El Gobierno autoriza pagos por 774 millones para aligerar el prototipo, que no podría flotar

El culebrón del submarino “obeso” en el que España ha sumergido 1.300 millones

La construcción del modernísimo submarino S.80 va camino de convertirse en una odisea para los astilleros públicos y, a la vez, de vaciar más de lo previsto las arcas públicas.

|

Submarino
El techo de gasto. del programa de construcción de los S-80 era de 2.135 millones de euros
La construcción del modernísimo submarino S.80 va camino de convertirse en una odisea para los astilleros públicos y, a la vez, de vaciar más de lo previsto las arcas públicas. Hace unos días, el Gobierno tuvo que aprobar una ampliación de crédito de 774 millones de euros dedicados a “completar la financiación del programa de construcción de los S-80 por parte del Ministerio de Defensa”.

Detrás de esta frase tan aséptica recogida en la referencia del Consejo de Ministros se esconde una historia peculiar, que comenzó con el fallo de la primera unidad (S-81) por parte de alguno de los técnicos de Navantia. Por algún problema en el pesaje del prototipo no se detectó que el submarino era demasiado “obeso” para no hundirse. Ahora la prioridad es aligerar el primer buque para poder utilizarlo cuanto antes.

El retraso en la llegada del primer submarino de la gama S-80 podría obligar al Ministerio de Defensa a poner al día al actual Tramontana, que esperaba ser dado de baja en 2016. Ahora, parece que tendrá que esperar a 2018.

En 2014 se entregarán 208 millones de euros

El techo de gasto del programa de construcción de los S-80 era de 2.135 millones de euros, de los que hasta ahora se han entregado 1.359. La autorización del Consejo de Ministros establece el calendario para entregar los 774 millones con los que se aligerará el prototipo.

Para 2014 la cantidad prevista es de 208,7 millones, para 2015 es de 204,8 millones, para 2016 de 150 millones, de 2017 para 135,3 millones y para 2018 de 76,13 millones de euros.

 

Con estos fondos, Defensa espera que se solucionen los problemas de exceso de tonelaje del buque, que podría ser utilizado a partir de 2018, dos años después de lo inicialmente previsto.


Fuente de la fotografía.