El pasado mes de junio, CC.OO. remitió a Estadística una propuesta para diseñar un indicador con el que medir los precios del trabajo. La idea es que se pueda comprobar la evolución real de los salarios, sin tener en cuenta, por ejemplo, el efecto que tiene sobre ellos las variaciones en el empleo.
El INE ha incluido este posible indicador en su programa anual de 2014 y el grupo de estadísticas laborales del organismo está estudiando su diseño.
En todo caso, las fuentes consultadas han explicado que se está en una fase muy inicial y que, para la puesta en marcha de este indicador, se requeriría en última instancia un dictamen positivo de la Comisión Permanente del Consejo Superior de Estadística.
Para CC.OO., un indicador de esta naturaleza es importante de cara a descontar el efecto composición del empleo en las estadísticas salariales para tener una visión "veraz" de la evolución de los salarios en nómina.
La propuesta que en su día hizo el sindicato a Estadística pasa por construir un nuevo indicador a partir de los datos salariales procedentes de la Agencia Tributaria incluidos en la Muestra Continua de Vidas Laborales.
Opinión del Banco de EspañaRecientemente, el Banco de España publicó un artículo en el que señalaba que el proceso de moderación salarial que se inició en 2010 "podría ser algo más intenso" de lo que indican las estadísticas agregadas sobre costes laborales.
La institución que gobierna Luis María Linde explicaba en ese artículo que los salarios crecieron en términos reales durante la fase inicial de la crisis, en parte por las variaciones registradas en la composición del empleo.
Así, apuntaba que la crisis ha provocado un mayor peso relativo de los trabajadores con mayor formación y experiencia, quienes en promedio perciben salarios más elevados. A partir de 2008, coincidiendo con el inicio del proceso de destrucción de empleo, el efecto de la composición del empleo sobre los salarios empezó a aumentar "de manera significativa", según el Banco de España.
Concretamente, calculaba que las variaciones en la composición del empleo habrían contribuido en 1,3 puntos porcentuales cada año del periodo 2008-2012 al incremento de las bases de cotización, lo que resulta "coherente" con el mayor peso relativo de los trabajadores con mayor remuneración media durante la crisis.
En este sentido, el organismo señalaba que los cambios en la composición del empleo registrados desde 2008 han sido "muy intensos" y, en general, "han estado sesgados hacia una pérdida importante del peso relativo de aquellos grupos con menores niveles salariales".