El periodista Sergi Castillo presenta 'Tierra de saqueo', un relato demoledor sobre cómo esquilmar los recursos públicos

La corrupción del Partido Popular valenciano, en 512 páginas

La corrupción del Partido Popular valenciano es uno de los episodios más negros de la historia reciente de la democracia española. Asuntos turbios y sucios los tienen todos los partidos o casi todos., pero la concentración de casos en una comunidad autónoma y en unas siglas en tan pocos años es algo único

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La Comunidad Valenciana es lo más grande que hay en el mundo. Eso lo aprendí en mi casa, de mis mayores y lo he transmitido también a mis hijos. Somos los mejores, este es el mejor territorio, la comunidad más grande de España y la mejor región de Europa, y por eso han ocurrido las cosas que han ocurrido.

Francisco Camps, 20 de julio de 2011.


Camps
Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en una de las fotos más famosas en Internet y en las redes sociales.


La corrupción del Partido Popular valenciano es uno de los episodios más negros de la historia reciente de la democracia española. Asuntos turbios y sucios los tienen todos los partidos o casi todos, pero la concentración de casos en una comunidad autónoma y en unas siglas en tan pocos años es algo único.

El periodista alicantino Sergi Castillo (Cocentaina, 1978) aparca las generalidades, las leyendas urbanas, los rumores y las medias verdades para contar con detalles precisos la historia de un verdadero saqueo. Del expolio del PP y de la inoperancia o impotencia de la oposición para acabar con este régimen de favores habla este libro. 'Tierra de saqueo' tiene 512 páginas, decenas de testimonios, entrevistas a políticos, periodistas, profesores universitarios o a vecinos. El libro se presenta en Valencia el martes, 22 de octubre. Cuesta 19,90 euros. Sueldos Públicos ha conversado con Castillo. Estas son sus impresiones.


¿Por qué este libro? ¿Por qué este título?

El libro era una necesidad. Han ocurrido muchísimas cosas en estos cinco años y han pasado tan rápido que casi ni nos hemos dado cuenta. Era necesario contextualizarlo todo y ponerlo en relación. El título es obvio, han arrasado con todo. No hay ninguna región del mundo avanzado en la que 100 dirigentes del partido en el Gobierno y ex altos cargos están imputados por corrupción, ocho de los cuáles han sido consellers, miembros del Ejecutivo. Más de 400 imputados si sumamos a los funcionarios y empresarios. Aquí ha dimitido un presidente autonómico, han condenado a un vicepresidente e incluso un conseller ha entrado en prisión. Todo eso había que contarlo, al menos para que quede testimonio.


¿Cómo defines el ‘saqueo’ que has documentado en tu libro?

Se ha tratado de hacer ver que la corrupción no se reducía a “tres trajes”. Decían aquello de “total, por tres trajes, ¿quién se vende por tres trajes?”. Cuando pones en común todos los casos de corrupción y relacionas a los protagonistas se te pone la piel de gallina. Debajo de los trajes había una enorme red que envolvía a toda la administración autonómica, las diputaciones, las alcaldías, las empresas públicas… No había una manzana podrida, sino el almacén entero. 


¿Qué sensaciones has recibido tras entrevistarte con decenas de personas a la hora de redactarlo?

He conocido lo peor de la sociedad valenciana, pero también lo mejor, políticos y periodistas que han jugado a todo o nada por romper el sistema. Hay testimonios sobrecogedores de periodistas reconociendo cómo se les presionaba incluso en lo personal a la hora de contar lo que pasaba. He recogido testimonios de políticos como Mónica Oltra, que confiesa que el PP la intentó inhabilitar e indagó en su vida privada. Hay que tener en cuenta que el PP valenciano puso en marcha en 2010 una estrategia durísima para que no se supiera la verdad, con montajes como el que se perpetró contra el diputado socialista Ángel Luna, al que incluso se le logró sentar en el banquillo de los acusados. Son dos de los testimonios, pero hay muchos más, que constituyen lo mejor de la sociedad valenciana y que desmontan otro tópico, el de que “todos los políticos son iguales”. He querido dedicar el libro a los periodistas, políticos, jueces y fiscales que lucharon contra la corrupción y fueron castigados por ello.


¿Cómo se ha fraguado este reguero de casos de corrupción?

