El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha anunciado este martes que Jordi Pujol ha renunciado al sueldo y a la oficina a los que tiene derechos como expresidente del Gobierno catalán.

Según ha dicho, ayer se reunió con él y ambos acordaron, a propuesta de Pujol, que renunciará a estas prerrogativas y también a los puestos honoríficos de presidente fundador de CDC y de CiU

También ha desvelado que se reunió con él el mismo viernes y en esa ocasión Pujol le dijo que no volvería a ninguna de las reuniones de CDC ni de CiU y que sus distinciones honoríficas en los partidos estaban a disposición de la dirección, según Europa Press.

Ayer contábamos que Pujol, que acaba de confesar que ha ocultado a Hacienda dinero en cuentas de Andorra, tiene derecho a cobrar una pensión vitalicia equivalente al 60 por ciento del salario del presidente autonómico.

A día de hoy, esta pensión asciende a algo más de 82.100 euros al año, es decir algo más de 5.860 euros al mes, y algo más de lo que cobra Rajoy como presidente del Ejecutivo. El diario ABC cifra esta cantidad en 86.416 euros.

Esta pensión vitalicia quedó establecida por el Estatuto* de los expresidentes de la Generalitat, aprobado en el año 2003. Dicha ley, firmada por el propio Pujol en su último año como presidente, también fija la asignación que cobran todos los ex dirigentes autonómicos, que equivale al 80 por ciento del salario del presidente. En su artículo 2 se señala:

Las personas que han ejercido el cargo de presidente o presidenta de la Generalidad tienen derecho a percibir, por un período equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo y, como mínimo, por una legislatura, una asignación mensual equivalente al 80% de la retribución mensual que corresponde al ejercicio del cargo de presidente o presidenta de la Generalidad.

Ha cobrado 109.467 euros al año desde que Mas fue elegido presidente

Esta asignación se percibe durante la mitad del tiempo que el expresidente ha ostentado el cargo. Dado que Pujol fue presidente durante casi 23 años, la habrá recibido durante algo más de 11 años. Como dejó la Generalitat en 2003, ha percibido esta retribución, que asciende a 109.467 euros desde que Mas llegó al Govern, hasta este mismo año. El único expresidente que ha renunciado a esta asignación ha sido José Montilla, que desistió su cobro cuando se incorporó al Senado.

Aunque la ley catalana establece ambas pensiones, no habla de posibles causas de pérdida ni de la asignación ni de la pensión vitalicia, por lo que, salvo que la propia Generalitat lo apruebe, seguirá cobrando hasta su muerte. Además, en caso de fallecimiento, su esposa recibirá una pensión de viudedad equivalente a la mitad de la pensión vitalicia, es decir, cobrará una pensión igual al 40 por ciento del salario del presidente autonómico en ese momento.

Al margen de la asignación y la pensión vitalicia, los tres expresidentes tienen derecho a una oficina, cuyo director es uno de los cargos catalanes mejor pagados. Cada uno tiene un salario de 90.788 euros.

*Estatuto de los expresidentes de la Generalitat