Ha sido breve pero intensa la experiencia. Nuevas retos profesionales se presentan en el horizonte que no  permiten seguir a Carles Torrijos como director de Sueldos Públicos. La web va a su ritmo, a otro ritmo. Las redes sociales seguirán dando cuenta de nuestras noticias y deseamos que la base de datos vuelva a estar más completa tras restaurar los daños del ataque informático que sufrió el servidor hace un mes.

Si hace unas semanas hacíamos balance del primer año de esta humilde iniciativa, hoy, Torrijos hace lo propio. "El futuro no está escrito, afortunadamente. Hace trece meses, la cuenta de Twitter no llegaba a los 900 seguidores. El crecimiento ha sido brutal, aunque es normal que se ralentice. No disponemos de más medios, hoy por hoy, para crecer y publicar más noticias de producción propia. Estamos atados, la coyuntura no acompaña y la situación del sector de la comunicación es una calamidad".

La redacción sigue esperando la ansiada Ley de Transparencia, la claudicación de la opacidad en las cuentas de la Casa Real, La Iglesia Católica, en las de los partidos políticos, sindicatos, patronal y todos aquellos entes que reciben subvenciones públicas.

Seguimos sin saber -y no será porque no hemos llamado por teléfono- el sueldo de nuestros dirigentes sindicales y lo que aportan muchos de nuestros representantes a sus partidos. No todos lo dicen.

Seguimos y seguiremos luchando por la transparencia y la libertad, siempre que nos dejen.

El barco sigue su rumbo de la mano de la periodista y politóloga, Inés Calderón.