Con una selección de cervezas, de un valor comercial de 25 euros, comenzaron algunos de nuestros cargos electos su verano gracias a Cerveceros de España, una entidad privada que agrupa a los productores de cerveza españoles desde 1922. Este obsequio no es un regalo inocente, sino una campaña ejercida por el grupo de presión cervecero, también conocido por su término inglés, lobby. De esta forma, los productores de cerveza españoles se aseguran de que nuestros representantes políticos les tengan en cuenta a la hora de preparar la agenda política y económica del país, así como a la hora de tomar decisiones.

La selección de cervezas llegó a los diputados junto a una carta, en la que Cerveceros de España afirma que el obsequio tiene por objetivo “promover el conocimiento y disfrute de la variedad y calidad de la cerveza que se produce en España”, así como para transmitir “el agradecimiento del sector por el interés manifestado hacia nuestro producto e iniciativas”. El 9 de mayo pasado, el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla Marañón, se reunió con la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados. Allí trató de demostrar la importancia del sector cervecero para España, debido a su repercusión en los sectores de la agricultura y la hostelería.

Sueldos Públicos, que tiene una copia de la carta, ha contactado con Cerveceros de España para averiguar cuántos obsequios de este tipo se han realizado este año en la campaña que, según da a entender la misiva, “viene siendo costumbre cada verano”, se repite todos los años. Hemos solicitado por teléfono información al respecto: la cantidad de selecciones de cerveza regaladas, a qué cargos públicos, además de diputados, se ha enviado las bebidas o cuántos años lleva en marcha la iniciativa. Su director general, Olalla, no ha podido atendernos y seguimos a la espera de una respuesta.

Imagen del blog Quiero Cerveza Artesana.

Según la entidad, el sector de esta bebida ha experimentado un crecimiento continuado en los últimos años tanto en consumo como en ventas, producción y exportación. Cerveceros de España explica su labor para velar por el desarrollo de la actividad en el sector en las mejores condiciones. También hace mucho énfasis en su compromiso con la sociedad, especialmente con promover el consumo responsable de alcohol, cosa que no va contra sus intereses ya que el consumo de cerveza sin alcohol representó en 2017 el 14% del total de cerveza consumida. 

España es el cuarto país productor de cerveza en la Unión Europea, a pesar de que la media de consumo de cerveza en España (48,3 litros al año) se encuentra muy por debajo de la media europea (76 litros), lo que Olalla señala como ejemplo del consumo sensato que se hace en España.

Grupo de presión

Un lobby o grupo de presión es una agrupación de diversas empresas u organizaciones que comparten ciertos intereses y, con la fuerza que les proporciona su unión, influyen en las administraciones públicas para defender dichos intereses. Por lo tanto, son asociaciones con el único propósito de convencer a los dirigentes políticos de que les interesa defender la prosperidad de un sector concreto. Lo hacen a través de campañas de influencia, notas de prensa, estadísticas, estudios e informes de todo tipo, e incluso, en algunas ocasiones, con regalos. 

Una imagen de la carta enviada a los diputados, con el sobre ocultando el remitente.

Algunos de los grupos de presión más influyentes de España son la Asociación Española de Banca (AEB), la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), por ejemplo. 

Cerveceros se encuentra registrado en el glosario de grupos de presión que mantiene la CNMC y que puedes consultar aquí, donde la entidad pública informa de la existencia de 426 lobbies activos en España, con la intención de darle al proceso, totalmente legal, algo de transparencia. "Se trata de una actividad legítima y necesaria”, explica la CNMC, pero “es prudente exigir que esta relación sea lo suficientemente transparente, y dotada de mecanismos de control, de forma que permita a cualquier ciudadano conocer cuál es la relación que mantienen con nosotros, y en qué medida sus actuaciones contribuyen a modificar o conformar nuestras decisiones".

Sin embargo, la mayoría de las instituciones públicas siguen sin ofrecer en sus respectivos Portales de Transparencia un registro de obsequios que nos permita evaluar mejor en qué medida la actividad de los grupos de presión puede determinar las decisiones políticas. Hay algunas excepciones, como la Generalitat Valenciana, que incluye una sección en su sede electrónica donde puedes consultar los obsequios que ha recibido cada alto cargo del ejecutivo autonómico, así como quién ha ofrecido el regalo y la fecha en que se hizo. También el alcalde de Valencia, Joan Ribó hace lo propio en la web municipal. 

En otros casos, como es el del Ayuntamiento de Madrid, está prohibido a sus miembros aceptar regalos particulares, a excepción de muestras de cortesía o de atención protocolaria, e incluye para estos casos un registro de regalos donde revela el valor de cada uno de ellos. Si rastreas varios páginas webs institucionales, podrás comprobar más ejemplos sobre este asunto. No obstante, queda mucho por hacer en materia de transparencia.

En cambio, el Congreso de los Diputados y el Senado, donde se toman muchas decisiones de gran peso en el ámbito nacional, siguen sin contar con un registro de este tipo y no revelan los obsequios que puedan recibir diputados y senadores. Desde el Congreso nos han confirmado que esa información no se hace pública, pero defienden que sí publican datos sobre los viajes internacionales de los diputados y las subvenciones a los grupos parlamentarios.

El director y fundador de este digital, Carles Torrijos, a título personal, también se registró en el Registro de Grupo de Interés de la CNMC con el único fin de conseguir que los cargos electos de España publiquen una copia de su nómina con periodicidad. 

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