Las jugadoras de LaLiga Iberdrola cobran, según convenio, 9,7 veces menos que los futbolistas de LaLiga Santander
El contrato con una dedicación parcial del 75% asciende a 12.000 euros anuales
En un intervalo de 48 horas hemos conocido varias caras de una moneda con amarguras dispares. Por un lado, este lunes se ha sabido que el Valencia Club de Fútbol no tiene liquidez para pagar las nóminas a sus jugadores y les ha ofrecido pagarés a un año. Por otro lado, el pasado sábado, 15 de agosto, día de la Asunción y festivo en España, se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el Convenio Colectivo para las Futbolistas que prestan sus servicios en clubes de la Primera División Femenina de fútbol. En este se trata aspectos como la jornada, los horarios, las vacaciones, reconocimientos médicos, modalidades de contrato de trabajo, condiciones económicas, entre otros.
En noviembre de 2019, las integrantes de la Liga Iberdrola, como se llama a la competición femenina, convocaron una huelga exigiendo un convenio que regulase su situación laboral. Un mes después, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y Futbolistas ON alcanzaron el preacuerdo para elaborar el que hoy es el primer convenio de fútbol femenino.
Partido entre el Barça y el Atlético de Madrid (Enterate24.com).
LaLiga es una asociación deportiva de carácter privado. Pero el convenio salarial tanto de las futbolistas de Primera División como de los futbolistas de Primera y Segunda División aparece publicado en el BOE. Además, decenas de clubs juegan en estadios de titularidad pública, como ya informamos en Sueldos Públicos y la LaLiga recibe subvenciones públicas. En este sentido, su presidente, Javier Tebas, cobró 2,1 millones de sueldo y 435.000 euros de variable en la temporada 2018-2019.
El salario de las futbolistas
Las negociaciones duraron tres meses, y pese a que el acuerdo estaba listo en febrero, la Unión General de Trabajadores lo impugnó. Ahora, una vez aprobado y publicado se pueden conocer sus cláusulas, como la del salario, que es la que más interés ha suscitado.
La renta mínima establecida en este documento es de 16.000 euros brutos anuales. Por su parte, el contrato a tiempo parcial (inferior al 75%) supone una retribución de 12.000 euros anuales. En octubre de 2019, la Cadena SER publicó que el sueldo medio de las jugadoras era de 17.000 euros anuales, según un informe realizado por los clubes para demostrar la situación de crisis del fútbol femenino.
En el documento también se incluyen las vacaciones anuales retribuidas de 30 días y la baja temporal cubierta al 100%. Sobre la maternidad, el acuerdo establece que, en caso de producirse en el último año de contrato, la futbolista tendrá dos posibilidades: renovar el contrato por una temporada adicional o no renovarlo.
Si comparamos, el Salario Mínimo Interprofesional en España es de 950 euros mensuales (14 pagas), mientras que la retribución mínima mensual de las futbolistas es 1.142 euros (14 pagas). Una diferencia de casi 200 euros.
Los futbolistas de Primera y Segunda División
Si comparamos la cifra que se ha establecido para las futbolistas con la de los integrantes de LaLiga Santander, comprobamos que no son muy paritarias. El Convenio colectivo para la actividad del fútbol profesional publicado en el BOE establece un salario mínimo de 155.000 euros hasta junio de 2020, con posibilidad de ser prorrogado. Esta cifra es 9,7 veces mayor respecto al salario femenino. Y el de los futbolistas de Segunda División es de 77.500 euros, 4,9 veces más que las futbolistas de LaLiga Iberdrola.
La diferencia no solo se observa en el sueldo mínimo, también es visible en los niveles más altos de las ligas española y de igual forma a nivel internacional. Por ejemplo, el jugador mejor pagado, Lionel Messi, recibe 130 millones de euros anuales, según BlogBankia. Mientras que la futbolista Ada Hegerberg, la mujer mejor pagada percibe 400.000 euros anuales.
El fútbol profesional produce unos ingresos de 15.688 millones de euros, esto equivale al 1,37% del PIB en España, según La Vanguardia. Además, la Primera y Segunda División da trabajo a 185.000 personas. Todo esto sin tener en cuenta las consecuencias económicas que tiene sobre sectores como la restauración o la hostelería.
Los políticos españoles
La diferencia con las asignaciones de nuestros políticos también es bastante evidente. Por ejemplo, el Ministerio de Trabajo y Economía Social es el que ha publicado el convenio en el BOE. Su responsable, Yolanda Díaz, tiene un sueldo asignado de 74.858 euros anuales, lo que equivale a 4,7 veces el salario mínimo de las futbolistas.
El sueldo de los cuatro vicepresidentes tampoco tiene nada que envidiar al de las deportistas. Su sueldo es de 79.746 euros anuales, casi cinco veces más que las jugadoras. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, percibió 83.080 euros anuales en 2019, 5,2 veces la retribución de las futbolistas. Unas cantidades que no tienen nada que ver con la de las deportistas de élite.
El sueldo mínimo garantizado para un jugador de fútbol profesional de la Primera División supera con creces lo que puede llegar a cobrar un secretario de Estado del Gobierno de España. En 2019, dos de ellos, del círculo más estrecho de Sánchez en La Moncloa, cobraron 126.000 euros brutos gracias al complemento de productividad. En cambio, el sueldo mínimo de una jugadora profesional equivale más bien al de una auxiliar administrativa en la empresa privada.
El convenio
En la negociación del documento han participado por un lado la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Futbolistas ON y la Federación Estatal de Servicios, Movilidad y Consumo de la Unión General de Trabajadores. En el acuerdo del fútbol femenino se abordan temas como el acoso laboral y la violencia de género. Sobre este último se prevé que en los casos que una jugadora haya sufrido cualquier acto de violencia de género se proporcionarán ayudas como la adecuación del horario o ayuda económica.
El convenio también establece la creación de un programa de recolocación para las futbolistas. Este se encargaría de, a través de una comisión, llegar a acuerdos con entidades para el momento en el que termine la carrera deportiva de las futbolistas.