Han tenido que pasar varias semanas desde que la Generalitat de Cataluña tiene presidente para que se haya podido nombrar a la nueva jefa de la oposición del Parlament, Inés Arrimadas. Da la casualidad de que no era factible haberla nombrado antes porque legalmente podía optar a la Presidencia, cargo que ocupa Joaquim Torra.

Este martes, el president de la Cámara legislativa, Roger Torrent, se reunió con Arrimadas y la página web del Parlament publicó una nota en la que explicaba que se la nombraba “jefe de la oposición al ser la presidenta del grupo parlamentario de la oposición con más escaños en el Parlamento”. Ciutadans obtuvo 36 diputados. Y ¿qué supone este cargo? 

Por lo pronto, Arrimadas, como ya ocurrió en anteriores ocasiones, ha renunciado a los privilegios y recursos que lleva consigo este nombramiento. Así, la presidenta de su grupo no quiere recibir el tratamiento de honorable señora, ser ordenada protocolariamente en el lugar inmediatamente posterior a los expresidentes de la Generalitat, percibir las retribuciones específicas para este cargo que determine el Parlamento, y disponer de los medios humanos y materiales para ejercer las sus atribuciones. Todo esto lo puedes leer en el artículo 77.5 del Reglamento del Parlament.

Como jefe de la oposición, Arrimadas mantiene las atribuciones, sin perjuicio de las que le corresponden como diputada, de ser consultada, a iniciativa del presidente de la Generalitat, sobre los asuntos de más importancia para Cataluña y la de proponer mejoras de la acción del gobierno. En legislaturas anteriores fueron jefes de la oposición Artur Mas (VII y VIII legislaturas), Joaquim Nadal y Xavier Sabaté (IX legislatura), Oriol Junqueras (X legislatura) y Arrimadas (XI y XII legislatura). 

El sueldo y los asesores

El Reglamento de la Cámara no especifica una retribución concreta para el cargo de jefe de la oposición. Además, Arrimadas renuncia a los recursos humanos disponibles, en este caso, a dos asesores. Pero, ¿siempre ha sido así?

Cuando Jordi Pujol era presidente de la Generalitat y Pascual Maragall el líder del segundo partido con más escaños en el Parlament, el diputado socialista planteó dotar de importancia a la figura del líder de la oposición. Y eso hizo cuando llegó al palacio de la Plaza de Sant Jaume.

En este sentido, en abril de 2004 se aprobó el decreto de regulación del estatuto del jefe de la oposición que estableció una retribución equivalente a la de un conseller. En esa época el salario para ese puesto estaba fijado en algo más de 103.000 euros brutos anuales. El año pasado eran 110.759 euros. El artículo ocho y siguientes del citado decreto decían:

• El jefe de la oposición tiene derecho a percibir unas retribuciones asimiladas a las que se fijen anualmente para los consejeros de la Generalidad.
• El hecho de cesar como jefe de la oposición no da derecho a la percepción de ninguna pensión temporal o vitalicia.
• La percepción de las retribuciones de jefe de la oposición establecidas por este Decreto es incompatible con la percepción de ingresos resultantes del ejercicio de cargos electivos, o alto cargo, tanto de la Administración del Estado como de la Generalidad, y de cualquier otro cargo público o de libre nombramiento remunerado, así como de actividades privadas. En estos casos, corresponde a la persona interesada ejercer el derecho de opción.
• El jefe de la oposición dispondrá de dos puestos de trabajo adscritos a su servicio, con dedicación especial, asimilados a efectos retributivos a un nivel 24, que serán proveídos, a propuesta suya, mediante el sistema de libre nombramiento.
• Las personas que ocupen estos puestos de trabajo tendrán la consideración de personal eventual y, si fuesen funcionarios, pasarán a la situación de servicios especiales, siempre que no opten por continuar en activo. Estos puestos de trabajo se incluirán en la relación de puestos de trabajo de personal eventual del Departamento de la Presidencia.

En noviembre de 2008 se aprobó la Ley de la Presidencia de la Generalitat y del Gobierno que dejaba sin efecto la disposición transitoria segunda sobre el estado del jefe o jefa de la oposición. Este punto quedaba sin efecto por la reforma parcial del Reglamento del Parlament, que entró en vigor en agosto de 2015. En su artículo 67 bis se definió la figura y funciones del jefe de la oposición. El texto, como has podio comprobar, ha sufrido modificaciones ya que, actualmente, este cargo viene explicado en el artículo 77.

Según fuentes del Parlament consultadas por este digital, ninguno de los anteriores jefes de la oposición solicitó la retribución que le hubiera correspondido. No obstante, algunos sí hicieron uso de los asesores a los que tenían derecho. Arrimadas ha renunciado, como ya lo hizo en la pasada legislatura, a los dos eventuales.

El Portal de Transparencia del Parlament informa del salario que cobró Arrimadas en 2017. Fueron 80.603 euros brutos y 20.062 euros libres de impuestos en concepto de indemnización, para gastos de desplazamiento. Como diputada autonómica le corresponde la asignación básica de 2.871 euros mensuales y el complemento por ser presidenta de grupo de 2.885 euros. En total, 5.757 euros al mes (14 pagas) y algo más de 1.400 para desplazamientos (14 pagas). En junio y diciembre, el doble. En 2016, su salario fue de unos 74.800 euros, como te contamos en esta noticia que publicamos el año pasado.

En resumen, si el Parlament acordara fijar un sueldo para el jefe de la oposición equivalente al de un conseller, Arrimadas podría cobrar 110.757 euros brutos al año. Pero prefiere los 80.603 brutos y 20.062 euros libres de impuestos como presidenta de su grupo.

Imagen: Ciudadanos.