidad de los salones de juego, el blackjack se convirtió en un pasatiempo que ayudaría al desempeño de la economía, debido a que las personas iban a estos lugares a invertir su dinero en locales que empleaban personas.

Aunque fue prohibido por las autoridades americanas, eventualmente el juego volvió para quedarse en los casinos, lugares que también emplean a miles de personas, tanto en la nación norteamericana como en el resto del mundo.

Posteriormente, con su llegada a internet, ha tenido un efecto similar, pues los jugadores en territorios donde los casinos son legales también pagan impuestos y forman parte de la economía; al igual que los desarrolladores web y personal de atención al cliente detrás de los casinos online.

Sea en las tabernas medievales, en los salones del Lejano Oeste, en los casinos de Las Vegas o en una versión virtual, el blackjack ha sobrevivido con el tiempo y sigue contribuyendo a las economías locales de varias formas. 

Imagen: Pixabay.