A pesar de las reticencias que había mostrado durante meses, finalmente el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aceptó hacer diferencias en el objetivo de déficit de las comunidades autónomas. La media para este año sería del 1,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), con diferencias que oscilan entre el 1,6 de la Comunidad Valenciana y el 1 por ciento de Extremadura. ¿Es una buena idea?

Lo cierto es que pocos gobiernos autonómicos quedaron satisfechos con el acuerdo. Algunos, como Cataluña, porque querían tener mayor margen, mientras que las nueve autonomías con límites por debajo del 1,3 por ciento del PIB consideraban que haber hecho los deberes en años anteriores les había perjudicado. La rebelión era cuestión de tiempo.

Madrid ha sido la primera autonomía en abrir batalla, tras varios amagos de Extremadura y Asturias. La comunidad ha perdido al Gobierno que le autorice a emitir 689,9 millones de euros en los mercados para conseguir financiación suficiente para cubrir sus necesidades de este año, debido a que tendrá un margen de déficit menor de lo esperado. Tendrá que cumplir con el 1,07 por ciento del PIB y, por ello, quieren colocar deuda ahora, con la prima de riesgo en mínimo, para ahorrarse pagar extratipos.

Habrá que ver si Hacienda da luz verde a la colocación, aunque, mientras tanto, el consejero de Economía madrileño, Enrique Ossorio, ha advertido de que no hay margen para recortar más gasto.

Aunque el acuerdo es muy reciente -se firmó el 31 de julio-, ya han aparecido voces críticas con la idea de déficit asimétrico. Consideran que las comunidades históricamente incumplidoras seguirán siéndolo, a pesar del mayor margen de déficit, mientras que algunas de las habituales cumplidoras tendrán pocos alicientes a introducir nuevas medidas de ajuste en vista de que quienes superan el límite son “premiadas” con mayor holgura.

¿Es el inicio del incumplimiento generalizado? Habrá que esperar a que las autonomías actualicen sus planes de reequilibrio, aunque ya hay algunas partidas presupuestarias que parecen casi imposibles de alcanzar y habrá que hacer correcciones.