No han sido tontos los alcaldes de las grandes ciudades ni los miembros del Gobierno a la hora de establecer los baremos salariales en la reforma de la Administración local. Ahora bien, una cosa es hacer caso a lo que dicen los Presupuestos Generales del Estado para saber que un ministro cobra 68.981 euros brutos en doce pagas y otra es dejar caer el salario de los secretarios de Estado sin contar con el plus de productividad o decirnos que llegarán a un tope máximo.

Para los que no lo sepan todavía, este alto cargo está en el segundo escalafón dentro de un ministerio, en el tercer peldaño del Ejecutivo si contamos al presidente. Lo que pasa es que cobran bastante más que los ministros. Perciben unos 67.000 euros brutos más dos pagas extra de 655 euros además de la parte proporcional del complemento de destino. Eso son unos 71.800 euros brutos anuales. Pero, y aquí viene la ‘pedrea’ cobran un plus de productividad que provoca que esa cifra llegue hasta los 100.000 euros.

Desconocemos cómo mide el Ejecutivo la productividad, si por el número de expedientes revisados, el número de políticas públicas implementadas, por el nivel de ahorro o por el número de empleos que se generan allá donde se invierte un euro de su competencia.

Lo cierto es que hay diputados del Congreso que durante el último gobierno de Zapatero fueron secretarios de Estado -en 2010 en concreto- y cobraron más de los famosos 100.000 euros brutos anuales.

Si hacemos caso a la declaración de bienes y rentas del diputado del PSOE, Diego López Garrido, nos daremos cuenta de que hace tres años percibió unos ingresos de 142.937 euros. Cometido: ser secretario de Estado para la Unión Europea de España. Ocupó el puesto desde abril de 2008 hasta diciembre de 2011. Aunque en la casilla de ese documento en pdf, ciertamente mejorable, hay que indicar las retribuciones dinerarias netas, interpretamos que la cifra es en bruto. Al mes -14 pagas- son 10.210 euros.

Existe un matiz o detalle que no podemos olvidar. En mayo de 2010, Zapatero anunció una batería de medidas para recortar el gasto público que incluían una reducción en los sueldos públicos. En el caso de los altos cargos fue del 15 por ciento. Así, el presidente pasó de cobrar unos 90.000 euros brutos anuales a cobrar 78.185, lo que percibe Rajoy en la actualidad. A los secretarios de Estado también se les aplicó esta medida. Por lo tanto, sin esta ‘tijera’, las ganancias de López Garrido hubieran sido mucho mayores, al menos, en la segunda parte del año.

Lo mismo ocurre con la actual portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez. Fue secretaria de Estado de Cooperación en 2010 y cobró, según su declaración de bienes y rentas, 118.028 euros.

El Gobierno nos ha mentido o cuenta medias verdades. Es evidente que los secretarios de Estado pueden cobrar más de 100.000 euros al año. Y los sueldos desde mayo de 2010 están congelados.

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