 Este sistema ha sido posible por la impunidad con la que actuaron los dirigentes del PP, creyéndose intocables y con un poder indestructible. Nada escapaba su control. Hay muchos factores, pero uno de ellos es el control absoluto y cercano al de una dictadura de la información. La oposición no tenía (ni tiene) acceso a los contratos clave y a algunos expedientes de contratación, y por lo tanto no puede realizar su labor de fiscalización. Pero, además, en caso de detectarse irregularidades el PP logró un control casi absoluto de los medios de información. No se trata solo de la manipulación en Canal 9, se trata de comprar directamente a periodistas, adoctrinarlos en reuniones privadas en el Palau de la Generalitat, controlar al milímetro cada línea que se escribe… Se ha tratado de ahogar económicamente a las empresas de comunicación que escapaban de su control negándoles publicidad, mientras se regaba con contratos multimillonarios a los ‘amiguetes’. Hay sentencias condenatorias. El mayor escándalo fue la adjudicación de las licencias de TDT en 2005. Pretendían que en todos los canales de televisión solo se pudiera ver una versión de las cosas, la suya. Pero además hay otros factores, el boom del ladrillo y la existencia de mucho dinero y entidades financieras controladas por ellos mismos que lo prestaban.


¿Qué ha pasado para que una mayoría electoral abultada diera el respaldo al PP en 2011?

Es una pregunta compleja. Por un lado el castigo al PSOE y a Zapatero por la crisis económica y el paro, y por otro, probablemente, el éxito de aquel lema de “los tres trajes”. La evolución del caso Gürtel estaba en una fase embrionaria e incluso Camps se disfrazó de víctima de una oposición que utilizaba la justicia para obtener lo que no le daban las urnas. En realidad, según explican los profesores Laguna y Piqueras en Tierra de Saqueo, en la Comunidad Valenciana no se daban las condiciones para la alternancia. La democracia estaba secuestrada y la oposición no tenía ninguna posibilidad. El PP construyó un discurso hegemónico que excluía al resto. O se estaba con ellos, y por lo tanto con la Comunidad Valenciana, o en contra de ellos. El Agua para todos, el Zapatero no nos quiere… todo iba encaminado en ese sentido. En su discurso, mientras la oposición lo criticaba todo, ellos entregaban una Copa de América a los valencianos, convertían Alicante en un plató de cine, e incluso regalaban un aeropuerto a Castellón. Nos subían la autoestima con mentiras. En realidad, detrás de cada proyecto había un pelotazo, una trama de interés y corrupción.


¿Qué se le debe exigir a la oposición?

La oposición desapareció durante años perdida en batallas cainitas internas. Y no solamente el Partido Socialista. Los diputados electos por Compromís pel País Valencià se dedicaron en 2007 a pelearse entre ellos, y acabaron divididos. Los socialistas han dado muchos bandazos, que si la lucha contra la corrupción da votos, que si no da votos… No es hasta la llegada de Jorge Alarte y Ángel Luna a la dirección del PSPV-PSOE, en 2008, cuando se fija como prioritario este objetivo. Y aun así su propio partido les tumbó la gestión en 2011. Ángel Luna lo explica muy bien, si no se desmontaba el sistema no podría haber condiciones de una democracia sana.


¿Qué imagen ha exportado la Comunitat Valenciana?

 La Comunidad Valenciana es hoy un símbolo de la corrupción en España. Eso me avergüenza como valenciano, pero es la realidad. El símil es el caso Cooperación, el dinero que destinábamos a las víctimas de sida en África terminaba en manos de una trama de chorizos. Nos han robado hasta el dinero de la colecta popular para las víctimas del terremoto de Haití. Para poder desmontar todo el entramado era necesario que en Madrid se tomara consciencia de las dimensiones de lo que ocurría. Sin la cobertura de los medios de información nacionales habría sido muy difícil que se conociera la realidad y que Francisco Camps hubiera dimitido.


¿Qué hay que hacer para que esto no vuelva a ocurrir?

Lamentablemente todavía se están negando contratos a la oposición en las Cortes. Habría que impedir por ley que esto ocurriera. Es necesario establecer mecanismos que garanticen la democracia. La información es fundamental, y dejar que los jueces trabajen con libertad. Serían necesarios más medios: inspectores fiscales, juzgados especializados… Lamentablemente la crisis lo está dificultando, pero la sociedad no toleraría un nuevo episodio como el que hemos vivido.


¿Por qué hay que leer tu libro? ¿Qué cuentas que otros no lo hayan dicho ya?

Porque tenemos que saber lo que ha ocurrido. Forma parte de la historia de nuestra joven democracia. Esta crónica la firmo yo pero en realidad los protagonistas somos toda la sociedad valenciana, y los redactores, todos los periodistas que la han contado. Es un ejercicio periodístico sin precedentes en la Comunidad Valenciana en el que el lector va a descubrir en manos de quiénes ha estado nuestro dinero. Seguramente lo que más nos preocupa es saber dónde está el dinero que hoy no tenemos para médicos o para colegios… Sorprende saber que una parte está en paraísos fiscales, en pisos, en objetos de lujo.. se ha gastado en prostitutas, en viajes o en comidas… pero el lector conocerá que incluso que con él se ha financiado la campaña de Sarkozy o mafias chinas. 


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Fuente de la fotografía.