El último sueldo público de Franco y el de 1935
El 20 de noviembre de 1975 falleció Francisco Franco, tras cerca de 40 años de dictadura. ¿Cobraba mucho o poco para el nivel de vida de la época?
Actualizado a noviembre de 2019.
Franco cobraba, según su última nómina incluida en el testamento de los 28,5 millones de pesetas que legó a su esposa e hija, 168.477 pesetas al mes, tal y como publica El Mundo. Equivalen a casi 12.000 euros mensuales, con la actualización del IPC. Calculando esta nómina con las 14 pagas que se consolidaron durante la dictadura, Franco estuvo percibiendo cerca de 168.000 euros anuales durante 36 años.
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El 20 de noviembre de 1975 falleció Francisco Franco, tras casi 40 años de dictadura en España. Este martes se cumplen 43 años de su muerte. Hacemos memoria sobre su retribución. ¿Cobraba mucho o poco para el nivel de vida de la época? ¿Era austero como decía la propaganda del régimen?
En 1975, Franco percibía dos sueldos públicos, algo imposible ahora en nuestro país. Por un lado, cobraba, aproximadamente, unas 600.000 pesetas netas al mes por su cargo de Jefe de Estado, según documentos de la Ley de Memoria Histórica y archivos de la Fundación Francisco Franco a los que accedió elEconomista. (Publicó un artículo justo hoy hace 10 años). Además, tenía un segundo salario como capitán general y Generalísimo de los Ejércitos, de unas 168.477 pesetas brutas, como muestra el documento de la última nómina de Franco de la Casa Militar, que puedes ver líneas más abajo. En neto eran 154.710 pesetas. El dato lo publicó portal web Historias de la historia en febrero de 2011. En total, acumulaba unos ingresos públicos de 754.000 pesetas netas al mes. (Casi 800.000 pesetas al mes decía elEconomista). El doble, los meses de paga extraordinaria.
Según el portal de Historia citado, a mediados de los años 70 un televisor costaba de media, 25.000 pesetas, y un tocadiscos, 6.388 pesetas. Un coche de gama alta tipo berlina podía costar 131.810 pesetas; un piso en Madrid o Barcelona, de unos 80 metros cuadrados, algo más de dos millones de pesetas. En 1977, el décimo de lotería de Navidad costaba 2.000 pesetas con un premio de 20 millones. Actualmente, el décimo del 'Gordo' son 20 euros (unas 3.300 pesetas) y el premio es de 400.000 euros (unas 66 millones de pesetas al cambio), aunque hay que tributar un impuesto del 20% a Hacienda, que antes no se pagaba. Según un artículo de ABC de 2011, "un funcionario cobraba unas 35.000 pesetas en los años setenta; el director de ventas de una multinacional, 90.000; un oficinista no superaba las 30.000 pesetas".
Franco, en una imagen de los años 70. (Wikipedia).
Las 754.000 pesetas netas al mes de ingresos mensuales de Franco son 4.808 euros mensuales. No obstante, si los ajustamos a la inflación utilizando el actualizador de rentas del Instituto Nacional de Estadística (INE), equivaldrían hoy a 57.109 euros cada mes, y hasta 114.219 euros los meses de pagas extraordinarias. El presidente del Gobierno cobra casi 81.000 euros al año en 12 pagas. Mientras tanto, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 1975 estaba fijado en 280 pesetas mensuales -casi 1,7 euros-. Son unos 20 euros al mes, ajustados a la inflación con los parámetros del INE, y 40 euros con paga extra. En 1976 aumentó a 345 pesetas al mes (21 euros actuales). La inflación superaba el 17% el año que falleció Franco. En 2018, el SMI es de 735,90 euros netos al mes.
Por lo tanto, el sueldo de Franco estaba muy por encima de lo que cobraba el resto de los españoles y en comparación con los altos cargos en la actualidad y la adecuación del nivel de vida, la diferencia es estratosférica. El actual jefe del Estado, Felipe VI cobra más de 20.000 euros brutos al mes. Según el INE, el sueldo mensual de Franco, hoy, sería casi el triple que el del Rey de España.
Antes del golpe de Estado
El sueldo público de Franco en 1935, antes del inicio del golpe de Estado, era de unas 2.430 pesetas, según una nómina de la Pagaduría Central de Haberes del Ejército. Así queda reflejado en uno de los documentos de la Fundación José María Catañé consultado por el diario El País. Franco percibía sus 2.430 pesetas al mes por ocupar el cargo de jefe del Estado Mayor, oficial militar de las Fuerzas Armadas dependiente del Ministerio de la Guerra, un cargo de máximo prestigio. En euros, son, aproximadamente, unos 15 euros actuales. Sin embargo, ajustados a la inflación y el coste de vida de hoy, equivalen a unos 5.262 euros cada mes, según cálculos del Grupo Icsa.
En comparación, el actual Jefe de Estado Mayor de la Defensa percibe un sueldo significativamente más alto. Fernando Alejandre Martínez fue nombrado en marzo de 2017 para ejercer el mando de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas y el mando del Estado Mayor. Miembro de familia de tradición militar y nacido en Madrid, Alejandre fue promovido al empleo de teniente en 1979 destinado al Batallón de Ingenieros Paracaidistas, donde posteriormente sería Capitán.
La última nómina de Franco. (Casa Militar).
En su carrera militar, también ha sido Agregado Militar adjunto en la Embajada de España en Washington D.C., jefe de Estado Mayor del Mando de Ingenieros, asesor militar del ministro de Asuntos Exteriores y segundo jefe del mando de la Fuerza Conjunta de la OTAN en Brunssum, entre otros. Su sueldo en 2017, para poco más de nueve meses en los que ejerció su cargo, fue de 91.975 euros, incluidos 13 trienios que le correspondían. Su predecesor, con 14 trienios, cobró 29.261 euros en total por los primeros tres meses del año. Por tanto, aproximadamente, el cargo está retribuido con unos 120.000 euros anuales.
Tiene rango de secretario de Estado, por lo que el salario consiste en un sueldo de 13.451 euros, un complemento de destino de 21.864 euros, un complemento específico de 34.115 euros y dos pagas extraordinarias, de 2.501 euros cada una. En total, son 74.432 euros anuales, equivalentes a 5.786 euros mensuales, 8.287 euros con pagas extra. Sería una retribución mensual similar a los estimados 5.262 euros al mes que percibía Franco, aunque queda añadir los trienios y, sobre todo, el complemento de productividad, cuyos criterios para determinar su cuantía no conocemos, y que es responsable de cientos de sueldos ‘cienmileuristas’ en la Administración General del Estado.