Tras casi treinta años cobrando sueldos públicos en política, el liderazgo de la canciller alemana, Angela Merkel, está siendo cuestionado por sus repetidos temblores y espasmos en diversos actos públicos que han recogido las cámaras de televisión y que dejan en el aire su verdadero estado de salud.

Merkel forma parte de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), partido en el que sigue militando desde 1990, cuando inició su carrera política como diputada en el Bundestag (parlamento alemán). Ha sido ministra federal de la Mujer y la Juventud (1991-1994) y ministra federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (1994-1998), además de secretaria general y presidenta de su partido hasta ocupar la cancillería alemana en noviembre 2005, aunque el pasado octubre anunció que este sería su último mandato, que finaliza en 2021. Es diputada desde hace 29 años y dentro de dos acumulará 16 como jefa del ejecutivo.

Merkel nació en Hamburgo en 1954 y militó en la Juventud Libre Alemana (juventudes comunistas de la RDA). Estudió Física en la Universidad de Leipzig. Se doctoró en 1986 con una tesis sobre Química Cuántica. Tras la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 se convirtió en la viceportavoz del nuevo gobierno salido de las urnas, las primeras elecciones democráticas de la RDA. Un año después, siguió la estela del canciller Helmut Kohl, ‘padre’ de la reunificación alemana y mentor de Merkel. Esta se convertirá en la política alemana que más tiempo ha permanecido en la cancillería, tras Otto Von Bismark (19 años, entre 1871 y 1890) y Kohl (16 años, entre 1982 y 1998).

Un sueldo y varias fuentes

Actualmente, Merkel cobra unos 300.000 euros brutos anuales, según una información de Expansión publicada en abril del año pasado. Es decir, 25.000 euros al mes. O lo que es lo mismo, unos 830 euros diarios. Aunque la comparación no es exacta, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) español es de 900 euros netos mensuales este año, mientras que el alemán subió en 2018 hasta los 1.645 euros. Es decir, Merkel estaría cobrando, al mes, más de lo que un ciudadano alemán puede percibir, como mínimo, en todo un año (19.740 euros). Esta cantidad ha ido aumentando en los últimos ejercicios, ya que en 2016 pasó de 17.992 euros mensuales a 18.820 euros, tal y como publicábamos en Sueldos Públicos hace tres años.

Merkel (La Sexta).

Pero estos datos varían según las fuentes. Así, en agosto de 2016, CNN en español publicó un artículo sobre lo que cobraban los líderes mundiales. Citaba “información oficial”, sin detallar las fuentes e indicaba que Merkel se embolsaba 242.000 dólares al año. Eso son unos 215.000 euros al cambio actual. El artículo también hacía referencia a que en marzo de ese año la retribución aumentó un 2% y en febrero de 2017 subiría otro 2%. Por otro lado, un artículo de El Mundo de marzo de 2016, que citaba fuentes de CNN Money y tusalario.es, señalaba que Merkel ganaba 290.000 euros anuales.

Siguiendo con las comparaciones, la retribución del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se queda muy por detrás de Merkel. Este año son 82.978 euros, unos 7.000 euros al mes, según el BOE.  No tiene derecho a pagas extraordinarias ni complemento de productividad. Es decir, la canciller alemana cobra un 257% más que Sánchez. Su sueldo es 3,6 veces más elevado que el inquilino de La Moncloa. Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, por su parte, gana 15.140 euros mensuales. En 2012 la remuneración estaba fijada en 21.300 euros, pero François Hollande decidió rebajarlo un 30% nada más llegar al Elíseo para quedarse en 14.910 euros.

A pesar de que Merkel ostenta el cargo de mayor poder en Alemania como jefa de Gobierno, el presidente federal y jefe del Estado, Frank-Walter Steinmeier, cuyo cargo es, básicamente, representativo, cobra más que la canciller. Así, el portal dw.com publicaba en septiembre de 2017 que Steinmeier se embolsaba 20.911 euros al mes y, en cambio, Merkel, 18.820 euros. Esta cifra no coincide con la mencionada de Expansión.

Por su parte, los diputados alemanes no se alejan demasiado de estas cantidades. Así, desde el pasado 1 de julio, ingresan 10.083 euros mensuales, según la web del Bundestag alemán. A esa cifra, se le suma la cantidad mensual de 4.340 euros como subsidio libre de impuestos para afrontar todos los gastos relacionados con su actividad parlamentaria: desde el material de oficina hasta una segunda residencia en Berlín. Es decir, en total, un diputado alemán cobra 14.423 euros al mes.

Si lo comparamos con los diputados españoles, los de Alemania cobran prácticamente más del doble. Todos nuestros diputados tienen derecho a  2.982 euros mensuales de asignación constitucional básica, cantidad a la que se suma una retribución en función del cargo que se ostente. Por ejemplo, la presidenta de la Mesa del Congreso, Meritxell Batet, suma a esa cantidad 9.695 euros, mientras que un portavoz adjunto de Comisión solo se sumaría 739 euros. A estas cifras, habría que sumarles una indemnización mensual de 1.921 euros para los diputados de circunscripciones distintas a Madrid y de 917 euros para los electos por Madrid para cubrir los gastos derivados de sus funciones, además de cuantías referentes al transporte o a los gastos en viajes oficiales.