Repasamos algunos de los episodios estrambóticos de su peculiar gestión

Los sueldos de 1.620 empleados de RTVV cuestan casi 72 millones de euros al año

Los sueldos públicos de 1.620 empleados de la Radio Televisión Pública Valenciana (RTVV), personal de Nou, Nou 24 y Nou Ràdio, tienen un coste de casi 72 millones de euros al año. Los datos los aportó la Generalitat valenciana tras anunciar en un comunicado que cerraba Canal 9.

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Los sueldos públicos de 1.620 empleados de la Radio Televisión Pública Valenciana (RTVV), personal de Nou, Nou 24 y Nou Ràdio, tienen un coste de casi 72 millones de euros al año. Los datos los aportó la Generalitat valenciana tras anunciar en un comunicado que cerraba Canal 9.

Como recordarán, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha declarado la nulidad del ERE que afectaba a 1.198 trabajadores. A día de hoy, el ente público cuenta con poco más de 600 empleados además de 40 a tiempo parcial. Durante meses y hasta agosto se había ejecutado el expediente de regulación de empleo con polémica porque incluso hubo que readmitir a técnicos ante la falta de personal para llevar a cabo con normalidad la emisión de los programas.

La Generalitat cierra Canal 9, hace un mes se cambió el nombre a Nou, con un coste de unos 200.000 euros en cambio de imagen, logos, micrófonos…, tras casi dos décadas de manipulación nepotismo y una gestión económica nefasta.

En 1995, Canal 9 y Ràdio Nou contaban con 687 trabajadores que costaban 25 millones de euros, un 21 por ciento de audiencia y una deuda de 32 millones de euros. Ese mismo año, Eduardo Zaplana llegaba al Palau de la Generalitat. Desde hace diez años, el ente está en quiebra técnica y actualmente, la audiencia se ha desplomado a menos del cinco por ciento, salvo alguna serie de producción propia (L´Alqueria Blanca). La deuda alcanza 1.126 millones de euros y hay programas que solo lo ven mil personas.

La visita del Papa, la fórmula 1 y otros despilfarros

Entre las cuestiones más polémicas vinculadas a la televisión está el coste de la cobertura de la visita del papa en 2006 con motivo del V Encuentro Mundial de la Familia en Valencia. José López Jaraba, director general del ente en su momento, remitió al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) más de 300 facturas y al menos una docena de contratos que suman más de 11 millones para cubrir la visita del Papa. Una de las empresas adjudicatarias estuvo bajo sospecha por sobrecoste en otro contrato público.

Además, en las últimas temporadas, el Síndic de Cuentas de la Comunidad ha criticado algunos gastos injustificados en derechos de retransmisión y los tratos de favor a determinadas empresas audiovisuales. El informe revela, por ejemplo, que Canal 9 acabará pagando 25,95 millones de euros por los derechos de retransmisión de cuatro ediciones (2010-2013) del Gran Premio de Europa, que se disputa en Valencia. El contrato especifica que son derechos de emisión «no exclusiva [ya la ofrece La Sexta] y en valenciano» y para el territorio de la C. Valenciana. En 2013 ya no se celebró la carrera.

Pero los despilfarros no comenzaron en los últimos años, sino que vienen de antes. El cantante Julio Iglesias reconoció ante un juez dominicano que cobró 990 millones de pesetas (5,95 millones de euros) a raíz de dos contratos firmados en diciembre de 1997 con el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex), una cifra que supone 3,7 millones de euros más de lo que el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, del PP, aseguró haber pagado al artista por promocionar a la Comunitat Valenciana. 

Otro de los casos más polémicos son los 200.000 euros pagados por Canal 9 a la productora Triskel Audiovisual, vinculada a Fernando Quintela, director de Antena de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), por la emisión de tres reportajes. Según los expertos, por cada uno de los programas se ha llegado a pagar hasta 50 veces más de su precio en el mercado.

Pero lo que ha terminado por provocar el cierre de la emisora es el ERE que afectó en total a 843. Según la Generalitat, el coste del proceso de sanear la emisora pública –tras hundir la audiencia y disparar deuda y gastos- sería de 43 millones de euros. En realidad, la factura real podría más que triplicarse. Según fuentes del sindicato UGT, la cifra real podría alcanzar los 150 millones de euros. En cualquier caso, la anulación del ERE ha sido el detonante del cierre de la televisión valenciana.